Apología Del Economista
Enviado por Cristinaft24 • 23 de Noviembre de 2013 • 536 Palabras (3 Páginas) • 405 Visitas
El autor compara la economía con el resto de ciencias, resultando la Economía una materia como poco interesante y secundaria para muchas personas. Incluso comenta que “…Visto como conocimiento en sí mismo, es pobre el espectáculo que ofrece la economía política…”.
El autor pretende desarrollar en este artículo, un discurso sobre la economía como ciencia y de los economistas como sus pensadores.
Destaca las características especiales de la materia que se ocupa el economista, reconoce las limitaciones de la economía como ciencia, analiza las causas, que según el autor, provoca mala imagen e intenta definir la labor de los economistas
La primera idea que destaca el autor, es la de dividir los asuntos a estudiar en dos clases: públicos y privados. Es decir, si el economista serio utiliza un mecanismo público de estudio entonces no hay inconveniente en que emprendan sus trabajos sin el asesoramiento de expertos. Por otro lado, si el economista utiliza una técnica formal, el “hombre de la calle” en vez de sentir respeto por dicho trabajo, califica la actitud del economista como premeditada y oscura. Los economistas tienen que hacer frente, no solo a la tarea de buscar soluciones justas a sus problemas, sino también a veces, la tarea de enfrentarse a los obstáculos no propios de la misma coyuntura. Lo que en otra ciencia sería impensable, en la economía sucede, pues hay mucho intrusismo.
Cualquiera se atreve a realizar un análisis macroeconómico o se atreve a
a criticar a los gobiernos y proponer medidas socio-económicas que solucionarían la actual crisis financiera.
La segunda característica especial de la materia de que se ocupa el economista es que el argumento económico está continuamente desarrollando un papel cada vez más importante en los debates políticos secretarios. Los políticos secretarios, en base a lo que quieren hacer buscan los argumentos económicos para defender su postura y beneficiarse. Para estos sujetos, el razonamiento económico no es un medio para alcanzar la verdad, sino una arma que les resulta útil para hacer daño a sus oponentes. Es por ello que el autor considera la economía como la ciencia más vulgar.
La obra del economista tiene una tercera característica, la gran mayoría de economistas no puede escribir con apego a la realidad porque carece de la experiencia personal necesaria y, no se propone escribir con apego a la realidad, sino que se limita a un análisis de carácter general, del cual está excluido del detalle. Corresponde al economista, cuando es joven, aprovechar cualquier oportunidad que se le pueda ofrecer para adquirir él conocimiento directo de la vida de los hombres y las mujeres, en las fábricas y en los campos, para entender las maquinas, para ver si mismo, de primera mano, como se organizan y manejan los negocios. Como menciona Adam Smith en su obra La Riqueza de las Naciones: “Así, no ante
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