Anestesia Dental

Para prevenir una reacción de toxicidad a los anestésicos locales hay que tener en cuenta varios factores.

1. La dosis, debe ser la cantidad mínima de anestésico local que se necesite para controlar la intensidad y duración del dolor.

2. Se debe tener en cuenta la edad del paciente, masa corporal, la función hepática y la historia de problemas o alergias al anestésico local.

3. El siguiente factor es como se administra el fármaco. El odontólogo debe administrar la dosis requerida lentamente, evitando la inyección intravascular y empleando vasoconstrictores (si está indicado) para lentificar la entrada del anestésico al torrente sanguíneo.

4. Elección del agente anestésico. los anestésicos locales varían en cuento a la solubilidad lipídica, a las propiedades vasodilatadoras, a la unión a proteínas y a la toxicidad inherente.

Las manifestaciones clínicas de una sobredosis de anestésico local varían en función de la gravedad de la sobredosis, la rapidez con la que ocurre y la duración del exceso de concentración sérica. Los signos de una reacción de toxicidad leve pueden limitarse a un aumento de la confusión del paciente y ansiedad. A medida que la gravedad de la sobredosis aumenta, el paciente comienza a arrastrar las palabras, aparecen nistagmos y temblor generalizado. Se puede presentar también síntomas como cefalea, mareo, visión borrosa y somnolecia. La manifestación más seria de la toxicidad por anestésico local es la aparición de convulsiones tónico-clónicas generalizadas y depresión cardiaca que genera un paro cardiaco.

Para manejar una reacción de sobredosis leve por anestésico local hay que monitorear los signos vitales, pedir al paciente que hiperventile de forma moderada, con o sin administración de oxigeno, y obtener un acceso venoso. Si no desaparecen rápidamente los signos de toxicidad, se debe administrar una dosis i.v lenta de 2,5 a 5mg de diazepam.

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