Biopirateria
Jpantoja.bio5 de Diciembre de 2012
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INTRODUCCIÓN
La biopiratería es un tema de enorme actualidad. Tratan de mutar su nombre; lo llaman prospección, programas REDD, pero en el fondo nada cambia. Los intereses de las grandes corporaciones siguen siendo preponderantes en un mundo que premia a los poderosos y menoscaba los intereses de los más desfavorecidos.
Hablamos de la Biopiratería, término que define "el empleo de los sistemas de propiedad intelectual para legitimar la propiedad y el control exclusivo de los recursos biológicos y de los productos y procesos biológicos que se han utilizado durante siglos en las culturas no industrializadas
1. DEFINICION
La biopiratería es el acceso, uso y/o aprovechamiento ilegal, irregular y/o inequitativo de recursos biológicos y sus derivados, así como de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas asociados a ellos, en especial mediante el uso de la propiedad intelectual, con la finalidad de irrogarse derechos exclusivos sobre ellos.
En los últimos años recursos como el ayahuasca, la maca o la quinua y los conocimientos tradicionales asociados a ellos han pasado a formar parte de invenciones protegidas legalmente por patentes u otros derechos de propiedad intelectual, sin un reconocimiento de su origen. A esta apropiación indebida o ilegal de recursos genéticos, semillas y conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas se refiere el término de biopiratería.
El Perú tiene fundadas expectativas de lograr que el acceso a sus recursos y el uso de los conocimientos tradicionales de sus comunidades, se realice sobre una base de equidad y justicia, cumpliendo con los marcos normativos existentes.
2. EL PROBLEMA DE LA BIOPIRATERIA
La segunda mitad del siglo XX, las empresas multinacionales polares áreas de la biodiversidad y los conocimientos indígenas se ven afectados por los países pobres. Comprometerse injustamente cubiertos por la legislación sobre protección de la propiedad intelectual se ha agravado en los últimos años de la mano de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Este modo de apropiación indebida es sencillo y no requiere el uso de revólveres, pistolas automáticas y ametralladoras. Se utiliza tradicionalmente para llevar un producto o una característica central de un espacio, y encuentra su composición, añadiendo un elemento de pretender ser diferente, y guárdelo en una oficina de patentes. Tal vez es hora de cuestionar las normas actuales de protección de la propiedad intelectual, en particular las relativas al registro de patentes. Esto no es eliminar la protección de la propiedad intelectual, pero presidido por la justicia y no por el deseo excesivo y acelerado de beneficios.
En 1954, la empresa británica Phytopharm patentó el extracto de una planta llamada Artemisia Judaica… que se utilizaron en Egipto y Libia desde hace mucho tiempo para tratar la diabetes. Hemos escuchado durante décadas de estas acciones que nosotros llamamos la biopiratería, el acceso y uso irregular o ilegal, a los componentes de la diversidad biológica (especialmente los recursos biológicos y genéticos).
La biopiratería también la apropiación indebida de los conocimientos indígenas asociados a ellos, estos elementos y el conocimiento están patentados por empresas multinacionales con la impunidad, protegido por leyes de propiedad intelectual. Estas empresas afirman que las fórmulas que el expediente es claro, cuando en realidad se trate de componentes o conocimientos indígenas han ganado sin el consentimiento o aprobación del mismo, que composiciones agregar un elemento para diferenciar el original pirateado.
Biopiratería, en esencia, es la explotación, procesamiento, exportación y comercialización internacional de recursos biológicos que infringen las normas del Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992.
Recientemente, una revisión de la Oficina de Patentes de la Rstados Unidos abrió un hueco, y la esperanza por la apropiación ilegítima e ilegal de los recursos biológicos y conocimientos tradicionales indígenas. Si el nombre de Enola. La empresa de semillas Proctor de Colorado (EE.UU.), después de una serie de ejercicios y simulaciones, patentó frijol amarillo que se consume en México desde hace siglos.
Proctor pidió entonces más de la mitad de un dólar por cada libra de frijol amarillo a la importación, las importaciones se hundió y se hizo cargo del mercado para el producto. México no podía creer que pagan sólo algo inventado por un desconocido, que les daba de comer durante siglos. Este no fue el único caso. En 1986 hizo otro ahahuesca biopiratería paso patentado compuesto cuando se hierve con arbustos y otras plantas de chacruna chamanes de la Amazonia utilizado desde tiempos inmemoriales como un tratamiento para los trastornos cardíacos y psicotrópicos.
