CONSIDERACIONES ÉTICAS SOBRE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Enviado por wiltanimaestre • 9 de Diciembre de 2013 • 10.093 Palabras (41 Páginas) • 848 Visitas
CONSIDERACIONES ÉTICAS SOBRE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Los problemas morales planteados por las innovaciones científicas y tecnológicas. Estas innovaciones exigen a las comunidades humanas no sólo que den muestras de espíritu de creatividad, sino que adopten las medidas apropiadas para asegurarse de que los adelantos científicos y tecnológicos se utilizarán en beneficio de toda la especie humana. El rápido progreso de la ciencia y la tecnología es fascinante y supone un desafío constante para nuestra imaginación y nuestras expectativas, pero exige al mismo tiempo que ahondemos nuestra comprensión de sus repercusiones éticas, para esto existen organizaciones encargadas de velar por la ética de la ciencia y tecnología, como por ejemplo el Sector de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO.
Por otra parte, cabe decir que la ciencia y la tecnología pueden suscitar temores y generar riesgos. Los peligros que pueden derivarse de ellas para el medio ambiente y la salud del género humano y las especies animales no sólo plantean incertidumbres en el ámbito estrictamente científico y tecnológico, sino que además suscitan preocupaciones en el plano económico, social y ético. Para responder a esas incertidumbres, es necesario efectuar un análisis detenido y sistemático de las mismas en el que han de participar no sólo los científicos, sino también los encargados de la elaboración de políticas y el público en general. Un debate más documentado puede establecer un nexo entre los medios científicos y la sociedad, así como proporcionar una base fiable para la adopción de decisiones en materia de políticas.
Ciencia y Ética: los desafíos principales
Las actividades que lleva a cabo la UNESCO en el ámbito de la ética de la ciencia y la tecnología tienen por objeto situar el progreso científico y tecnológico en un contexto de reflexión ética arraigado en el patrimonio cultural, jurídico y filosófico de los Estados Miembros. Con el asesoramiento de la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología (COMEST), la Organización ayuda a los Estados Miembros a analizar las preocupaciones de índole moral vinculadas a la ciencia y la tecnología, poniendo a su disposición los conocimientos especializados que posee en diversos ámbitos de la ética aplicada, en especial mediante:
Estudios relativos a la ética del medio ambiente y la definición del principio de precaución. En estos estudios se proporciona una información clara para que los científicos y los encargados de la elaboración de políticas puedan establecer principios éticos pertinentes. Se están examinando propuestas para preparar un plan de estudios básico de ética ambiental y se han acopiado en la base de datos los programas ya existentes sobre esta disciplina.
Estudios sobre la ética de la ciencia relativa a los posibles usos indebidos y dobles utilizaciones de la tecnología, así como a los códigos de deontología para científicos.
Estudios sobre ética de las nuevas tecnologías y tecnologías incipientes –por ejemplo, nanotecnologías, tecnologías espaciales, etc. – para preparar a los encargados de la elaboración de políticas y el público en general a los futuros debates sobre la ética.
La enseñanza de la ética, iniciando y desarrollando actividades educativas y elaborando sistemas de evaluación de la calidad, a fin de que los científicos y profesionales jóvenes adquieran un conocimiento suficiente de las cuestiones éticas relacionadas con las disciplinas de su especialidad. Se ha publicado material pedagógico como manual titulado “Informed Consent”. En noviembre de 2006, se organizará por primera vez un curso de formación en ética destinado a los docentes.
Ciencia y Sociedad
Es bien conocida la idea de que la ciencia es un sistema lógicamente estructurado de conocimientos verdaderos, y que su objetivo o propósito fundamental consiste en descubrir las leyes objetivas de los fenómenos y encontrar la explicación de ellos.
Pero también se sabe que todo conocimiento, por teórico que sea, está en relación directa con todos los aspectos de la vida, en relación directa con las personas. Es irrefutable que este conocimiento que muestra la realidad también condiciona la posibilidad de influir sobre la misma. Por ello se puede afirmar que todo conocimiento científico tiene una relación directa con el hombre.
Es por ello que la actitud frente a la ciencia, por necesidad, constituye una actitud frente al hombre y por ello involucra el aspecto moral. De ahí que toda actividad científica deba orientarse por el reconocimiento del individuo como valor supremo, pues es precisamente el ser humano, su vida, su bienestar y salud, su cultura, su libertad y progreso, quien le confiere sentido real a la ciencia. (López, 1994). De no ser así el actuar del hombre de ciencia se convierte en un problema social.
Para la ciencia las teorías científicas son fundamentales pero ello es sólo una parte de sus resultados. Esos resultados se alcanzan en virtud de una práctica social. Todos esos rasgos transparentan la naturaleza social de la ciencia, ya que son procesos y entidades sociales que sólo se pueden explicar en relación con el contexto social que los condiciona (Núñez, 1999). Con la tecnología sucede idénticamente. Esta es mucho más que una suma de aparatos cada vez más caros y sofisticados; sino que es una práctica social que involucra conocimientos, destrezas, recursos humanos y materiales, valores e ideologías (Núñez, 1999). De ahí que los cambios tecnológicos, experimentos sociales en sí, requieren de control social. Por ende la visión que deben tener los actores de la ciencia y la tecnología necesita ser educada en principios que respondan ante la sociedad, es decir, éticos.
La ciencia y la tecnología aparecen y se desarrollan gracias a la actividad práctica de los hombres, a su relación social. La educación de los profesionales, de todos en general y, específicamente de aquellos que manipulan las Tecnologías de la Información, debería fundarse en la idea de que ciencia y tecnología son procesos sociales, y no verdades y aparatos al alcance de todos.
Se plantea, pues, ante la humanidad un problema que nos involucra a todos. Su parte más oscura reside en criterios que intentan fundamentar teóricamente una actitud evasiva por parte de la ciencia y los científicos en relación con la responsabilidad por el uso de sus resultados. De esta forma se plantea que no se puede pensar en la existencia de algún gran descubrimiento científico que en principio no pueda tener una u otra aplicación con fines inhumanos. O sea, que un mismo resultado científico, puede tener diversos destinos, utilizarse para el bien del
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