Bancos De Germoplasma
Enviado por luisalparada • 2 de Febrero de 2015 • 5.477 Palabras (22 Páginas) • 223 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DEL ESTADO PORTUGUESA
“J.J. MONTILLA”.
INTEGRANTES:
ALPARADA LUIS CI: 23.298.657
ALPARADA MIGUEL CI: 23.298.658
ARTIGAS ÁNGEL CI: 19.902.726
APONTE JUAN CI: 19.902.757
MARTÍNEZ ROLANDO CI: 20.387.129
ING. AGROALIMENTARIA
SECCIÓN: 4.01
ACARIGUA NOVIEMBRE DE 2014
BANCO DE GERMOPLASMA
Un banco de germoplasma o banco de semillas es un lugar destinado a la conservación de la diversidad genética de uno o varios cultivos y sus especies silvestres relacionadas. En muchos casos, no se conservan semillas sino otros propágulos, tales como tubérculos o raíces debido a que el cultivo en cuestión se multiplica sólo asexualmente. La conservación de las semillas se realiza a bajas temperaturas, de modo de mantener por muchos años una adecuada viabilidad de las mismas. Físicamente, los bancos de germoplasma consisten en grandes depósitos de sobres de semillas conservados a bajas temperaturas.
Razones para los bancos de germoplasma
Las razones para el almacenamiento de semillas en bancos de germoplasma puede ser variada. En el caso de los cultivos destinados a alimento, muchas plantas útiles que se han desarrollado durante siglos ya no se utiliza para la producción agrícola comercial y son cada vez más raros, por lo que se hace imprescindible conservarlas antes de su completa desaparición. El almacenamiento de semillas también las protege contra eventos catastróficos como los desastres naturales, brotes de una enfermedad o las guerras.
Redes globales de bancos de germoplasma
Hay cerca de 6 millones de accesiones o muestras de una población de plantas en particular, almacenados como semillas en unos 1.300 bancos de germoplasma en todo el mundo a partir de 2006. Esta cantidad representa solo una pequeña fracción de la biodiversidad del mundo, ya que muchas regiones del planeta no han sido totalmente exploradas para colectar recursos genéticos.
Conservación de las semillas
Las semillas a conservar dentro del banco de germoplasma se cosechan y se secan hasta un contenido de humedad de menos del 5%. Las semillas luego se almacenan en congeladores a -18 ° C o menos. Debido a que la semilla pierde su viabiliad con el tiempo, las semillas tienen que ser periódicamente resembradas de modo de poder cosechar semillas frescas las cuales inician otra ronda de almacenamiento a largo plazo.
BANCO DE GERMOPLASMA DEL MAIZ EN VENEZUELA
En todo el período colonial hasta mediados de la década del 40 del siglo XX, se plantaban todos los tipos de maíces descritos por Grant et al. (1965) en el territorio nacional, siendo parte importante de la producción y de la dieta de los venezolanos.
La modernización del cultivo del maíz comienza a partir del año 1939, con la incorporación de cultivares mejorados desarrollados por investigadores del rubro. El germoplasma base para el desarrollo de las nuevas variedades e híbridos provino de esos cultivares locales y del intercambio de líneas con Colombia, México, América Central y el Caribe. De todo el material introducido y colectado, el germoplasma que ha sido más utilizado tanto en Venezuela como en el Caribe es el proveniente de las variedades de la raza Tuxpeño, la Cubano Amarillo y la variedad ETO.
El programa de mejoramiento genético del maíz en Venezuela se inició en el año 1939, bajo la dirección del Departamento de Genética del Instituto Experimental de Agricultura y Zootecnia, dependencia del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), situada en la Hacienda El Valle, Distrito Federal. En las décadas del 40 y del 50 son obtenidas las primeras variedades de polinización abierta y se inicia la producción de semilla de las variedades Venezuela 1 grano amarillo y Venezuela 3 grano blanco, bajo la dirección del investigador Langham; Sicarigua y Sicarigua mejorado de grano blanco y Pajimaca de grano amarillo dulce, bajo la dirección del investigador Obregón (Agudelo, 1976).
El desarrollo de híbridos se inicia en la década del 50, cuando son puestos en el mercado de semillas los primeros híbridos de 3 líneas, Guaicaipuro, Mara y Tiuna (Obregón, 1959). En ese mismo período se inicia la evaluación regional de cultivares de maíz, las cuales han continuado hasta la fecha (Segovia y Alfaro, 2002). Durante las décadas del 60 y 70 son liberados comercialmente los primeros híbridos dobles o de 4 líneas, donde destaca el híbrido Obregón y el Arichuna (Obregón, 1970), desarrollados por el Centro de Investigaciones Agronómicas del MAC. La selección masal continuó usándose en el mejoramiento de variedades, destacando el trabajo realizado en la variedad Antigua grupo 2 y la variedad Criollo de Falcón (Vega y Agudelo, 1972).
Hasta finales de la década del 50, la producción de maíz estaba distribuida en todo el territorio nacional, siendo los estados de mayor concentración de la producción: Guárico, Portuguesa, Zulia, Falcón, Anzoátegui y Trujillo; no obstante, el aporte porcentual de cada uno de estos estados no pasaba del 15 por ciento. En la década del 60 se inicia el Plan del Maíz, donde se incorpora definitivamente el uso de la semilla mejorada, prácticas de fertilización y mecanización en la producción del cultivo; sin embargo, la dispersión de la producción continúa y los aportes porcentuales a la superficie cosechada de cada estado aún no pasan del 15 por ciento.
El proceso de adopción de la tecnología fue lento, pero, consistente y es en las décadas del 70 y el 80 cuando se percibe el cambio en lo que respecta al uso de las tecnologías y la concentración de la superficie cosechada en los estados llaneros (Guárico, Portuguesa y Barinas); los estados Zulia, Trujillo y Falcón son desplazados como estados productores de maíz. Esta situación se mantiene similar hasta la fecha actual, adicionándose los estados Yaracuy y Bolívar.
Al revisar las estadísticas agropecuarias de superficie cosechada, producción y rendimiento, se observa que en el año 1958 la superficie cosechada fue de 297.491 hectáreas, para una producción de 357.614 t y un rendimiento 1.200 kg ha-1; en el año 2005 la superficie cosechada alcanzó la cifra de 640.066 hectáreas, la producción llegó a 2.200.000 t y el rendimiento a 3.300 kg ha-1. Los cambios significativos en esta serie en lo que respecta a rendimiento se ubican en los siguientes años: en 1988 con 1925 kg ha-1, en 1994 con 2.999 kg ha-1 y en el año 2000 con 3.500 kg ha-1 (MAC-MAT, 2003; FEDEAGRO, 2009).
En el quinquenio
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