Antropología biológica
Enviado por AmberSolis • 10 de Julio de 2013 • Tesina • 2.378 Palabras (10 Páginas) • 338 Visitas
INTRODUCCION
En la última década de este siglo XX, una nueva disciplina de la Antropología biológica, la Antropología forense, ha recibi-do una creciente atención en los organismos interesados en la exhumación e identificación de desaparecidos, cuyos restos se han esqueleti-zado por la acción del tiempo y de agentes externos. La convul-sionada situación social vivida en Colombia ha generado una oleada de violencia que ha producido cerca de 2 000 casos repor-tados de desaparecidos forzados, algunas de cuyas víctimas han sido inhumadas en fosas comunes (Hoyo Malo, Hoyo Mamayo, etc.), otras han sido enterradas en tumbas individuales sin nombre (N. N.). En este contexto ha surgido la Antropología forense, disci-plina encargada de la exhumación e identificación de restos óseos de desaparecidos, a través de su enfoque multidisciplinario conjugando los aportes de la Antropología biológica (paleoantro-pología, somatología, antropología dental, dermatoglífica), la arqueología y otras disciplinas antropológicas (sociales), forenses (medicina, odontología) y la criminalística, con el fin de aunar esfuerzos en la identificación de los N. N. A pesar de su reciente surgimiento, las asesorías brindadas por los antropólogos físicos a distintas entidades legales (Instituto de Medicina Legal, Cuerpos Técnicos de Investigación) y a personal administrativo judicial, en forma directa mediante el análisis de algunos casos forenses y a través de seminarios-talleres de Antropología forense; la visita del Equipo Argentino de Antropología Forense (E.A.A.F.); la realización en Santafé de Bogotá del II Congreso Mundial de Medicina Legal y otros eventos de carácter forense, ha generado un gran interés en médicos, odontólogos, antropólogos, juristas y estudiantes hacia los métodos de esta disciplina. En la mayoría de los casos los restos óseos de las víctimas y algunas de sus prendas personales constituyen la única eviden-cia para su identificación. Por tal razón, su estudio resulta de gran importancia por cuanto nos permite reconstruir la imagen biológica de los miembros de aquellas comunidades de campesinos, obreros, industriales, recicladores y en fin de aquellas personas que en vida forjaron pensamientos e ilusiones por un país lleno de grandeza y de paz, pero cuyos anhelos fueron truncados por las manos de victimarios que ciegamente han contribuido a la inesta-bilidad de la sociedad, al caos y al odio. A su vez, los fami-liares de las víctimas deambulan por frías e inmutables morgues, por fétidas y desordenadas fosas comunes tratando de identificar el cuerpo de su hijo, esposo o hermano; son acosados por chulos -los representantes de las casas funerarias de cercanías de Medicina Legal- para identificar cualquier cuerpo con tal de que sea enterrado por la empresa que representa; consultan miles de fotografías de cadáveres en archivos de las distintas institucio-nes encargadas de estos procesos judiciales y que infortunadamen-te guardan celosamente la información de los otros colegas forenses en busca de protagonismo institucional; finalmente tienen que incluir los datos personales del desaparecido en el censo de turno, pues según las legislaciones de Colombia conti-núan vivos. Y en realidad siguen vivos en la memoria de sus familiares ya que no pueden iniciar ningún proceso de sucesión ni darles cristiana sepultura. Sus tumbas anónimas buscan el recono-cimiento histórico y el sosiego de una madre, una esposa o unos hijos.
A partir de los restos esqueletizados, y en algunas ocasio-nes, momificados, se pretende conocer la variabilidad biológica de los desaparecidos: sus características físicas, forma del rostro, estatura, proporciones corporales, grado de robusticidad, su situación nutricional, las principales enfermedades que afectaron su estado de salud y dejaron huella en el hueso y las posibles causas de su deceso. Igualmente, es importante
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verificar la información consignada por las historias clínicas sobre tratamientos odontológicos, intervenciones quirúrgicas, traumas antiguos y hábitos laborales que hayan trasformado el hueso de una manera muy particular. El hueso como tejido y como órgano es afectado durante la vida del individuo tanto por factores endógenos (desórdenes hemopoyéticos, metabólicos, endocrinos, enfermedades infecciosas) como exógenos (traumas, marcas de estrés laboral, estrés nutri-cional, factores culturales). Por tal razón, su estructura se modifica en el tiempo y en el espacio de acuerdo al principio de la variabilidad filogenética (evolutiva), racial (ancestral), sexual, ontogénica (durante su crecimiento y desarrollo), indivi-dual (según la intensidad y tipo de actividad física) y cultural (de acuerdo a las prácticas culturales arraigadas). Inicialmente se identifica la biología general del individuo que lo vincula en calidad de miembro de una población, con un sexo específico, una edad determinada, un patrón racial y carac-terís-ticas físicas detalladas (estatura, proporciones corpora-les), en lo que se denomina la cuarteta básica de la identifica-ción. Posteriormente se procede al diagnóstico de la biología indivi-dual de la persona, que incluye las anomalías óseas, patologías, estado de salud-enfermedad, hábitos de lateralidad y si el cráneo se encuentra en perfecto estado se puede elaborar una reconstruc-ción facial del rostro del individuo. El establecimiento del patrón morfológico total de un grupo étnico determinado, definido por W. E. Le Gros Clark (1976:27) como la valoración de su estatus filogenético y taxonómico basado "no en la comparación de los caracteres individuales, es decir vistos éstos uno por uno, sino en la consideración del patrón total que ofrecen en combinación" permite analizar las relaciones existentes con grupos vecinos, estimar el grado de afinidad o semejanza a través de la evaluación cuantitativa de sus relacio-nes taxonómicas. La comparación directa de los caracteres morfo-lógicos y métricos del cráneo que más diferencia a poblaciones relacionadas estrechamente en un marco geográfico, pone de manifiesto la historia del poblamiento y migración de ese terri-torio (Alexeev, 1976). Este enfoque biométrico facilita la construcción de árboles genealógicos (dendrogramas) que represen-tan gráficamente las correlaciones biológicas de todas las poblaciones implicadas y de las cuales poseemos información. El análisis osteopatológico, es decir, el estudio de las enfermedades que dejaron huella en el esqueleto, representa una fascinante fase en el proceso de individualización durante la reconstrucción de la biografía biológica antemortem, tanto del individuo como de la población. La estimación del estado de salud-enfermedad de un conjunto de individuos nos permite rela-cionar los aspectos biológicos y culturales (bioculturales). La salud de un individuo depende
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