ATACAMITA

ATACAMITA

La Atacamita es un mineral perteneciente al grupo de los Halogenuros, descubierto por primera vez en Chile, específicamente en la región de Atacama. Corresponde a un mineral especialmente escaso en la naturaleza, tanto así que no es considerado como una mena del cobre explotable económicamente, teniendo mercado casi únicamente en el mundo coleccionista, especialmente en aquellos países sin cultura cuprífera de extracción. Cristaliza en el sistema ortorrómbico, en donde a diferencia de la mayoría de los minerales que hemos visto, adopta una variedad muy restringida de hábitos cristalinos, dentro de los cuales encontramos los agregados granulares, fibroso, tabular y los más extravagantes cristales prismáticos, que dada las actividades de extracción minera y su impacto, rara vez se encuentran bien desarrollados, obteniéndose con dimensiones menores a un centímetro por cristal. Su ambiente de formación también es muy particular, ya que se origina a partir de la oxidación de sulfuros secundarios, en presencia de climas áridos con bajo porcentaje de saturación de agua y también por la actividad volcánica bajo el proceso de sublimación, presentando un color desde el verde botella hasta el negro intenso. Los principales yacimientos se encuentran en Tsumeb-Namibia, Arizona-EE.UU, Burra-Australia, El Vesubio-Italia y principalmente en las regiones de Atacama y Antofagasta-Chile, en donde destaca la gran mina “La Farola” en la provincia de Tierra Amarilla, en donde se encuentran los ejemplares más bello del planeta, en compañía de paragénesis con otros minerales secundarios de cobre, como Crisocola, Malaquita, Libethenita y fuera de los cupríferos la escasa Halloysita, que conjuntamente dan origen a formaciones inigualables y de gran demanda. Su identificación, pese a su rareza y particular formación, es de gran controversia en el mundo Geólogo y coleccionista, ya que existen múltiples ejemplares con los cuales tiende a confundirse justificadamente. Entre estos el de mayor relevancia es la Antlerita, que al poseer el mismo sistema y variedad de hábitos cristalinos, dureza y color de raya; se plantea realmente complejo determinar a nivel macroscópico, sino fuese por su disimilitud en el brillo, que por una parte en la Atacamita es adamantino y en la Antlerita es vítreo, sin embargo, no se considera un carácter concluyente en campo, dada la subjetividad de ambos conceptos de brillo que son fuertemente dependientes de la calidad de los ejemplares a comparar, con lo cual, la única diferencia visible mediante lupa o microscopio es la disposición del hábito fibroso, que en caso de la Antlerita siguen una línea de crecimiento paralelo, mientras que en la Atacamita son racimos pseudo-aciculares, mientras que para los otros hábitos sólo se describe a nivel químico, dado el crecimiento aleatorio de los cristales. El otro mineral que normalmente genera confusión para los principiantes es la Brochantita, que si bien desde una mirada rápida tiende a confusión, no es en lo absoluto parecida, dado que por una parte su principal hábito acicular es inconfundible, formando nódulos o los llamados “erizos abiertos” bien desarrollados en el espectro de color verde esmeralda, lo cual tanto en hábito como en color no corresponde para la identificación de la Atacamita. Por otro lado, el grosor de las fibras de crecimiento en la Atacamita siempre son de mayor espesor que las de Brochantita, las que literalmente asemejan pequeñas agujas que convergen desde un mismo punto.

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