Beneficio de la Aplicación de las Normas ISO

Beneficio de la Aplicación de las Normas ISO

Las Normas ISO nos ayudan a aplicar las nuevas tecnologías a la vida diaria y así gestionar adecuadamente los recursos ya sea en una empresa o en una planta industrial.

Es por esta razón que a las industrial, organizaciones y empresas les resulta de especial utilidad la implementación de las normas ISO que mejor se adapten a su necesidad.

A continuación, vamos a indicar los beneficios que proporcionan las normas ISO a las empresas desde un punto de vista interno y externo.

El objetivo principal de las normas ISO es incrementar la satisfacción del cliente, a través de procesos de mejora continua, además está pensada para que las organizaciones que la apliquen puedan garantizar que tienen la capacidad de ofrecer productos y servicios que cumplan con las exigencias de sus clientes, gracias a una certificación internacional que les brinde prestigio y garantías de calidad que proporcionan la Certificación ISO.

Basándose en las normas ISO y en la información que contienen, las empresas pueden crear objetivos que mejoren sus procesos operativos para controlar los aspectos más importantes de sus actividades de producción o prestación de servicios.

Con la certificación ISO, las empresas pueden mejorar notablemente su gestión de calidad y complementar esta aplicación con otros procedimientos relacionados a la estructura, capacitaciones y auditorías a nivel interno y externo.

El objetivo básico de la ISO es, por tanto, obtener un consenso en cuanto a las soluciones que puedan cumplir con las exigencias de la sociedad y del comercio, tanto para usuarios como para clientes.

Entre los principales beneficios que provee la implementación de las normas ISO para las empresas de todos los sectores, se pueden resumir en los siguientes puntos:

• Sistematizan las operaciones.
• Aumentan la competitividad.
• Generan un nivel mayor de confianza a nivel interno y externo.
• Mejoran la estructura de la empresa de forma que se pueda sostener.
• Reducen los costos de producción.
• Adecuan correctamente la legislación laboral y las normas relacionadas a productos y servicios.
• Mejoran el enfoque de la empresa de cara al cliente final.
• Aumento en el interés por parte de accionistas, patrocinadores e inversores.
• Estandarizar las actividades que realiza el personal que trabaja dentro de la organización por medio de la documentación acerca del manejo de los procesos.
• Mejora de los niveles de satisfacción del cliente.
• Incrementar la eficacia y/o eficiencia de la organización en el logro de sus objetivos.

El aumento de la competitividad va de la mano con de la productividad. Este beneficio es alcanzado luego de evaluar la mejora notable al momento que las normas ISO se encuentran en aplicación se encuentran en acción dentro de la empresa. También se consigue gracias a la capacitación y mejora de la calificación de los empleados de toda la empresa. Al tener mejores instrucciones para la realización de los procesos de trabajo y gestión, se produce de manera natural una mejora en la estabilidad en el desempeño de labores, lo que produce menos desperdicios y menos repetición de procesos por errores.

Los beneficios que las empresas obtienen al decidir implementar las normas ISO, muchas veces, son derivados de los objetivos de calidad establecidos. Para lograr que estos beneficios sean tangibles, es recomendable el planteamiento de metas.

Beneficios desde dos puntos de vista: uno externo y otro interno

El análisis es necesario dentro de la empresa para identificar los beneficios que ha proporcionado la implementación de las normas ISO considerando dos puntos de vista de distinto orden: uno externo a la empresa y otro interno.

El primer punto de vista es el externo y se explica a través de la relación entre la organización y su ámbito de actividad: sus clientes, sus competidores, sus proveedores, sus socios estratégicos, y otras partes interesadas.

Algunos ejemplos de estos beneficios son los siguientes:

• Mejoramiento de la imagen empresaria
• Refuerzo de la confianza entre los actuales y potenciales clientes
• Apertura de nuevos mercados
• Mejoramiento de la posición competitiva

Estos beneficios son muy importantes, pero al analizar la implantación de las normas ISO desde el punto de vista interno de la empresa, aparecen otros beneficios que favorecen el crecimiento y adecuado desarrollo de la organización u empresa.

Entre los beneficios desde el punto de vista interno, se destacan los siguientes:

• Aumento de la productividad
• Mejoramiento de la organización interna
• Incremento de la rentabilidad
• Orientación hacia la mejora continua

La aplicación de las normas ISO no sólo proporciona los beneficios directos ya citados, sino que también contribuye decididamente a mejorar la gestión de costos y riesgos, teniendo en cuenta que éstas tienen gran importancia para la empresa misma y también para sus clientes, sus proveedores y otras partes interesadas.

Sin embargo, muchas veces cuando se implementan las normas, pueden traer consigo algunas dificultades para las empresas. Estas dificultades pueden deberse a factores como el sector, la localización, etc. Y dependen de la empresa, no obstante, la principal dificultad con la que se topa la norma es la falta de compromiso por parte de los directivos para hacer realidad la implementación de un sistema de Gestión de Calidad exigente como los es la ISO 9001.

Aunque la norma se ejerce de manera voluntaria, ya que la organización que la propone no puede exigir su cumplimiento, en algunos sistemas de control de calidad de algunos sectores productivos, la ISO 9001 se convierte en un requisito indispensable y fundamental para mantener la competitividad en el mercado.

El principal beneficio de implementar las normas ISO es tener clientes más satisfechos.

El grado de satisfacción de los clientes aumenta ya que sin duda se plantean objetivos en basándose en las necesidades de estos.

Las empresas buscan obtener la opinión de los clientes y analiza estas opiniones para comprender mejor qué debe mejorar y empezar a pensar cómo llevar a cabo las mejoras.

Para esto es necesario centrar los esfuerzos en el beneficio del cliente, la organización dedica menos tiempo y esfuerzo a objetivos individuales de departamentos y se centra en el trabajo grupal, proponiéndose a llevar a cabo el cumplimiento de las necesidades de los clientes en todo momento y recordar la importancia del mantenimiento de los estándares de calidad para seguir siendo eficientes y eficaces en cada etapa de la evolución del negocio.

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