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Bioseguridad En Odontologia


Enviado por   •  12 de Octubre de 2014  •  2.188 Palabras (9 Páginas)  •  525 Visitas

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. BIOSEGURIDAD EN ODONTOLOGIA

La bioseguridad se ha constituido en una nueva área de la odontología que tiene la particularidad de ser una norma de conducta profesional que debe ser practicado por todos, en todo momento y con todos los pacientes.

Aquel profesional que desee mantener su propia salud y la de aquellos que le rodean, ya sea en su propia casa o en el consultorio (familiares, compañeros de trabajo y/o pacientes), deberá ser un ferviente y exigente observador de que dentro de su centro de trabajo se cumplan con estrictez, las diversas normas de protección de la salud de quienes le acompañan a diario.

La normas de seguridad se basan en aplicar las máximas medidas de desinfección, asepsia, esterilización y protección del profesional y personal auxiliar, para evitar las enfermedades de riesgo profesional (SIDA, Hepatitis y otras) y la infección cruzada (Tuberculosis, Hepatitis y otras), respecto a nuestra familia, personal auxiliar, pacientes y personal del laboratorio, etc., como también protegernos evitando la atención de quienes muestren lesiones contagiantes no graves como ser el Herpes Labial recidivante o recurrente u otras lesiones, o a los pacientes que se encuentren resfriados, etc. para no convertir en involuntarios diseminadores de infecciones.

Constituye una obligación ética y moral muy importante, cuidar a todos quienes asisten a nuestra consulta buscando la solución de sus dolencias de salud buco-dentaria, debiendo considerar la relación que éstas puedan tener con su salud general. Siempre deberemos tener especial cuidado en la atención de todos nuestros pacientes, pero particularmente de aquellos que padezcan enfermedades generales que puedan complicar actos operatorios odontológicos simples, por la generación de bacteriemias post-quirúrgicas o presentando alteraciones orgánicas de cuidado y que comprometan la conservación de su vida.

Algunos pacientes deberán ser protegidos profilácticamente con antibióticos, ya que en ciertas personas una bacteriemia puede poner en grave riesgo su salud e inclusive en algunos casos, tornarse de consecuencias fatales. Especial cuidado deberemos tener con quienes presenten disminución de su capacidad defensiva, anomalías cardiovasculares congénitas o adquiridas, con quienes tengan válvulas cardíacas, los transplantados y los portadores de órganos artificiales (marcapasos), válvulas pulmonares construidas quirúrgicamente, en quienes presenten tejido cicatricial en su sistema cardiovascular o que tengan catéteres permanentes.

Las alteraciones descritas generan modificaciones en la hemodinámica y características de su flujo sanguíneo, produciendo turbulencias que pueden originar microtrombos los que pueden actuar como medios de crecimiento bacteriano muy perjudicial. La antibióticoterapia profiláctica se efectúa para impedir la colonización de bacterias en esas áreas.

Nuestra responsabilidad es muy grande desde el momento que debemos proteger a todos quienes busquen nuestros servicios, evitando que adquieran enfermedades adicionales que puedan ser originadas por el incumplimiento de pautas básicas de asepsia, desinfección y esterilización de nuestro local, equipos, instrumental o materiales.

A veces la rutina o el apuro en la atención de los pacientes, pueden hacer que de manera inconsciente lleguemos a descuidar el estricto cumplimiento de todos los conceptos que sobre el tema nos enseñaron durante nuestra formación universitaria o tecnológica o aquellos que hemos ido conociendo en el transcurso de los años. Los últimos conocimientos sobre esta materia de la Bioseguridad profesional odontológica y la aparición de nuevas enfermedades transmisible aunque sean de riesgo de transmisión ínfima, nos debe motivar a una constante preocupación y sobretodo, a la revisión de nuestros sistemas de protección contra todo lo que se pueda derivar de un ejercicio profesional descuidado.

El uso de guantes, mascarillas y anteojos no constituyen una exageración o una pérdida innecesaria de dinero, sino que son elementos de trabajo de muy probada utilidad. Por supuesto que el gasto originado por la implementación de medidas de seguridad tiene un costo para el paciente, pero deberá ser parte de nuestra labor, lograr que las personas entiendan que las estamos protegiendo.

Hasta hace algunos años, las personas se resistían a efectuar un gasto adicional para comprar una jeringa de inyección descartable. El haberse informado por los medios de comunicación acerca de los riesgos de reutilizar las jeringas, ha determinado que todos estén constantemente alertas a la utilización de agujas y jeringas nuevas, cada vez que deben ser inyectados con alguna sustancia.

Se deben realizar métodos de control de infecciones que deberán ser respetados y cumplidos con todos los pacientes. Aquel antiguo concepto de que la boca era nuestro lugar de trabajo, ha cedido el paso a la determinación que el área de acción del odontólogo va mucho más allá, pues de igual manera que nos debemos preocupar de la asepsia de nuestro campo operatorio, deberemos controlar las condiciones de desinfección de todos los objetos que se encuentren en un radio de un metro de la boca del paciente. Las gotas de saliva, de sangre, el spray de las turbinas, así como las gotas de saliva, son expelidas lejanamente cuando no se utilizan sistemas de eyección de alta performance.

El hecho de que el profesional y el asistente toquen con sus manos los tiradores de las gavetas de los muebles en los que se guardan los instrumentos, los interruptores de la lámpara de luz, los botones o manijas del sillón, los puntos de regulación de la asientos de trabajo, la contaminación de las superficies de las mesas de trabajo propiamente dicho y todos los lugares en los que a veces inadvertidamente colocamos las manos que llevan saliva o sangre, deberán ser convenientemente protegidos, ya sean con envolturas plásticas o metálicas, a fin de que puedan ser fácilmente desinfectadas y para que no constituyan focos de diseminación de microorganismos.

En contraste con el trabajo rutinario del médico cirujano-clínico, el nuestro se caracteriza porque constantemente estamos en contacto físico con líquidos y secreciones que pueden fácilmente originar la contaminación de nuestra sala de atención.

2. FICHA DE SALUD

En la ficha de atención que tendremos para cada paciente, se deberá encontrar toda la información necesaria acerca de sus estado de salud y no solamente lo referido al estado de las piezas dentarias y las necesidades profesionales a ser ejecutadas.

Se harán algunas preguntas que

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