ABSORCIÓN Y DIGESTIÓN DE NUTRIENTES
Enviado por isac_10alejo • 26 de Enero de 2015 • 2.523 Palabras (11 Páginas) • 296 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS
Escuela de Nutrición
ABSORCIÓN Y DIGESTIÓN DE NUTRIENTES
Materia: Fisiología
Maestro: Montserrat Monter Rosales
Alumna: Jovita Fernanda Soto Ramírez
Grupo: 1¨C¨
OBSERVACIONES: ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
NOVIEMRE, 2014
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
EL CAMINO QUE SIGUEN LOS ALIMENTOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
PROCESO DE ABSORCIÓN DE NUTRIENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
EL DESTINO DE LOS NUTRIENTES: ABSORCIÓN Y METABOLISMO . . . . . . 9
CONCLUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
INTRODUCCIÓN
Se investigo la absorción de los nutrimentos de nuestros alimentos para sabe que pasa dentro de nuestro cuerpo y podamos saber cómo funciona nuestro metabolismo empanzando por: El tubo digestivo podemos distinguir los siguientes segmentos:
La boca; la faringe (en la parte posterior de la boca), El esófago (que es un tubo que pasa por la cavidad torácica), El estómago (donde comienza la digestión de las proteínas), El intestino delgado (en cuyo interior se hace la mayor parte de la digestión y desde cuyo interior se absorben los nutrientes) y el intestino grueso (que conduce los residuos hacia la salida por el ano).
EL CAMINO QUE SIGUEN LOS ALIMENTOS
Masticación y salivación: La boca
La cavidad de la boca está sostenida por los huesos de las mandíbulas. Contiene los dientes, incrustados en estos huesos; las encías, la lengua, en el piso de la cavidad; y el paladar, en el techo, separando esta cavidad de la nasal. En su parte anterior, el paladar es duro y óseo y en su parte posterior, blando. La lengua sirve para mezclar los alimentos con la saliva, para la fonación y para la deglución (paso del alimento hacia el estómago).
Además, en su superficie superior se encuentran las papilas gustativas, que contienen los corpúsculos gustativos relacionados con el sentido del gusto. Los dientes son los encargados de la masticación, proceso por el cual se desmenuza mecánicamente el alimento de modo que se exponga una mayor superficie para la acción de las enzimas.
Las piezas dentales constan de tres regiones: corona, sobre la encía; cuello y raíz, bajo la encía. Se pueden observar varias capas: el esmalte, exterior y duro; la dentina; y la pulpa, en la cavidad central, que contiene los vasos sanguíneos y los nervios.
El diente se sujeta al hueso mediante el cemento. En el ser humano hay cuatro tipos de piezas dentales: incisivos, para cortar; caninos, para desgarrar; y molares y premolares, para moler.
La cavidad bucal está siempre mojada y lubricada por la saliva, secreción que contiene agua, sales y algunas enzimas12 de las cuales las más importantes son la amilasa salival, o ptialina, capaz de fragmentar parte del almidón en moléculas de maltosa, y la maltasa salival, que puede descomponer parte de la maltosa en glucosa.
Estas enzimas actúan en un pH de 6.5 a 6.8 aproximadamente, que es el pH de la saliva; sin embargo no tienen mucha oportunidad de hacerlo porque, normalmente, no tenemos a los alimentos el tiempo suficiente en la boca, sino que pasan rápidamente al estómago, donde estas enzimas encuentran un pH ácido en el que no pueden actuar.
La acción de las enzimas de la saliva queda en evidencia si se incuba a temperatura corporal un trozo de pan (almidón) en presencia de saliva fresca. Al comienzo, podrá observarse una reacción positiva con el colorante para almidón llamado lugol. Después de veinte minutos esta casi no se observará y, en cambio, podrá apreciarse una reacción positiva para el licor de Fehling, lo que significa que hay glucosa.
La acción conjunta de los dientes, la lengua y la saliva permiten transformar el alimento en una masa poco digerida llamada bolo alimenticio, que pasará a la faringe en el proceso de deglución.
La deglución es el paso del bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago. Se inicia de manera voluntaria cuando la lengua se apoya en el paladar empujando el bolo hacia atrás y continúa con una serie de actos involuntarios (reflejos): el paladar blando se eleva tapando las coanas y la glotis queda tapada por una válvula, llamada epiglotis, lo que impide el paso del bolo hacia el sistema respiratorio. Así, el bolo pasa hacia el esófago iniciándose una onda peristáltica, fuera del control voluntario, que recorrerá todo el tracto digestivo y que llevará al bolo alimenticio hasta el estómago.
Este paso está facilitado por el moco que secretan las paredes del esófago.
La apertura del esófago en el estómago está regulada por un esfínter, llamado cardias, que se abre cuando llega el bolo empujado por la onda peristáltica
Estómago
El estómago es un saco de paredes musculares gruesas cuyos movimientos contribuyen a mezclar el alimento con el jugo gástrico. Su mucosa, muy rica en células glandulares, produce, además del jugo gástrico, el moco gástrico, encargado de proteger la pared del estómago de su contenido ácido con enzimas proteolíticas. Los componentes del jugo gástrico son: agua, enzimas, y ácido clorhídrico.
El ácido clorhídrico (HCI) proporciona un pH ácido (1.5-2.0) para la acción enzimática; hincha las proteínas, aumentando así su superficie; mata bacterias y activa enzimas. La principal enzima secretada por el estómago es la pepsina, que actúa sobre las proteínas transformándolas en cadenas de polipéptidos menores. Al igual que otras enzimas proteolíticas, la pepsina no es secretada como tal, sino como una forma inactiva llamada pepsinógeno.
La combinación de las actividades mecánicas y enzimáticas del estómago dejan su contenido transformando en una masa ácida y semilíquida llamada quimo. El paso del quimo hacia el duodeno está regulado por un esfínter llamado píloro, que es estimulado a abrirse por la acidez.
En
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