Apuntes Corazon
Enviado por paulii.ley • 20 de Agosto de 2014 • 10.192 Palabras (41 Páginas) • 251 Visitas
ANGINA DE PECHO
La angina de pecho, también conocida como angor pectoris, no es una enfermedad propiamente dicha, sino un dolor que aparece cuando la pared muscular del corazón no recibe, de forma temporal, una cantidad suficiente de oxígeno.
Las arterias coronarias suministran al corazón la cantidad de sangre necesaria para satisfacer las demandas derivadas de la actividad física. Sin embargo, esta capacidad queda restringuida en aquellas personas que sufren ateroesclerosis de las arterias coronarias, muchas veces acompañada de otros trastornos que disminuyen la aportacion de oxígeno al miocardio, como anemia o una dolencia de las válvulas cardíacas. En estos casos puede ocurrir que el aporte de oxígeno al corazón sea el adecuado para algunas actividades, pero que resulte escaso cuando se practica deportes, o en caso de temperaturas extremas o de fuertes emociones. Estas son las causas más frecuentes que provocan la aparición de la angina de pecho, y está comprobado que el dolor desaparece cuando disminuye la exigencia de oxígeno adicional.
SINTOMAS
La angina de pecho es una dolencia que, por lo general, no precisa hospitalización. En los hombres raramente aparece antes de los treinta años, y la causa es casi siempre una enfermedad de las arterias coronarias.
En las mujeres aparece más tardíamente, generalmente causada por hipertensión, anemia o deficiencias en el funcionamiento de las válvulas cardíacas.
El síntoma característico de la angina es un fuerte dolor en el pecho, que puede extenderse hasta la garganta y la mandíbula superior, la espalda y los brazos, principalmente el izquierdo.
Nunca se debe suspender bruscamente la administración de los betabloqueantes. Las dosis deben disminuirse muy paulatinamente y siempre bajo orden estricta del médico.
Si la angina de pecho se debe a una estenosis aórtica o a una enfermedad coronaria, puede requerirse una intervención quirúrgica.
Otros síntomas que pueden acompañar al dolor son ciertas dificultades respiratorias, sudoración, náuseas y mareos.
TRATAMIENTO
Si la persona que sufre una angina es fumadora habitual, será recomendable que abandone o disminuya drásticamente el consumo de tabaco.
Si su peso excede del normal, conviene que trate de volver a su peso ideal mediante una dieta adecuada.
En cualquier caso, será el médico quien determine si es necesario reducir las actividades cotidianas, o dejará que el afectado reconozca por sí mismo las limitaciones impuestas por la angina a sus actividades físicas. Es importante adoptar una actitud más relajada ante la vida y evitar situaciones que puedan ocasionar emociones intensas, así como reconsiderar la importancia de las preocupaciones habituales, pero sin caer en el círculo vicioso que supone adoptar una vida sedentaria tras una angina de pecho, lo que aumenta el riesgo de volver a sufrirla. La falta de actividad, además, suele causar muchos más casos de angina que las excitaciones o las emociones fuertes.
En cada caso, el médico tratará la enfermedad que provoca la angina. Existen muchos fármacos que aumentan de forma temporal el flujo de sangre al corazón. Entre los más empleados están las tabletas de una asociación de cafeína y nitroglicerina, que se disuelve bajo la lengua y actúan con rapidez disminuyendo el dolor, tanto si se toman antes de cada ataque como en el transcurso de éste. Otros son los agentes bloqueadores beta-adrenérgicos, o betabloqueantes, que reducen las necesidades de oxígeno del corazón, provocando una disminución del ritmo cardíaco. Es fundamental utilizar estos fármacos exactamente según la prescripción, ya que una sobredosis puede causar mareos, desmayos y otros efectos secundarios.
PRUEBAS RECOMENDADAS TRAS LA ANGINA DE PECHO
Prueba Determinación
Análisis de orina Diabetes
Análisis de sangre Enfermedad tiroidea, anemia y nivel de lípidos en la sangre
Arteriografía coronaria El lugar donde se han estrechado o bloqueado las arterias
Electrocardiograma Los impulsos eléctricos del corazón, para confirmar la angina o la enfermedad de las arterias coronarias.
Radiografía de Tórax Señales de esfuerzo cardíaco, como un corazón agrandado.
Se trata de un dolor intenso y sofocante, que con frecuencia se presenta acompañado de una gran sensación de ahogo y de muerte inminente. Con menos frecuencia aparece sólo en los brazos, las muñecas o el cuello, pero se lo reconocerá como angina si surge en situaciones de esfuerzo o estrés emocional, y se alivia con el reposo.
Arritmia Cardiaca
En el corazón existen células especializadas que tienen la capacidad de generar un estímulo eléctrico que, a su vez, estimula al músculo cardíaco para que se contraiga y expulse la sangre del corazón hacia los distintos órganos. Estas células especializadas forman nódulos, del nódulo sinusal parten los estímulos eléctricos que se distribuyen en el corazón determinando su contracción.
Las arritmias cardíacas son todos aquellos trastornos que interfieren en el ritmo normal de generación o conducción de los impulsos eléctricos.
La frecuencia cardíaca normal varía en una persona adulta normal entre 60 y 100 latidos por minuto, influenciado por la capacidad de la generación de estímulos en el nódulo sinusal y del sistema nervioso vegetativo. Este último, a su vez, es influenciado por la respiración, aumentando la frecuencia cardíaca durante la inspiración y disminuyendo durante la espiración.
Existen muchas clasificaciones que tienen en cuenta su mecanismo de producción, localización, y el riesgo que son capaces de ocasionar. si bien todas son incompletas, son muy útiles desde el punto de vista didáctico. Dependiendo de la frecuencia cardíaca, pueden dividirse en taquiarritmias y bradiarritmias. En las primeras, la frecuencia se encuentra por encima de los 100 latidos por minuto; en las últimas la frecuencia es de 60 latidos por minuto.
Cuadro Clínico:
El peligro de las arritmias reside en su potencial capacidad de transformarse en otro trastorno que puede llevar a la muerte de la persona. Pero afortunadamente, no todas tienen esta capacidad. Otro riesgo importante, son las alteraciones circulatorias que puedan desencadenar, pero todo depende del tipo de arritmia y del estado previo del corazón. Las personas con un corazón sano toleran bien las alteraciones del ritmo cardíaco y no presentan manifestaciones clínicas. El aporte de sangre hacia los distintos órganos puede mantenerse dentro de los límites normales mientras la frecuencia cardíaca no supere los 100 latidos o se encuentre por debajo los 40 latidos por minuto.
En muchos casos las arritmias son detectadas por
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