Abdominales mentales unidad 4
Enviado por Brenda Núñez Moreno • 8 de Enero de 2016 • Trabajo • 437 Palabras (2 Páginas) • 231 Visitas
Ejercicio 1.
a) Debes realizar un trazo continuo.
b) No debes regresar sobre una misma línea.
c) El recorrido debe terminar en el mismo punto en que inició.
[pic 1]
Respuesta:
[pic 2][pic 3][pic 4][pic 5][pic 6][pic 7][pic 8][pic 9][pic 10][pic 11]
[pic 12][pic 13][pic 14][pic 15]
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[pic 28][pic 29][pic 30][pic 31][pic 32][pic 33]
Ejercicio 2.
Existen cinco tramos de cadena de tres eslabones
cada uno. ¿Cómo lograría unirlos en una
cadena recta, abriendo solamente 3 eslabones?
Respuesta:
Desatamos solo una cadena abriendo los 3 eslabones de esa cadena y cada una de ellas, las otras cuatro cadenas restantes.
Ejercicio 3.
El testamento del Jeque señalaba, según su última voluntad, que sus camellos deberían repartirse entre sus hijos de la manera siguiente: la mitad para el primogénito, una cuarta parte para el segundo hijo y una sexta para el menor. Pero el hecho es que el legado constaba de once camellos y los hermanos no se ponían de acuerdo en la forma de repartirlos. Finalmente, decidieron consultar a un viejo beduino, famoso por su sabiduría, y éste les ofreció su propio camello para que completaran la docena. Como los jóvenes se negaron en principio a aceptarlo, el beduino los tranquilizó afirmando: “No os preocupéis, que yo nada he de perder con esto”. Hecha la operación, resultó efectivamente así. ¿Cómo es posible? Escriba la explicación correspondiente.
Respuesta:
Sea X el Nro. de Camellos, considerando que le sumaron un camello del sabio beduino:
Primogénito = X/2
Segundo hijo = X/4
Menor hijo = X/6
X/2 + X/4 + X/6 = 11X/12 = 11. entonces X =12
Entonces la repartición de la herencia seria de la siguiente manera.
Si X = 12 entonces al primero le tocaría 6, al segundo 3 y al menor 2 camellos.
Ejercicio 4.
Existen dos lugares imaginarios, llamados Sincerio y Falsio, respectivamente. La gente de Sincerio siempre dice la verdad; en cambio, la gente de Falsio, invariablemente miente. En una ocasión, un turista llegó a uno de los dos lugares, sin saber en dónde se encontraba; recordando esta regla de oro de la conducta de
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