BATRACOTOXINA

BATRACOTOXINA

La Batracotoxina (toxina de la piel del sapo Phyllobates aurotaenia) se une al estado abierto del canal de Na+ causando una activación persistente al potencial de reposo.

El sitio de unión para la batracotoxina involucra a los segmentos de transmembrana S6 del dominio I y IV. Por ejemplo, en el canal de músculo esquelético los residuos I433, N434, L437 en IS6; y F1579 y N1548 en IVS6 reducen la afinidad por la batracotoxina. Al unirse a los segmentos S6 impide la inactivación rápida y, a la vez, afecta a los movimientos del sensor del voltaje afectado la activación.

La batracotoxina, y otras toxinas del sitio 2 de las proteínas, pueden unirse también al sitio 5 de las mismas causando corrimiento de la curva de activación a potenciales más negativos y bloqueo de la inactivación.

Hay dos tipos de ranas que contienen esta toxina en su piel. Estas ranas son:

Rana dorada: es la más venenosa del mundo y sólo existe en el Pacífico Colombiano (endémica). El veneno que libera por su piel (batracotoxina) afecta al sistema nervioso, el corazón y la respiración. Su piel contiene suficiente toxina para matar a 100 humanos adultos o a 20.000 ratones. Su veneno es utilizado por los indígenas para envenenar dardos. Es una especie en peligro de extinción

debido a los cambios climáticos.

Rana “dardo venenoso” (dendrobatidae): es una de las ranas más bella, pero también la más venenosa. Habita en la selva y advierte de su peligro con la coloración llamativa de su cuerpo. Su piel tiene pequeños poros por los que segregan el mortal veneno (batracotoxina) con el que disuade a depredadores, como las serpientes. Tienen veneno suficiente en su cuerpo como para matar a 10 hombres adultos. Tocarla o probarla causa espasmos musculares y puede causar la muerte por paro cardíaco. Al igual que en el caso de la rana dorada, los indígenas lo utilizan con cuidado de solo tocarlo con los dedos ya que su veneno es difícilmente absorbido por la piel. Su veneno dura más de un año.

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