Bioética y Ecología

Bioética y
ECOLOGIA

De donde es origina el término bioética, del vínculo de la ética con la biología, del vínculo humano con lo no humano, propuesto por el filósofo alemán fritz Jahr en 1927. Aunque el término como tal, aparece prácticamente definido en el primer trabajo  que el bioquímico Van Rensselaer Potter, publicado en 1900 en con el título “bioética la ciencia de la supervivencia”. En este artículo, Potter, hablar con la humanidad, apelando, a que “necesitamos urgentemente una nueva sabiduría”; un conocimiento (filosófico), para ” usar el conocimiento para el bien social”. En esos momentos el insistía en llamarla (a la bioética) la Ciencia de la Supervivencia, y estableció que ella era el antecedente necesario “para mejorar la calidad de la vida”. El plantea que los cimientos de esta ciencia lista de la biología (nosotros coincidimos con ello, y de explicaremos más adelante) en las ciencias sociales, las humanidades y (enfatizando) la filosofía. Y es así, a partir de esta suma, que nombra a esta ciencia como bioética, subrayando el papel de la biología y la importancia De los valores humanos. El mismo ratifica sus ideas en un libro titulado “BiOETHICS: Bridge to the future (1971)” que libremente puede traducirse como bioética: apuesta hacia el futuro, sin embargo, si somos exigentes en la traducción, debemos decir: la bioética; un puente hacia el futuro, un espacio que debemos atravesar si deseamos continuar hacia el futuro; en ese mismo libro, pero toma de la filosofía la palabra PHRONESIS, qué significa sabiduría practica o conocimiento científico práctico, palabra asociada por un lado a la prudencia, y por otro, a la comprensión, que significa entender al otro en su justa dimensión. De este lado del planeta, nuestros antepasados pensaban que el otro era la naturaleza, si no nos creen, vean la película Hermano oso, que en español la nombraron tierra de osos (Brother bear).

Ese otro es entonces, la vida. Desde el punto de vista ético y filosófico, las ciencias que avanzan hacia el ser o hacia cierta generalidad, sobre las discusiones del ser. En el sentido concreto son: en lo natural, la física, hacia la materia; y en lo natural y social, la biología, la vida. Y si hay una discusión en torno a la visión naturalista de Potter, es mejor avanzar en torno a lo que nos aporta. De hecho la bioética definida en su plena connotación aparece en el diccionario de la lengua española, en su edición de 2001, como bioética: aplicación de la ética las ciencias de la vida.
Por último, si nosotros regresamos a plantón (en el diálogo, el critón) les daremos a la ética y a la bioética la justa dimensión que tienen, porque         el insiste que, si queremos hacer política, debemos:
1) usar la razón
2) Usar la razón por cuenta propia y no hacer caso de lo que dice en la mayoría        
3) nunca ser injustos
Nosotros agreguemos un aspecto más, que puede estar implicado en el punto tres, pero es mejor explica lo, porque la ética, además de todo, intenta evitar el mal, evitar del daño, entonces el siguiente punto queda así:
4) no dejar que los demás sean injustos
Pero para ser más claros elaboramos una tabla que condense la mayoría de las declaraciones de la bioética o de los comités de la bioética y la ecología

Ecología
HUMAMA
Mantener el planeta en un estado de bien-estar es, también, una necesidad vital (BIOS), del hombre. Humaniza la naturaleza, significa que somos los gestores, los encargados (por nuestra inteligencia y porque estamos en la parte más alta del alta la escala filogenética) de la biosfera, de la vida en la esfera terrestre, pero no debemos olvidar que no somos ni los propietarios de ella. Cuando decidimos que la tierra es nuestro planeta, no es que sea nuestra propiedad, sino que vivimos en ella.
Si como hemos establecido con anterioridad, la comprensión y la reconstrucción son las categorías mínimas que el hombre contemporáneo debe anteponer a su actitud destructiva, nos puede quedar claro el desplazamiento del debate contemporáneo en torno a la cuestión ecológica que se da entre una concepción antropocéntrica del mundo y una concepción Biocéntrica, es decir, pasaron una visión centralizada en el hombre hacia una  visión más abierta y focalizada sobre la naturaleza sobre la vida. Nos debe quedar claro que la guerra del hombre no es contra los demás, es una lucha con el mismo, es interna, no contra la naturaleza, someter A la naturaleza es, en la actualidad, un sinónimo de destrucción, pero ese razonamiento debe ser sólo una “metáfora” pero que, en muchas ocasiones, hemos tomado como algo, literal de esta manera y como resultado de su actividad destructiva, el hombre no solo se ha convertido en un problema para él mismo, sino para el planeta  en el que nos ha tocado vivir y el cual debemos de cuidar pensando en el futuro del mundo y de la humanidad.

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