Agua Subterránea

AGUA SUBTERRÁNEA, RESERVA NATURAL DE VIDA.

El agua subterránea es aquella entendida como el recurso hídrico que se encuentra bajo la superficie del terreno, que luego de un evento de precipitación, logra alcanzar una unidad geológica capaz de almacenarla y, en ocasiones, dejarla fluir, conocida como acuífero (Figura 1).

Del 70% del agua del planeta, el 97.5% es agua salina, que para efectos prácticos, en términos de tratamiento, resulta ser un agua no aprovechable. El 2.5% del agua restante se encuentra distribuida entre los casquetes polares, nieves, ríos, lagos, humedales y agua subterránea, siendo esta ultima el 30% de la totalidad del agua dulce en el planeta.

Figura 1 Ciclo del Agua.

El agua subterránea, en términos generales, es un agua apta para el aprovechamiento y consumo, sin embargo sus condiciones físicas y químicas están condicionadas por el uso del suelo y las actividades antrópicas en su superficie. El agua lluvia que alcanza la superficie del terreno tiene tres posibles caminos a seguir: la evaporación, la escorrentía y la percolación. El agua que percola debe atravesar mantos gruesos de material solido, bien sea suelo o roca, antes de alcanzar el acuífero. En este proceso, el suelo hace las veces de un filtro natural reteniendo sus impurezas, y a su vez, va cambiando la composición química del agua. Una vez almacenada en el acuífero, fluye lentamente hacia otras unidades o hacia algún cuerpo de agua superficial.

El agua subterránea constituye, en muchos lugares del país y del mundo, una alternativa, o quizás la única opción, de abastecimiento de agua potable a la población. Esta se encuentra a diferentes profundidades y es necesario perforar el terreno hasta encontrarla, en algunos casos esta perforación es de tipo artesanal debido a la poca profundidad a la que el agua se encuentra, exploración conocida como aljibe. En situaciones donde el agua se encuentra muy profunda es necesario realizar perforación con maquinaria y a esta se le llama pozo. La extracción se hace, principalmente, por medio de sistemas de bombeo.

En Colombia, las unidades acuíferas de mayor interés, debido a la importancia que representan para la comunidad, se encuentran en El Bajo Cauca antioqueño, La Guajira, San Andrés y Magdalena Medio, aunque se reconocen también los acuíferos del Valle del Cauca y Bogotá como unidades acuíferas que aportan un caudal significativo sobre todo en actividades industriales. En el Valle de Aburrá se han venido realizado diferentes estudios con el fin de determinar la distribución y disponibilidad de este recurso y su posible aprovechamiento en el tiempo.

Para el Vallé de Aburrá, mediante el estudio “Red de Monitoreo Ambiental en la Cuenca Hidrográfica del Río Aburrá en Jurisdicción del Área Metropolitana”, realizado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en convenio con la Universidad de Antioquia, Universidad Nacional, Universidad Pontificia Bolivariana y Universidad de Medellín, en el 2011, se lograron aportar nuevos conocimientos y herramientas de gestión para el sistema hidrogeológico, principalmente en términos de exploración hidrogeológica, dar las perspectivas que, en términos de aprovechamiento, se puedan dar en el valle e implementar una red de monitoreo piezométrico y de calidad del recurso hídrico subterráneo en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Figura 2 Localización del Valle de Aburrá.

El Valle de Aburrá, se encuentra ubicado en el centro sur del departamento de Antioquia en la Cordillera Central, está enmarcado por una topografía irregular con pendientes variables, las montañas y altiplanos que lo limitan tienen una altura promedio de 2.700 m.s.n.m., siendo el punto más alto el cerro del Padre Amaya con 3.100 m.s.n.m. El río Aburrá-Medellín nace a unos 1.800 m.s.n.m. en el alto de San Miguel, municipio de Caldas, recorre este valle de sur a norte, recibiendo cerca de 200 afluentes directos y por intermedio de ellos, más de 352 quebradas a lo largo de su recorrido. La cuenca tiene una extensión de 1.152 km2 de los cuales 340 km2 son suelo urbano y 812 km2 son de suelo rural (Área Metropolitana del Valle de Aburrá, 2008) (Figura 3). La precipitación

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