Biopiratería no es igualmente evidente y descarada, pero la U. S. Desmond Instituto ha identificado treinta y seis casos de flagrante biopiratería en África en los últimos tiempos. El Amazonas es otra área de biopiratería más intensa. El gobierno brasileño sospecha que algunas organizaciones no gubernamentales presunto acto en esta área son los frentes de las empresas farmacéuticas multinacionales dedicadas a robar algunas de las combinaciones que los indígenas utilizan para curar los males de más de 1300 plantas medicinales que allí crecen. La ONU estima que esta práctica se piratea más de doce mil millones de dólares al año para algunas compañías farmacéuticas.
Sería necesario y admirable esfuerzo para defender los derechos de propiedad de los productores multinacionales de la música en lata y el cine que se mueve con el mismo entusiasmo a la defensa de la biodiversidad y los conocimientos indígenas y de los productos en todo el mundo. Debido a que la biopiratería es simplemente un vuelo y como tal debe ser tratado.
3. PLANTIAMIENTO DEL PROBLEMA BIOPIRATERIA
La biopiratería no es un fenómeno reciente. Siempre lo hubo y cada vez se agudiza al sacarse del país hongos, animales, semillas y plantas; otras veces se compran predios tropicales para identificar las especies; y hay quienes ingresan a las comunidades indígenas para extraer sus conocimientos. Después de obtener las especies e información, patentan los productos en el exterior, los procesan y los comercializan llevándose todas las ganancias.
Esta acción tiene un nombre: biopiratería. Sin embargo, difícil es creer que esta actividad se convierte legalmente en un derecho de propiedad privada al otorgarse patentes sobre invenciones que incorporan de manera irregular los componentes o conocimientos, obviándose los procedimientos de la novedad, nivel inventivo y aplicación industrial; además de no reparar en la demostración de origen, obtención lícita y recompensa al país por el producto inventado.
Según Richard Stallman, esta acción perjudica al país de tres maneras. En primer lugar, aumentan los precios hasta que la mayoría de los ciudadanos no tengan acceso a los nuevos desarrollos; en segundo lugar, frenan la producción local cuando el propietario de la patente lo decide; y en tercer lugar, prohíben a los agricultores la continuación de su cultivo como lo venían haciendo durante siglos de años.
Tal es así, que los profesionales Laird y Ten Kate han investigado que las ganancias anuales en el mercado mundial oscilan entre 500 y 800 billones de dólares de los productos derivados de la diversidad biológica, un bocado apetitoso para que las trasnacionales farmacéuticas incursionen en desmedro de los conocimientos de los pueblos.
A esto se suma, en la región amazónica que incluye al Perú, estudios de organizaciones ecologistas advierten que las pérdidas anuales son superiores a los 10.000 millones de dólares en tráfico de especies y conocimiento indígena.
Pero también una forma de contribuir a la biopiratería es la despreocupación de los peruanos a no patentar sus investigaciones, como lo señala Bruno Ménchor de la Oficina de Invenciones y Nuevas Tecnologías del Indecopi, al explicar que "De 1,200 solicitudes al año, el 95% son extranjeras y sólo el 5% corresponde a peruanos en rubros que no corresponden a investigación de biodiversidad". Entonces ¿Dónde están las investigaciones de nuestras universidades e institutos de ciencias del país? ¿Dónde están los inventos de nuestros estudiosos nacionales? Sólo se registra el ácido gálico de la vaina de tara que ha sido patentado por la Universidad Católica hace unos años.
En ese sentido, la Blga. Marina Rosales, de la Dirección de Conservación de la Biodiversidad de la Intendencia Forestal y Fauna Silvestre del INRENA, asegura que este tema no es sólo asunto de patentes y conservación de la biodiversidad, sino un asunto de capacidades profesionales en invención e inversión, "Generar recursos sobre la base de la ciencia y tecnología y un mayor retorno de la industria farmacéutica con procedimientos claros, participación justa y equitativa".
3.1 CASOS SONADOS
Los más perjudicados con el aumento de la biopiratería son los pueblos indígenas, por la expoliación que sufren muchos de sus recursos naturales. Y por eso buscamos la opinión del Centro Internacional de la Papa (CIP), allí el Ing. René Gómez, precisa que no hay casos de biopiratería en este tubérculo, debido al trabajo coordinado con el Parque de la Papa que integran seis comunidades altoandinas y conservan las 2,300 variedades de origen peruana. Igual sucede con el camote y sus 500
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