Anatomía Humana
Enviado por ariadne1112 • 19 de Septiembre de 2012 • 6.390 Palabras (26 Páginas) • 778 Visitas
Sistema Esquelético
La estructura del cuerpo se forma a través de un armazón que son los huesos que enlazados unos a otros establecen las diferentes palancas que darán origen a los diferentes movimientos.
Los huesos, que pertenecen al sistema motor, están unidos unos a otros por medio de los ligamentos y se articulan por medio de los músculos.
El número de huesos en el cuerpo humano es de 200, sin contar los cartílagos y los huesos sesamoideos que son huesillos no fundamentales para la realización del movimiento y que se van perdiendo según la evolución del ser humano. El más grande es la rótula y los más pequeños son los huesillos de las manos.
Algunos están en constante crecimiento y no cesan de crecer durante toda nuestra vida, pero la mayor parte deja de crecer a los 20 años. Hasta su madurez los huesos pasan por tres fases diferentes:
• Fase del esqueleto precartilaginoso.
• Fase del esqueleto cartilaginoso.
• Fase ósea.
En su estado adulto están formados de calcio. La osificación se produce desde la parte central o diáfisis hacia los extremos o epífisis.
En la sección transversal de un hueso se observan láminas intersticiales, sistema de Havers, osteocitos y láminas óseas.
Tejido óseo
Es un tipo especializado del tejido conectivo, constituyente principal que forma parte de los huesos de los seres humanos.
Está compuesto por células y componentes extracelulares que forman la matriz ósea.
Tiene gran resistencia y rigidez.
Funciones:
Este tejido realiza funciones muy importantes:
Actúan como sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y tejidos blandos.
Permiten el movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
Protegen a los órganos: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los pulmones y al corazón.
Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga del abastecimiento de diversos minerales, principalmente el fósforo y el calcio, que son muy importantes en funciones que realiza el organismo como la contracción muscular, lo cual es el caso del calcio. Cuando uno de éstos minerales es necesario, los huesos lo liberan en el torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el organismo.
Contribuyen a la formación de células sanguíneas: La médula ósea o roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos largos (como por ejemplo la pelvis, las vértebras, etc.), se encarga de la formación de glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se denomina hematopoyesis.
Sirven como reserva energética: La médula ósea amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra en los canales medulares de los huesos largos, es una gran reserva de energía.
Clasificación de los huesos por su morfología
Atendiendo a su forma, los huesos se clasifican en:
Huesos Largos: Son aquellos en los cuales predomina una dimensión, el largo, sobre las otras dos, el ancho y el grueso. Los huesos largos se encuentran en las extremidades. En todo hueso largo encontramos una porción central, llamada diáfisis y dos extremidades o epífisis. Ejemplo: el fémur, la tibia, los metacarpianos.
Huesos Cortos: En los huesos cortos las tres dimensiones son aproximadamente iguales. Se encuentran en la columna vertebral, el carpo y el tarso. Ejemplos: una vértebra, el astrágalo, el semilunar.
Huesos Planos: Los huesos planos o anchos presentan dos dimensiones, el largo y el ancho, considerablemente mayores que el grueso. Se encuentran en el cráneo y en el tronco.
Ejemplos: el frontal, el occipital, el ilíaco.
Huesos irregulares: Se denominan así aquellos que no encajan en otra clasificación; se incluyen en este grupo muchos de los huesos del cráneo, las vértebras y los huesos de la cadera. Se componen de hueso esponjoso rodeado de una fina lámina de tejido compacto. Ejemplo de estos huesos lo constituyen las vértebras.
Huesos Neumáticos o Sinusales: Contienen en su interior grandes espacios llenos de aire que se comunican indirectamente con el exterior. Ejemplo: los huesos maxilares y los frontales
Huesos Sesaminoides: Constituyen un tipo de hueso corto y aparecen en las manos y en los pies, envueltos en tendones o cápsulas articulares. Son de diverso tamaño y número. Algunas sirven para modificar el ángulo de tracción tendinosa; otros son tan pequeños que es difícil asignarles una función importante determinada. Ejemplo de este tipo de huesos lo constituyen la rótula en la rodilla del miembro posterior.
Huesos Accesorios: Se llama así los huesos que no aparecen habitualmente. En general son del tipo corto o plano y se observan en las manos y en los pies.
Pertenecen a este grupo algunos sesamoideos y ciertas epifisis no soldadas del adulto. Tienen importancia medicolegal, ya que en la observación radiográfica pueden confundirse con fragmentos fracturarios. Suelen ser bilaterales y de contornos lisos.
Partes del hueso largo
Epífisis: Se llama epífisis a cada uno de los extremos de un hueso largo. Es la zona en la que se sitúan las articulaciones. La epífisis suele ser más ancha que la porción central del hueso o diáfisis.
La epífisis está formada por tejido esponjoso en el centro y por una capa delgada de hueso compacto en su periferia y se encuentra separada de la parte central del hueso por una región llamada metáfisis que es donde se encuentra el cartílago de crecimiento.
Esta cubierta en su parte externa por el periostio y en su parte interna se encuentra la médula ósea roja que es donde se forman los glóbulos rojos y otras células sanguíneas. En la zona que forma la articulación la recubre un tejido cartilaginoso que se llama cartílago articular.
Los principales huesos que poseen epífisis son los huesos largos de las extremidades. En el ser humano tienen epífisis el fémur, la tibia, el peroné, los metatarsianos y las falanges en las extremidades inferiores, y el humero, el cúbito, el radio, los metacarpianos y las falanges en las extremidades superiores.
Metáfisis: Se llama metáfisis a una zona intermedia de los huesos largos que está situada entre la zona central que se llama diáfisis y los extremos o epífisis.
Mientras perdura el crecimiento del hueso, la zona de la metáfisis está ocupada por un tejido
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