Alimentos transgénicos; ¿Somos lo que comemos?

Elian Mateo Remolina Lamus

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Alimentos transgénicos; ¿Somos lo que comemos?

Food, Inc es un documental estadounidense lanzado en 2008 por el cineasta Robert Kenner, en el cual se relata la cruda realidad de la industria alimentaria norteamericana con mucho realismo, con entrevistas en primera persona a productores, agricultores y campesinos que narran las condiciones de los contratos de servicio que tienen con las grandes multinacionales de producción alimentaria alrededor del mundo. Multinacionales como Monsanto, que controlan el mundo de los alimentos transgénicos de manera monopolística, al punto de que sus directivos hacen parte y tienen influencia en los cargos públicos que regulan el mercado estadounidense de semillas genéticamente modificadas. En el documental se dedica toda una secuencia a esta multinacional, especialmente al tratamiento de especies genéticamente modificadas de trigo y soja. Y no es para menos, está comprobado mediante información experimental, que los alimentos genéticamente modificados tienen muchos y variados efectos sobre el medioambiente, especialmente el trigo y la soja, que hacen parte de los denominados ‘superalimentos’ que están presentes en la mayoría de los productos en las distintas dietas alrededor del mundo. A continuación, se ahondará en esta compleja temática, con especial énfasis en el impacto ecológico de los alimentos transgénicos sobre el medioambiente.

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Ilustración 1. Diversidad de especies de maíz.

Los problemas de los alimentos transgénicos son de distintos tipos, sin embargo, lo más preocupantes es que son problemas que llegan a ser imprevisibles. Una semilla transgénica no tiene fronteras, dado que es imposible contener el polen transportado por viento o por abejas, una vez se desprende una semilla transgénica es muy difícil de contener la contaminación a la misma especie no transgénica, y tratándose de especies tan masivas y fundamentales como el trigo o el maíz, se presenta una fuerte afectación sobre la biodiversidad y se plantean consecuencias desconocidas aún, sobre los efectos en las especies animales -incluida la humana- que nos alimentamos de estos cultivos. Por otro lado, los alimentos transgénicos promueven los modelos de agricultura altamente industrializados y expansionistas, que, en países como Brasil, están sobrepasando la frontera agrícola en la Amazonía con las plantaciones de Soja genéticamente modificada. Por otro lado, los transgénicos multiplican el número de agrotóxicos, herbicidas y nitrificantes, que emiten emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y pueden llegar a contaminar mediante escorrentía superficial afluentes hídricos o cuerpos de agua produciendo eutrofización y por tanto extinción de especies. Además, los maíces transgénicos producen contaminación del suelo y generan resistencia, por tanto, día a día se necesitarán más pesticidas para controlar las plagas en los cultivos, y de ahí que la contaminación del suelo aumente con el crecimiento de estas plantaciones.

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