¡CONSTRUYAMOS UN MUNDO NUEVO! SABIDURÍA Y DIPLOMACIA
Enviado por diana55220327 • 30 de Agosto de 2015 • Biografía • 855 Palabras (4 Páginas) • 179 Visitas
¡CONSTRUYAMOS UN MUNDO NUEVO!
SABIDURÍA Y DIPLOMACIA
Un emperador chino, fue avisado que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militantes: <
Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, el soberano trató muy amablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él nuevamente.
Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de aquellos que se había sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que éste trataba con mucho cariño y respeto a quienes se habían sublevado. Entonces, el primer ministro preguntó con enojo al emperador:”¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Usted dijo, que veníamos a destruir a sus enemigos y sin embargo, los ha perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los ha tratado”.
Entonces el emperador, con actitud noble, dijo:<
Ante un caso así, nuestra actitud es aplicar la ley del ojo por ojo… la venganza es lo primero que nos viene a la mente para desquitarnos de aquellos que nos hicieron daño y pagamos el mal, con mal. A quien nos levanta la voz le gritamos… si nos ofendieron buscamos deshonrarlo… Pero algu nos van muchos más allá y ven a esa persona como un enemigo, que hay que destruir de cualquier forma.
La mayor parte de la gente está llena de odio…rabia… rechazo… envidia… desprecio… egoísmo… indiferencia… ¡Imagínate si actuáramos como el Emperador con sabiduría y diplomacia!
REFLEXIÓN:
La reflexión en torno a la necesidad de generar transformaciones en la relación entre hombres y mujeres, desde una perspectiva de reconciliación, se centra en tres elementos fundamentales:
1-La necesidad de desactivar la espiral de violencia. Los conflictos destructivos tienden a repetirse e incluso agravarse: a responder agravio con agravio y delito con delito. Pero, solamente reconociendo que ya es hora de dejar de lado los propios miedos y prejuicios que activan la violencia y poniendo al centro de nuestras acciones la dignidad de toda persona, podremos generar transformaciones importantes en las relaciones que establecemos. Si logramos reconocer los errores, mentiras, intereses y temores individuales que motivan el accionar violento contra las demás personas, si logramos ver con honestidad y transparencia nuestras equivocaciones, podremos dar el paso hacia nuevas actitudes, pensamientos y comportamientos con quienes nos rodean. La reconciliación por los tanto, busca que los agresores sean autocríticos de su propio comportamiento y sean capaces de encontrar caminos de integración a la comunidad sin volver a violentar la dignidad de nadie y sin romper la armonía de las relaciones sociales.
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