Bellemer, en la región de Normandia fue ocupada en la segunda guerra mundial por tropas alemanas

CAPITULO CUATRO:

Bellemer, en la región de Normandia fue ocupada en la segunda guerra mundial por tropas alemanas a mediados de 1940, cuando Hitler había invadido casi toda Europa. El palacete de los Rimiennes, ahí era mi primera clase de Frances, este mismo lugar habia servido en esa epoca para muchas cosas, asi nos lo explico el profesor Sauvigny, el pronunciaba mi nombre varias veces para asegurarse de qe seguia la conversacion, comentenos que opina de Él ¿Hugo?, es… bonito y…y misterioso  respondi, tarde mucho en comprender que se dirigia a mi, luego de eso me arrepenti de mis palabras. Gabriella parecia percatarse, no lo dude, Hugo este palacio esconde muchas historias que no podemos imaginar y nosotros tenemos el privilegio de estar aquí. El profesor siguio hablando pero otra vez deje de escuchar, no estaba desconcentrado sino que no habia podido pegar un ojo en toda la noche, porque en mi bolsillo había aparecido un papel totalmente seco que no era mio, ese papel lo habia visto cuando la desdichada mujer corria al faro, ella habia tratado de entregarse antes de morir. Miré por la ventana desee no haber ido a Francia, no tenía ganas de hablar, cuando de pronto se acerco Klara y me dijo me alegro que estes bien Hugo, escuchamos a Franz y a Henry que se hablaban más alto de lo normal, Gabriella y yo no reaccionamos, pero Klara se acerco y los calmo. Luego fui a la residencia, llegue me tumbe en la cama y me aprete los ojos con las manos. De niño todas las tarde jugaba futbol en el parque con mi amigo, un día nos dijeron que habría un eclipse parcial de sol que no lo miraramos porque nos dejaria ciegos, Marcelo y yo cojimos una caja y nos la pusimos en la cabeza y con nuestras manos apretabamos fuertemente nuestros ojos, despues de unas horas nos encontraron nuestros padres a mi las hemorragias de mis ojos casi me quitan la vida. De pronto alguien golpeo la puerta, abri y Gabriella estaba frente a mi, entro le sedi la unica silla qe habia, me sente sobre la cama y trate de romper el silencio incomodo que había.

Le pregunte por cómo había terminado la discusión entre Franz y Henry, me miro de una manera distinta a otras veces y me respondió importarle poco, de nuevo tuve la sensación de que adivina lo que pensaba, pase un momento pensando y de pronto comenzó. Gabriella me pidió disculpas por la actitud que mostré cuando salí de clases y además para decirme que podía contar con ella, me quede sorprendido y por primera vez, interpretó lo contrario de lo que yo estaba pensando, no te preocupes, susurro levantándose, entiendo, la sujete del brazo y le pregunte ¿de qué me culpabas? , da igual me dijo, es una vieja historia, ahora sé que tienes miedo- concluyo. Era de noche cuando termine de contarle todo lo sucedido hasta ese día, fue difícil empezar, pero me abrazo cuando concluí, nos quedamos en silencio unos segundos y hablo Gabriela, yo sabía lo que iba a preguntar, así que le dije que no cogí el papel, y de haberla cogido estaría mojado igual que el resto, ¿no?, entonces ella concluyo, que alguien más vio lo que tu viste, y que si acepto el papel que le ofreció la chica, me sorprendí por tal conclusión y le dije que eso era imposible ya que en aquel lugar no había nadie más, salvo el farero, y que ni siquiera estaban ya el soldado y la mujer. Gabriela dejo de pasear sin rumbo y me miró fijamente diciéndome, hay dos cosas que olvidamos: no hay soldados en bellemer desde hace medio siglo; y tú mismo dijiste que la marca de la bala desapareció en tu presencia.

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