Bolivar Y La Republica
Enviado por • 12 de Junio de 2013 • 5.510 Palabras (23 Páginas) • 288 Visitas
BOLIVAR Y LA REPUBLICA
“Jamás un Congreso ha salvado a la República… Sin fuerza no hay virtud, y sin virtud perece la República… Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes y derechos, habremos consolidado la República… Son los hombres y no los principios los que forman el gobierno. Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean, son obras muertas que poco influyen en la sociedad; hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados, constituyen la República”
Simón Bolívar
REPUBLICANISMO Vs FEDERALISMO
LA UNIDAD CONTRA EL CAUDILLISMO
“Yo soy del sentir que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, los enemigos obtendrán las completas ventajas, o seremos envueltos en los horrores de las disensiones civiles”
Simón Bolívar
FEDERALISMO, sistema de gobierno adoptado por aquellos estados donde el poder político está dividido entre una autoridad nacional y distintas unidades locales autónomas más pequeñas llamadas provincias, regiones o estados… Una FEDERACIÓN se suele crear mediante la unión política de dos o más países independientes bajo un gobierno soberano que en ningún caso se atribuye los poderes individuales de esos estados. Se diferencia de una CONFEDERACIÓN, en que ésta es una alianza de países independientes que mantienen sus respectivas autonomías, unidos en cooperación de asuntos específicos y de interés mutuo, tal cual se conduce la Unión Europea para 25 países con un modelo único de Constitución, un mercado común, un solo ejército y una sola moneda… En una Nación Federal los actos del gobierno central pueden afectar de modo directo tanto a los estados miembros como a los ciudadanos individuales, mientras que en una CONFEDERACIÓN, tales actos suelen afectar de una forma directa a los países miembros y sólo por vía indirecta a los ciudadanos.
Una FEDERACIÓN se distingue también de los llamados sistemas unitarios, donde el gobierno central mantiene el poder principal sobre unidades administrativas que se constituyen como órganos del Gobierno central. Gran Bretaña, por ejemplo, tiene un sistema unitario de gobierno parlamentario, y algunos gobiernos federales. Los llamados sistemas unitarios los encontramos en los regímenes totalitarios que se caracterizan por la ausencia de la pluralidad y el disentimiento, que en el campo político se concreta con el estamento ideológico de un Partido Único para conducir los destinos de la nación, tal cual se estableció en la China Comunista, la revolución Bolchevique y la Revolución Cubana…
De allí la reticencia del Libertador por estos modelos políticos y su promulgación hacia los procesos Republicanos, sustentados en la cultura y la idiosincrasia de los pueblos
“El gobierno que se le dé a la República debe estar fundado sobre nuestras costumbres, sobre nuestra religión y sobre nuestras inclinaciones; y últimamente, sobre nuestro origen y sobre nuestra historia”
Simón Bolívar
Algunos escritores y juristas constitucionalistas han confundido el concepto CONSTITUCIÓN con el de REPÚBLICA, y es por ello que algunos afirman que Venezuela ha tenido 25 Repúblicas, una por cada Constitución… Lo cierto, es que CONSTITUCIÓN y REPÚBLICA son conceptos diferentes que se complementan para transitar la misma vía de gobernabilidad de un país.
CONSTITUCIÓN, se define como la máxima jurídica que fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado. Es un documento normativo en la constitución del Estado que garantiza al pueblo determinados deberes y derechos… Las constituciones están asociadas históricamente al liberalismo político y a la Ilustración que se antepone al absolutismo dominante de la monarquía hereditaria… Al respecto decía el Libertador:
“Las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen el destino de sus ciudadanos. El espíritu de las leyes deben ser propias para los pueblos que las hacen, relativa a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno y a su pueblo”
Simón Bolívar
REPÚBLICA, término que proviene del latín “res publica = la cosa pública”, bajo el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar, en su nombre, a un grupo de representantes elegidos; como sabiamente lo señalaba el Libertador:
“Debe oírse la voluntad del pueblo, para que se cumpliera en todas sus partes. Si quieren fortificar la República, que la fortifiquen; si quieren debilitarla o destruirla, que la destruyan; pero que todo esto se haga por las instrucciones escritas de los Colegios Electorales y no por la voluntad de los individuos que vayan al Congreso”
Simón Bolívar
Bolívar tuvo la sabiduría de diferenciar el concepto de REPÚBLICA como no vinculante a la democracia, donde el gobierno se convierte en portavoz de los deseos del pueblo que lo ha elegido.
Para Bolívar la democracia era la fundamentalmente “participativa” y no “representativa” como normalmente se constituyen las repúblicas para justificar la existencia de los Partidos Políticos
Opuesto a la República es la monarquía, donde la gobernabilidad reside en un linaje hereditario, omnipotente y absoluto en sus resoluciones, que justifica su existencia en un mandato divino de la iglesia que reconoce a los monarcas como seres privilegiados por el creador.
La monarquía es la semilla del imperialismo esclavizante que utiliza el Estado para satisfacer la ambición de una clase dominante
La monarquía significa la aberrante aceptación del omnímodo soberano sobre la mayoría de los ciudadanos, que en tiempos modernos ha justificado su aceptación en una costumbre cultural que motivó la creación del Primer Ministro como vocero del pueblo. Con la ilustración y el conocimiento universal y de las ciencias, la monarquía fue perdiendo poder de convicción para justificar sus privilegios, en una inminente alianza político-religiosa que le ha permitido subsistir en un ambiente democrático que cada vez más gana espacios en la manera de conducirse los pueblos del mundo, a la par de una creciente inestabilidad social que surge por efecto de la injusticia y la insaciable ambición de los imperialistas.
El filósofo Aristóteles de la Grecia antigua no se equivocó al asegurar que la democracia inevitablemente caería en un periodo de turbulencia e inestabilidad social, porque los pobres, que siempre serán la mayoría, intentarán conseguir una igualdad social y económica que ahogaría la iniciativa individual para derrotar a la clase media y privilegiada… Por otra parte, la religión, la disidencia intelectual, el segregacionismo, el racismo y la discriminación social, son factores
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