Aguas continentales

Las aguas continentales constituyen a penas el 2.6% del total acuático del planeta frente al 97.4% de las aguas oceánicas (aguas saladas) y se presentan en dos estados físicos; líquidos y sólidos.

El agua en estado líquido está presente en mantos acuíferos, arroyos, ríos, lagos, lagunas el cual representa a penas el 0.54% del total acuático de la Tierra.

En estado sólido el cual se encuentran en los glaciares continentales y de alta montaña que se forman temporalmente en regiones de frío.

En el aspecto físico las aguas continentales difieren de las oceánicas por su mayor variabilidad térmica y su menor densidad. En el aspecto químico las aguas continentales se caracterizan sobre todo por la menor cantidad de aguas continentales disueltas en ellas.

Las aguas subterráneas se deben a que una parte del agua llovida penetra en el suelo por el fenómeno de infiltración, hasta alcanzar una capa de roca impermeable, es ahí donde se acumulan y forman los mantos acuíferos.

El volumen de agua que se infiltra depende de muchos valores:

La cantidad e intensidad del agua caída, la pendiente y naturaleza del suelo, el grado de humedad del terreno, además de la abundancia o escases de vegetación, entre otros.

Esta aguas infiltradas se puede afirmar que son las más valiosas por ambas razones:

• No se evaporan, pues no reciben rayos solares, lo cual permite conservarlas indefinidamente y se contaminan menos que las aguas superficiales.

• Al salir a la superficie a través de fuentes o manantiales alimentan a arroyos, ríos, lagos, etc. Con un suministro continuo de agua.

• En tiempos de sequía pueden ser extraídas mediante pozos.

• En algunos lugares son de gran importancia turística ya que son utilizadas para el tratamiento de algunas enfermedades.

Los ríos son hechos geográficos de gran importancia para el hombre, se clasifican en ríos jóvenes, maduros y viejos.

Los ríos jóvenes están caracterizados por tener una corriente impetuosa, cascadas y cataratas, se prestan para la producción de energía eléctrica. A este tipo pertenece la mayoría de ríos mexicanos.

Los ríos maduros están caracterizados por tener una corriente más lenta y son parcialmente navegables. En tiempos de lluvia crecen y se desbordan (caso de los ríos Grijalva y Usumacinta) inundando las tierras colindantes.

En cambio los ríos viejos se caracterizan por tener una corriente muy lenta, son fácilmente navegables.

Todos los ríos son de enorme importancia para la vida humana, ya que proporcionan agua para uso doméstico, agropecuarios, industriales, etc. Además del suministro de abundante pesca. En muchos casos sirven de límite natural entre países que delimitan parcialmente fronteras, como por ejemplo: La de

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