ALIMENTOS FUNCIONALES

Como extensión del conocido fenómeno self-care, que cada vez motiva más la compra de productos saludables, las tendencias mundiales de la alimentación en los últimos años indican un interés creciente de las personas consumidoras hacia los productos alimenticios que, además del valor nutritivo, aporten beneficios a las funciones fisiológicas del ser humano.

Algunas de las principales funciones están relacionadas con el crecimiento y el desarrollo del organismo, el sistema cardiovascular, los antioxidantes, el metabolismo de xenobióticos (compuestos ajenos a la bioquímica normal de un organismo, como medicamentos y venenos), el sistema gastrointestinal, etc.

En las culturas occidentales se comenzó a producir este tipo de productos a partir de prácticas de fortificación con vitaminas y minerales, y la inclusión de componentes en los alimentos procesados con el objetivo de complementar alguna deficiencia de la población (como la sal yodada o los cereales para el desayuno).

Ahora bien, la búsqueda de terapias alternativas para algunas enfermedades, el envejecimiento de la población, los avances tecnológicos, así como los cambios reglamentarios de las economías han favorecido un incremento del interés de la industria agroalimentaria para desarrollar estos productos, y es que en opinión de los expertos, muchas enfermedades crónicas que afectan a la sociedad, como por ejemplo el cáncer, la obesidad, la hipertensión y los trastornos cardiovasculares, se relacionan estrechamente con la dieta alimentaria.

El desarrollo de los alimentos funcionales específicos responde también a una necesidad de diversificación de las empresas del sector para ofrecer más valor añadido y adaptarse a la situación del mercado, con el objetivo de diferenciarse de la competencia, especialmente de los países emergentes y de las marcas de los distribuidores, y ganar así cuota de mercado.

El interés de los consumidores por el cuidado de su salud ha conducido a la industria alimentaria al diseño de nuevos productos e ingredientes con propiedades específicas, es decir, que los alimentos no sólo tengan un valor nutritivo en sí mismo sino que además aporten un efecto beneficioso para la salud. En este sentido, los avances tecnológicos han permitido que las empresas puedan dar respuesta a esta demanda. Pero, para ello resulta necesario avanzar en el proceso de evaluación y autentificación del beneficio del alimento sobre la salud. Precisamente para que la información sobre los productos sea clara y sin inducir a error o confusión al consumidor.

Por tanto, probar los efectos beneficiosos de los alimentos funcionales en la salud es una necesidad. Existen métodos utilizados para comprobar que efectivamente estos ingredientes funcionales ayudan al organismo a mejorar su estado de salud. Éstos incluyen estudios que ayudan tanto a evaluar la biodisponibilidad del alimento es decir

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