Alcoholismo
Enviado por mvlenv • 18 de Mayo de 2014 • 3.688 Palabras (15 Páginas) • 185 Visitas
¿Qué es el alcohol?
El alcohol es, desde un punto de vista químico, aquel compuesto orgánico que contiene el grupo hidroxilo unido a un radical alifático o a alguno de sus derivados. En este sentido, dado que se trata de un compuesto, existen diversos tipos de alcoholes.
En el lenguaje cotidiano, se conoce como alcohol al compuesto químico etanol, también nombrado como alcohol etílico. Se trata de un líquido incoloro e inflamable, cuyo punto de ebullición es 78ºC.
La fórmula química del alcohol etílico es CH3-CH2-OH. Este compuesto se utiliza para preparar las bebidas alcohólicas, las cuales, en muchas oportunidades, también son conocidas simplemente como alcohol (por ejemplo, “Tenemos que comprar el alcohol para la fiesta de esta noche”, “Miguel bebió demasiado alcohol, ya no sabe lo que dice”).
Las bebidas alcohólicas pueden producirse por fermentación (como el vino y la cerveza) o por destilación (como el licor). El porcentaje de alcohol etílico presente en cada bebida puede variar: la cerveza presenta, aproximadamente, un 5% de alcohol; el vino se acerca al 15% y los licores pueden llegar a contener un 50% de etanol.
Cabe destacar que el alcohol etílico es una droga psicoactiva para los seres humanos. Su consumo produce, en principio, una sensación de alegría. Al tiempo, el individuo puede sufrir problemas de coordinación y tener la visión borrosa. Con un consumo excesivo, es posible alcanzar un estado de inconsciencia y, en un nivel extremo, llegar a la muerte por envenenamiento. Ya que el alcohol es una droga y personas pueden morir por sobredosis. Esto es un peligro para adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su capacidad de beber alcohol pero todavía no puede medir los efectos.
Estas consecuencias negativas del alcohol para el organismo hacen que la mayoría de los países prohíba el consumo de bebidas alcohólicas a los menores de cierta edad (por lo general, 18 años).
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo es una enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol.
Características del alcoholismo
Hasta el momento no existe una causa común conocida de esta adicción, aunque varios factores pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo y las evidencias muestran que quien tiene un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad, una puede ser el estrés o los problemas que tiene la persona que lo ingiere.
Ello puede deberse, más que al entorno social, familiar o campañas publicitarias, a la presencia de ciertos genes que podrían aumentar el riesgo de alcoholismo.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima, facilidad para conseguir el alcohol y aceptación social del consumo de alcohol.
Clases de alcoholismo
Los recientes estudios han llevado a los investigadores ha clasificar el alcoholismo en cuatro clases que son:
ALCOHOLISMO ALFA: Se presenta como un trastorno intermitente, con episodios de embriaguez severa y perturbaciones en el comportamiento. La embriaguez es inoportuna y el individuo tiene problemas en su comportamiento social, suelen tener apetencias por las bebidas destiladas.
Ingieren gran cantidad en poco tiempo provocando altas concentraciones sanguíneas. La tolerancia es baja y no aumenta con los años. La dependencia es puramente psicológica, el consumo tiene que ver con aliviar situaciones de intensa angustia. La evolución suele ser benigna pero puede haber consecuencias en los vínculos familiares, en las relaciones sociales y laborales. Pueden estar también envueltos en problemas policiales y accidentes de tránsito.
ALCOHOLISMO BETA: Es una forma enmascarada de abuso crónico, se usan preferentemente bebidas fermentadas. Implica un consumo diario de vino o cerveza en cantidades que se van aumentando progresivamente. Por lo tanto van desarrollando una gran tolerancia y la dosis va creciendo con los años. No se producen episodios sintomáticos, hay gran adaptación social y en general no se alteran las relaciones laborales. No se encuentran síntomas de dependencia física y tampoco hay perturbación psíquica, pero sí gran influencia ambiental.
El diagnóstico aparece por trastornos orgánicos crónicos (ascitis, cirrosis, várices esofágicas). Deben ser diagnosticados como alcohólicos crónicos en los servicios de clínica médica ó clínica quirúrgica, donde son más frecuentemente detectados.
ALCOHOLISMO GAMMA: Se presenta inicialmente como trastornos de consumo episódico e intermitente. Pero poco a poco los periodos de embriaguez se van haciendo más prolongados. El sujeto pierde el control y no logra detenerse. Se utilizan bebidas destiladas o fermentadas indistintamente. A menudo descuida sus obligaciones laborales. Pueden aparecer síntomas de depravación, tales como alucinosis pasajeras e, incluso, delirium tremens. Durante el abuso de bebidas, o bien para controlar los síntomas de abstinencia, suelen auto medicarse utilizando sedantes u otras drogas estimulantes como la cocaína.
Existe compulsión psíquica y bebe incluso a pesar de esforzarse por no hacerlo. Es frecuente la comorbilidad psiquiátrica.
Se produce un importante deterioro social, familiar y laboral. Son habituales los problemas policiales, las riñas y los accidentes.
ALCOHOLISMO DELTA: Este cuadro es coincidente en todos sus puntos con el síndorme de dependencia al alcohol. Se trata de bebedores cotidianos que presentan síntomas de dependencia global establecida (písquica y física) y que muestran una incapacidad de abstenerse. Presentan una preocupación obsesiva por beber y el comportamiento social es llamativo. Se los reconoce entre otras cosas, por su contínuo hálito alcohólico.
Hay ausentismo y deterioro laboral, se destruyen los vínculos familiares, y a nivel social, se terminan relacionando solo con personas que están en su misma situación.
Son frecuentes los síntomas de privación, con grandes cuadros de abstinencia, temblor en las manos, sueño interrumpido e inapetencia.
Sufren trastornos orgánicos graves.
ALCOHOLISMO ÉPSILON: Se trata de un cuadro episódico como la dipsomanía. Se produce un abuso de algunas semanas que se repite algunas veces al año. Con frecuencia en una época del año en particular y va precedido de estados depresivos. El sujeto
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