CONTRACCION UTERINA
Enviado por joha89 • 15 de Enero de 2014 • 1.058 Palabras (5 Páginas) • 319 Visitas
FUNCIONES DE LA CONTRACCIÓN UTERINA
Borramiento, dilatación y descenso
Si toda la musculatura uterina, incluyendo el segmento uterino inferior y el cuello, se contrajera simultáneamente y con
igual intensidad en todas sus partes, resulta evidente que la
contracción carecería de objeto. Aquí radica la importancia
de la división del útero en dos porciones o segmentos (fig. 9-
3).
Segmento superior. Que experimenta un tipo de
contracción en la que el músculo, después de contraerse no
se relaja completamente hasta su longitud original, sino que
se fija en una longitud menor, pero con la característica de
que su tono sigue siendo normal. Esta facultad de la musculatura uterina de contraerse sobre su contenido y de que el
tono permanezca constante, se conoce con el nombre de
“reacción”. Sin este fenómeno, cada contracción comenzaría en el mismo punto donde comenzó la inmediata anterior y el feto no descendería, mientras que así la cavidad uterina se va volviendo cada vez menor con cada contracción,
lo que favorece el descenso del feto.
Segmento inferior. A este nivel, las fibras se estiran
con cada contracción del segmento superior y, al terminar la
contracción, no recobran la longitud que tenían antes sino
que permanecen relativamente fijas en una longitud mayor;
no obstante, el tono continúa normal. A este fenómeno se le
ha dado el nombre de “relajación tónica”. Como resultado
de este adelgazamiento del segmento uterino inferior y del
engrosamiento simultáneo del superior, la línea divisoria
entre ambas se marca con toda claridad y está representada
por una elevación en la superficie uterina que se denomina
“anillo fisiológico de retracción”. En las distocias, este anillo
se hace más evidente, se dirige hacia el fondo y le da al
útero la forma de “reloj de arena”. Se denomina “anillo
patológico de retracción” o signo de Bandl, que es un
signo clínico de distocia (fig. 9-3).
PARTO
Para que se produzca, es necesario que la presión sea
aproximadamente de unos 110 mmHg y varía de acuerdo a
la paridad, tamaño del feto, etc. (fig. 9-4). La intensidad de
la contracción en el periodo expulsivo llega a unos 60
mmHg, por tanto, resulta evidente que la contracción por sí
sola no es capaz de provocar el parto. La diferencia se logra
mediante la contracción de los músculos abdominales y el
descenso del diafragma en el momento de pujar.
ALUMBRAMIENTO
La presión intraabdominal no sólo es importante durante el
segundo periodo del parto, sino también durante el tercero.
Después del desprendimiento de la placenta, la expulsión se
facilita con el aumento de la presión intraabdominal que
ocurre al pujar. Por otra parte, la contracción uterina, junto
con el acortamiento de la longitud de la fibra muscular, contribuye a la expulsión de la placenta y al cierre de los vasos
uterinos en el lecho placentario porque las fibras musculares
se entrecruzan alrededor de los vasos sanguíneos y son ocluí-
dos cuando ocurre la contracción. Este fenómeno se conoce
con el nombre de ligadura viviente de Pinard
CONCLUSIONES
La contracción uterina es indispensable para que ocurra el
parto, por eso es necesario entender su fisiología para poder
manejar las desviaciones de lo normal que pueden provocar
parto pretérmino y distocias. La fibra muscular del segmento
uterino superior, tiene la particularidad de que cuando ocurre
la fase de relajación, esta no es completa aunque el tono permanece normal, lo cual hace que la cavidad uterina se haga
cada
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