A NUEVA VISION DEL CEREBRO
Enviado por alagunas • 21 de Agosto de 2012 • 5.695 Palabras (23 Páginas) • 694 Visitas
Desarrollo humano
Unidad 1. La libertad: facultad inherente a todo ser humano
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
Educación Superior Abierta y a Distancia • Primer Cuatrimestre
Antropología de la libertad1
Edgar Morín2
Abstract
La libertad es posibilidad de elección. Pero, ¿cómo es posible? El autor examina los condicionamientos
impuestos por el medio ambiente, la influencia de los genes, el marco sociológico y cultural y la constricción
de las ideas. Entre ellos pasan los caminos de la libertad. El nudo gordiano se resuelve al comprender la
íntima relación entre autonomía y dependencia. Las libertades del espíritu se conquistan, pero es necesario
que nuestra conciencia esté despierta.
Una libertad es una posibilidad de elección
Una posibilidad de elección puede ser interior, es decir, subjetivamente o mentalmente posible; es una
libertad de espíritu. Puede ser exterior, es decir, objetivamente o materialmente posible; es una libertad de
acción.
Cuantos más sean los dominios que ofrecen posibilidades de elección, más, en cada dominio, las elecciones
son numerosas y variadas, mayores son las posibilidades de libertades; cuanto más importante para su
propia existencia es el tipo de elección posible, más elevado es el nivel de libertad (elección de medio de
transporte, elección de profesión, de residencia, de vida).
A primera vista, nos parece evidente que el ser humano dispone, en condiciones favorables, de posibilidades
de libertad. Sentimos subjetivamente nuestra libertad cada vez que tenemos la ocasión de elegir entre
alternativas y tomar una decisión.
A la inversa, toda consideración objetiva de nuestra condición parece reducir la libertad a una ilusión
subjetiva; sufrimos las coacciones de nuestro medio natural al que debemos adaptarnos; estamos sometidos
por nuestro patrimonio genético que produce y sustenta sin cesar nuestra anatomía, nuestra fisiología,
nuestro cerebro y, por tanto, nuestra posibilidad de inteligencia y de consciencia; estamos sometidos por
nuestra cultura que inscribe en nuestro espíritu, desde nuestro nacimiento, sus normas, tabúes, mitos, ideas,
creencias, y estamos sujetos a nuestra sociedad que nos impone sus leyes, reglas y prohibiciones; estamos
incluso poseídos por nuestras ideas que se adueñan de nosotros cuando creemos disponer de ellas. De
este modo, somos ecológicamente dependientes y estamos genética, social, cultural e intelectualmente
sometidos. ¿Cómo podríamos disponer de libertades cuando estamos tan sometidos por todas partes?
1 Texto publicado en: GRASCE (Groupe de Recherche sur l’Adaptation, la Systémique et la Complexité Économique) (ed.), Entre systémique et complexité, chemin
faisant... Mélanges en hommage à Jean-Louis Le Moigne, PUF, París, 1999: 157-170. Traducción de José Luis Solana Ruiz, profesor de Antropología Social de la Universidad
de Jaén.
2 Edgar Morín. Filósofo y político francés, director honorario de investigaciones del CNRS de París, Francia. En su obra desarrolla la Teoría del pensamiento complejo,
misma que sostiene que la realidad es multidimensional, por lo que es sujeta al análisis de todas las áreas del conocimiento, a pesar de la especificidad de éstas. Por
ello, sus fenómenos deben ser estudiados desde su complejidad, evitando la fragmentación.
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Unidad 1. La libertad: facultad inherente a todo ser humano
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
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El imperio del medio
Como frecuentemente hemos dicho (cf. El método 1 y 2), nos hace falta sustituir la concepción de que el
medio exterior impone sus fatalidades a los seres vivientes por una concepción de la autonomía dependiente.
La autonomía viviente es inseparable de la autoorganización; ésta produce sus propias reglas y el ser
vivo efectúa su propio comportamiento en el seno de su ambiente. Ciertamente, una organización así
depende de determinaciones físico-químicas, pero éstas son integradas, trascendidas y utilizadas en y por
la autoorganización viviente (cf. El método 1: 108-110).
Como lo hemos expuesto igualmente en otra parte, la autonomía viviente depende de su medio exterior,
de donde extrae energía y organización. Así, no hay autonomía viviente que no sea dependiente3. Lo que
produce la autonomía produce la dependencia que produce la autonomía.
La existencia social ha dado al ser humano una autonomía considerable; los desarrollos técnicos de la
agricultura, los transportes, la industria, han constituido conquistas de autonomía mediante sojuzgamiento
de energías materiales y explotación de producciones naturales, conduciendo a una efectiva dominación de
la naturaleza, a través evidentemente de una multiplicación de dependencias y una dependencia global con
respecto a la biosfera de la que formamos parte.
Al desarrollar su autonomía domesticando la naturaleza, la sociedad histórica desarrolla e impone sus
coacciones sobre los individuos (frecuentemente hasta someter al mayor número), lo que nos conduce a
preguntarnos: ¿la autonomía ganada con respecto a la naturaleza, estaría perdida por los individuos, con
respecto a la cultura y la sociedad?
3 Su dependencia con respecto al ecosistema es en bucle. La biocenosis (parte viviente del ecosistema) está constituida por las interacciones entre seres vivos, y por
tanto depende de los seres vivos que dependen de ella.
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Unidad 1. La libertad: facultad inherente a todo ser humano
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
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La influencia de los genes
Antes de pasar a esta interrogación, es necesario examinar si la autonomía viviente con respecto al mundo
exterior no comporta en sí misma una dependencia interior ineluctable.
Desde luego la dependencia de una organización autónoma con respecto a sí misma es la condición
evidente de toda autonomía. Pero el problema se profundiza cuando se considera que la autoorganización
viviente -y desde luego la humana- es genéticamente dependiente. Se trata de una dependencia de origen
anterior puesto que es hereditaria. Como los genetistas especifican
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