APUNTES SOBRE LA PERCEPCIÓN DEL AMBIENTE EN LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL.
Enviado por mariaisolina • 21 de Noviembre de 2014 • Tesis • 4.792 Palabras (20 Páginas) • 239 Visitas
APUNTES SOBRE LA PERCEPCIÓN DEL AMBIENTE EN LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL
Omar Javier Ramírez Hernández
Centro de Estudios Interdisciplinarios
Universidad Nacional de Rosario
Manizales, 2006-03-03 (Rev. 2006-05-30)
RESUMEN
El siguiente artículo corresponde a una reflexión que tiene doble cara. La primera, que es la base de la meditación como tal, refiere al papel de las Evaluaciones de Impacto Ambiental y las características críticas que se le enmiendan en relación con su actuar. Para ello, y esta es la segunda gran deliberación de las palabras que siguen, se muestra todo un recorrido teórico de la contextualización y conceptualización de lo que es Ambiente, pasando por la teoría de sistemas, el pensamiento complejo, la visión holista, hasta la inserción de lo social, lo participativo y las formas de exclusión.
PALABRAS CLAVE
Ambiente, desarrollo, sistemas, participación.
NOTES ON THE PERCEPTION OF THE ENVIRONMENT IN THE ENVIRONMENTAL IMPACT EVALUATION
ABSTRACT
The following article corresponds to a double—sided reflection. The first, the base of the meditation as such, refers to the role of the Environmental Impact Evaluations and the critical characteristics that are amended in relation to their behavior. In order to carry out what was mentioned before, and this is the second great deliberation of the following text, an entire theoretical journey is taken regarding the contextualization and conceptualization of what environment is, passing through the theory of systems, complex thought, the holistic vision, up to the insertion of social and participative contributions, as well as exclusion forms.
KEY WORDS
Environment, development, systems, participation.
“Podemos frenar los procesos ya iniciados, legislar para consumir menos combustibles fósiles, repoblar en masa los bosques devastados . . . todas ellas excelentes iniciativas pero que se reducen, en su conjunto, a la figura del navío que navega a
veinticinco nudos hacia un obstáculo en el que irremediablemente se estrellará
y sobre cuya pasarela el oficial de guardia ordena a la máquina reducir un
décimo la velocidad sin cambiar el rumbo”
Michel Serres
Existe un creciente sentimiento de insatisfacción en diferentes sectores sociales referido al grado de efectividad otorgado a la aplicación de la Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) -en común función con las propias estrategias de protección, mejoramiento y conservación del ambiente- para responder satisfactoriamente a los complejos desafíos de nuestro tiempo.
Ciertamente, este inconformismo no se origina ni se agota exclusivamente por una exigencia en la aplicación de la EIA, sino que en sí misma conlleva una crítica de aquellas bases conceptuales profundas de una racionalidad instrumental y pragmática, demandando un abordaje en extenso sobre las causas sistemáticas de las problemáticas socio ambientales y evitando las preferencias reduccionistas y burocráticas de la aplicación de medidas correctivas en el último tramo de la situación.
Marcado por una gestión innovadora y moderna, integrada a la perspectiva del desarrollo sostenible, la EIA se constituye en una de las principales herramientas normativa-administrativa destinada a mejorar el sistema de toma de decisiones públicas con relación a los impactos ambientales que emprendimientos o proyectos, del sector público o privado, producirían en caso de ser ejecutados; permitiendo que las políticas ambientales puedan ser cumplidas y, más aún, que ellas se incorporen tempranamente en el proceso de desarrollo y de toma de decisiones, actuando de manera preventiva en el proceso de gestión.
Pretender desarrollar una aproximación conceptual de la forma como es abordada la evaluación del ambiente dentro de la EIA, no sugiere limitar el análisis exclusivamente a los aspectos técnico-metodológicos particulares para plantear, desplegar y llevar a feliz término una EIA conforme a las propias exigencias normativas o a la singular caracterización del proyecto sobre el cual se desea ahondar. Admite también un análisis estructural y una reflexión sobre el propio papel atribuido y desempeñado al momento de enfrentar situaciones naturalmente complejas, permitiendo entrever tanto las posibilidades y los elementos constitutivos considerados como aquellos olvidados, obviados o excluidos.
Ante el reconocimiento de la propia dinámica constitutiva de la Evaluación de Impacto Ambiental, su capacidad metodológica de cambio y adaptación, su proceso inherente de transformación, su carácter participativo y, especialmente, su responsabilidad social como herramienta asociada al proceso decisorio en la aprobación o desaprobación de actividades, proyectos, planes y programas, se genera la necesidad de profundizar la mirada sobre el acotado objeto de estudio, intentando aportar -para efectos del presente artículo y tan sólo a modo de aproximación- una serie de apuntes reflexivos sobre la forma como se percibe y evalúa el ambiente.
INTERRELACIÓN, SUMATORIA Y AMBIENTE
Detrás de cada definición de ambiente hay una ideología y detrás de cada ideología hay dos tipos de situaciones sociales, la de quienes la generaron y la de quienes la adoptan o la interpretan (1). Este posicionamiento marcha sobre aquellas ideas tendientes a la necesidad de contextualizar la palabra ambiente, teniendo en cuenta tanto los diferentes imaginarios culturales y los característicos procesos sociopolíticos a partir de los cuales toma sentido el término, como, en el caso de la gestión ambiental y la EIA, la perspectiva disciplinaria desde la cual se interviene y el nivel de complejidad conceptual deseado en procesos pragmáticos de acciones puntuales, en los cuales se trabajan tiempos específicos de ejecución, en unos términos asequibles para un lenguaje común de planificación y metodologización.
La definición de ambiente como grupo de interrelaciones, ofrece algunas dificultades tanto para el análisis de los impactos ambientales dentro de la EIA como para la propia operatividad y definición de la gestión ambiental. En este sentido, Carrizosa (2) identifica por lo menos tres tendencias del pensamiento que construyen sus versiones en torno a esta idea: los holístas franceses, al ofrecer una definición integralista en la que (citando a Jacques Monod y su libro el azar y la necesidad) “la palabra environnement serviría para describir la sociedad toda: instituciones, cultura, naturaleza, ciudades, hábitat, economía, técnica, en una palabra, todo aquello que lo rodea,
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