BIOREPELENTES

Si analizamos la vida del hombre a lo largo de su historia y su existencia encontraremos que ha realizado una evolución muy considerable en todos los campos social, científico, etc. En todo ese largo camino hay algo que siempre lo ha acompañado, son las plagas.

Las plagas son definidas como: “Abundancia excesiva de determinados organismos vivos que provoquen efectos negativos en la vida del hombre, o aquellas especies implicadas en la transferencia de enfermedades infecciosas para el hombre y en el daño o deterioro del hábitat y del bienestar humano o que supongan pérdidas económicas para el mismo.”(Zarco,2012,p.2) y existen diversos tipos pero nos vamos a concentrar en las que afectan directamente a las plantas y pueden causar daño en el hombre, estas pueden ser:

• Plagas potenciales: Son aquellas que normalmente y de forma natural no ocasionan problemas, pero que si en su hábitat se producen alteraciones, pueden irrumpir de forma virulenta. Como ejemplo nos puede servir la langosta que inicia grandes migraciones como consecuencia de la falta de alimentos en su hábitat natural cuando hay una superpoblación de individuos.

• Plagas ocasionales: Como su nombre indica son aquellas que aparecen solo en momentos puntuales muy determinados. Un ejemplo reciente lo constituye la aparición de cantidades ingentes de Autophraga gamma, llamada a nivel popular “polilla africana”, en la primavera-verano del año 1996, y que tanta alarma produjo en España. En el verano del 2006 ha vuelto de nuevo esta plaga levantando la misma alarma que en el año 1996.

• Plagas permanentes: Son aquellas que se hacen presentes de forma continuada como consecuencia de la estabilidad de las condiciones ambientales en las que se desarrollan. Un ejemplo claro es la cucaracha o la hormiga.

• Plagas invasoras: Como por ejemplo la aparición en Cataluña del mosquito tigre (Aedes albopictus) en 2002 y con un riesgo muy grande de que se extienda por todo el resto del país; es un mosquito de origen asiático, que pone sus huevos en agujeros de árboles y en superficies de agua pequeña o estancada; pica sólo de día y puede incluso traspasar la ropa de sus víctimas para clavar su aguijón.(Zarco,2012,p.4)

Estas han sido un gran problema desde que se empezó a usar la agricultura como una forma de ganarse la vida y desde entonces se han buscado soluciones para alejarlas o exterminarlas, en la antigüedad utilizaban los medios naturales de los que disponía en ese momento, es decir eliminación con la mano de los insectos sobre las plantas o los granos, el fuego, el agua, etc.

Pero a partir de las primeras décadas del siglo XX, las fuerzas armadas alrededor del mundo dedicaron un gran esfuerzo a la búsqueda de compuestos sintéticos con propiedades repelentes. Un repelente es una “ Sustancia de origen química usada para prevenir, controlar o destruir plagas que afectan tanto en hogares, en plantaciones agrícolas y forestales” (2004,p.1) y Durante las guerras mundiales, los ejércitos sufrían muchas bajas debidas al tifus y la malaria, dos enfermedades transmitidas por las picaduras de insectos. Por esta razón, surgió la necesidad de encontrar un compuesto químico capaz de mantener a estos insectos alejados de las tropas. Los primeros compuestos fueron patentados entre 1929 y 1937 y su uso produjo una disminución significativa de los casos de tifus entre los soldados.

Y a partir de ahí se utilizaron diversos compuestos químicos como los organoclorados que son: “Compuestos químicos orgánicos, es decir cuya estructura principal está formada por una cadena de átomos de carbono, y como grupos sustituyentes al átomo de cloro. Son los primeros insecticidas de síntesis que se usaron. Son el DDT el Lindano, el Dieldrin, el aldrin, el clordano, etc., presentes en diversas formulaciones.” (Manisse,2013,p.2) pero se descubrió que tenían como principal característica la alta residualidad en sus aplicaciones. Este no es el único compuesto que daña al medioambiente a lo largo de los años se han descubiertos muchos en los repelentes químicos, algunas son:

1.Más del 98% de los insecticidas fumigados y del 95% de los herbicidas llegan a un destino diferente del buscado,

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