Biología. CONTAMINACIÓN DEL SUELO

CONTAMINACIÓN DEL SUELO

El suelo es un recurso vital ya que sobre él se asientan los seres vivos, las materias primas que son relevantes del medio natural y en él se realizan los procesos de producción del hombre, como la agricultura, la industria, las infraestructuras urbanas, etc. Además, el suelo es un componente muy específico de la biosfera porque actúa como amortiguador natural controlando el transporte de elementos y sustancias químicas a la atmósfera. Las funciones ecológicas del suelo es responsabilidad de la humanidad así como la contaminación de él. Antes de la década de los 70 solo se hablaba de la contaminación del aire y del agua, porque al suelo se le consideraba con una capacidad de autodepuración,  casi infinita, es decir que tenía la facilidad de recuperar las condiciones fisicoquímicas y biológicas previas a su contaminación. Aunque los procesos de contaminación del suelo presentan una evolución más lenta y sus consecuencias resultan menos evidentes, más difíciles de percibir de forma directa, explica, en parte, el aludido retraso con que se ha desarrollado el interés por la contaminación de los suelos y su tratamiento  (Marín, 2005)

La contaminación del suelo provocado por el vidrio se lleva a cabo en la degradación de todos sus componentes sobre la superficie terrestre, en este caso el vidrio consiste en arena silícea y óxidos metálicos secos pulverizados o granulados, la aplicación de estas sustancias químicas al suelo; van dejando muchas consecuencias que hacen determinar al planeta en un ambiente contaminado.

Actualmente la degradación del suelo no es recuperable. La contaminación de los suelos afecta a los alimentos que consumimos, al agua que bebemos, al aire que respiramos, a nuestra salud. Sin suelos sanos no podríamos producir nuestros alimentos.

El hombre considera que a lo que llamamos tierra como algo que no tiene vida, y por ello piensa que puede colocar, acumular o tirar cualquier producto sólido que ya no le es de utilidad o que sabemos que es tóxico. Cuando en el suelo depositamos de forma voluntaria o accidental diversos productos como el vidrio, afectamos de manera directa las características físicas, químicas del suelo, y con el también afectamos a los seres vivos incluyéndonos.

 Cuando tiramos desechos de vidrio al aire libre, ésta permanece en un mismo lugar durante mucho tiempo y al degradarse se filtran sus toxinas  a la superficie terrestre y no solo afecta al suelo, también las aguas superficiales y las subterráneas que están en contacto con él, interrumpiendo los ciclos biogeoquímicos. El suelo mantiene la producción de alimentos, y ayuda a que se adapten al cambio climático. La forma en cómo se alimentan las plantas del suelo  es que captan agua y sales minerales en forma de iones. Sin embargo, la contaminación del vidrio pone en riesgo a los suelos y todo lo que nos ofrecen, si el agua almacenada en el suelo es contaminada provoca un desequilibrio de sus nutrientes.

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