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Cancer Y Sistema Inmune


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  4.893 Palabras (20 Páginas)  •  218 Visitas

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INTRODUCCION

Los científicos no siempre tuvieron claro que el sistema inmunológico jugaba un papel en la prevención y en la lucha contra el cáncer. Esta idea fue propuesta en el 1957, sin embargo, la evidencia científica en esos momentos sólo parecía indicar que el sistema inmunológico protegía contra ciertos patógenos como virus y bacterias, pero no contra las células corporales anormales como las células cancerosas. Investigadores y médicos al final del siglo veinte se dieron cuenta de que personas con sistemas inmunológicos muy débiles o no existentes, tenían un riesgo más alto de desarrollar cáncer que una persona promedio. Además, desde entonces los investigadores se han dado cuenta de que pacientes con células inmunológicas presentes en sus tumores tienen un mejor pronóstico que los pacientes sin ellas.

Inmunovigilancia es un término usado para describir la acción de las células inmunológicas, incluyendo a las células T, mientras se mueven a través del cuerpo en busca de cualquier anormalidad. Cuando las células se convierten en células mutadas, pueden aparecerle como anormales a las células inmunológicas. Entonces, el cuerpo las reconoce como no propias o extrañas. Al eliminar a las células anormales, el sistema inmunológico ayuda a proteger contra el cáncer. Sin embargo, si las células han mutado lo suficiente como para escapar del mecanismo de vigilancia del sistema inmunológico, podrían continuar reproduciéndose como células cancerosas. El proceso es una compleja versión de "jugar al escondite" con muy severas consecuencias.

2. SISTEMA INMUNOLOGICO

El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones. Por medio de una serie de pasos, su cuerpo combate y destruye organismos infecciosos invasores antes de que causen daño. Cuando su sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, le protege de infecciones que le causan enfermedad.

Los científicos han empezado a comprender el sistema inmunológico. Han podido entender el proceso en detalle. Los investigadores están generando más información sobre su funcionamiento y qué pasa cuando no anda bien. (2)

2.1 EL PROCESO INMUNOLÓGICO

El proceso inmunológico funciona así: un agente infeccioso entra en el cuerpo. Quizá es un virus de la gripe que entra por la nariz. Quizá es una bacteria que entra por la sangre cuando se pincha con un clavo. Su sistema inmunológico está siempre alerta para detectar y atacar al agente infeccioso antes de que cause daño. Sea cual fuere el agente, el sistema inmunológico lo reconoce como un cuerpo ajeno. Estos cuerpos externos se llaman antígenos. Y los antígenos deben ser eliminados.

La primera línea de defensa del cuerpo es un grupo de células llamadas macrófagos. Estas células circulan por la corriente sanguínea y en los tejidos del cuerpo, vigilantes de los antígenos.

Cuando un invasor entra, un macrófago rápidamente lo detecta y lo captura dentro de la célula. Enzimas en el interior del macrófago destruyen al antígeno procesándolo en pedacitos pequeños llamados péptidos antigénicos. A veces este proceso por sí solo es suficiente para eliminar al invasor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, otras células del sistema inmunológico deben unirse a la lucha.

Pero antes de que otras células puedan empezar su trabajo, los péptidos antigénicos dentro del macrófago se unen a moléculas llamadas antígenos de leucocitos humanos o HLA. La molécula de HLA unida a al péptido, ahora llamada complejo antigénico, es liberada del macrófago.

Células llamadas linfocitos de la clase T, pueden entonces reconocer e interactuar con el complejo péptido antigénico-HLA que se encuentra en la superficie del macrófago.

Una vez que dicho complejo es reconocido, los linfocitos T envían señales químicas llamadas citocinas. Estas citocinas atraen más linfocitos T. También alertan a otros linfocitos, de la clase B, para que produzcan anticuerpos.

Estos anticuerpos se liberan a la circulación sanguínea para encontrar y unir más antígenos, de tal forma que los invasores no se puedan multiplicar y enfermarle. En el último paso de este proceso, una célula llamada fagocito se encarga de remover el antígeno del cuerpo. (2)(7)

2.2 CUANDO EL SISTEMA INMUNE FALLA

Sin embargo, a pesar de que las células cambien de normales a anormales, a veces siguen pareciendo normales. Su aspecto externo (proteínas y otras moléculas presentes en la superficie) puede parecer inalterado, aunque ocurran cambios profundos en su interior. De este modo, estas células anormales son capaces de escapar a los ataques del sistema inmunitario, y de crecer y multiplicarse sin desencadenar una respuesta inmunitaria. Así es posible que se forme un tumor, aunque tu sistema inmunitario funcione normalmente. Sin embargo, finalmente el tumor está tan alterado y es tan amenazante que ya no puede ocultar su carácter maligno. Ya no se puede engañar al sistema inmunitario, que reconoce estas células como anormales y lanza su ataque.

El ataque puede tener éxito o llegar demasiado tarde: es posible que el tumor ya esté más allá de lo que el sistema inmunitario puede lograr por sí solo. El sistema inmunitario puede necesitar ayuda, medidas estratégicas como estas: (1) (6)

• factores de crecimiento inmunitarios (medicamentos que estimulan la producción de nuevas células inmunitarias)

• medicamentos con anticuerpos (anticuerpos especiales hechos en un laboratorio, diseñados para atacar a un antígeno específico en una célula de cáncer)

• vacunas (agentes que estimulan al sistema inmunitario para que luche, lo llaman a la acción)

• intervenciones externas al sistema inmunitario, como las siguientes:

• extracción quirúrgica del crecimiento maligno

• quimioterapia

• radiación.

3. SISTEMA INMUNE Y EL CANCER

El sistema inmunitario ataca y elimina no solamente las bacterias y otras sustancias extrañas, sino también las células del cáncer. Una célula cancerosa no es una célula extraña; es una célula cuya función biológica ha sido alterada de tal forma que no responde a los mecanismos normales del cuerpo que controlan el crecimiento y la reproducción de la misma. Las células anormales pueden continuar creciendo, transformándose en cáncer.

En el sistema inmunitario, una buena parte de la defensa del organismo contra el cáncer es llevada a cabo directamente por las células, más que por los anticuerpos que circulan en la sangre. Por ejemplo, la presencia de antígenos tumorales sobre las células cancerosas puede activar ciertos glóbulos blancos (linfocitos y, en un grado mucho menor, monocitos), los cuales

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