CALÍGULA

CALÍGULA

Trata sobre Calígula un emperador que convirtió una cuidad de gente tranquila como agricultores, soldados para convertirla en una ciudad de perversión diaria y amor por el sufrimiento ajeno.

También nos habla del emperador Heliogábalo que tenía una gran admiración y estupor por la decadencia de esa época.

Calígula tenía una gran afición por el sexo, la muerte y la comida, para el estas 3 cosas eran imprescindibles a la hora de dar un banquete.

En este tema también se habla de Apicio un escritor cuya gran afición era confrontar sabores y utilizar toda clase de animales.

Hay breves descripciones de los festines que en esa época se llevaban a cabo:

Festín cartaginés- se congregaban muchas personas de diversos lugares de origen y comían como animales, se disputaban la comida que ya de por si eran extravagantes.

Banquete romano- era una comida realmente repugnante que hacía honor a la época de exquisitez gastronómica que más bien era una mezcla de comida casi en estado de putrefacción y toda clase de animales. La sopa que era algo esencial era uno de los platos que según nos relatan más asquerosos que solo con un pequeño sorbo era capaz de inmovilizar a la persona que lo probase.

En la roma antigua, Pió V que nació en una familia humilde y que gracias a que se hizo monje ingreso en la inquisición.

Abolió toda clase de delito deshonesto y penalizaba todo delito con castigos excepcionales. Pero según Bartolomeo Scappi Pio conocía bien los placeres de la mesa ya que también le gustaba degustar manjares extraños en la mesa, como son las lenguas de aves fritas o la tortilla de sangre de cerdo.

En unos de los tantos banquetes de Loreno Strozzi nos explican que en donde se iba a realizar la comida estaba tapizada de seda y terciopelo negro, que por su apariencia fúnebre daba la impresión que el anfitrión estaba deprimido pero no era así solo era uno de sus gustos a la hora de comer.

Donde realmente los invitados realmente se sorprendieron fue a la hora que le sirvieron la comida, cada comensal tenía un plato diferente pero con algo en común que lo que estaba dentro de los platos simplemente no se podía comer, había desde ropa interior, hasta salchichas crudas.

Sir George tenía una afición por comer comida podrida que aunque parezca repugnante a él le parecía un manjar. Los platos preferidos de él eran los faisanes y la olla podrida.

Había un libro de como cocinar gatos, perros y ratas. Que decían que realmente eran sabrosos bien preparados. Como sugerencia ponían al caniche por su tierna carne y despreciaban la carne de bulldozer por ser una carne dura.

También nos cuenta la historia de una persona amante de los animales

que paso primero por la fábrica de etiquetas y después por su propia fábrica de comida para gatos.

En este capítulo nos dice que

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