Capas De Oceánicas
Enviado por ecopintura • 7 de Septiembre de 2014 • 1.708 Palabras (7 Páginas) • 372 Visitas
este ensayo profundizaremos en la importancia que tiene el desarrollo sostenible en relación con la vida humana, y las consecuencias que cada uno de nuestros actos conlleva, la forma de ver de cada uno y las causas probables que hacen poner en riesgo al planeta tierra, la forma de como este nos proporciona cada uno de los elementos necesarios para la sobrevivencia no solo para los seres humanos sino para cada uno de los seres vivos, trátese de plantas, animales, peces, microorganismos y más. Verlo desde un punto de vista diferente en el cual se trate de concientizar y dar a conocer el sin fin de causas que hacen que este planeta cada día se ponga en mayor riesgo y la importancia que las grandes empresas le dan a este ámbito ecológico.
¿Cuál será el futuro de la humanidad si no se empieza a tomar en serio el desarrollo sostenible?
El mundo se acabara si no hacemos algo al respecto.
A pesar de que se oye hablar mucho sobre “Desarrollo Sostenible” en medios de comunicación o libros, poco concientizamos al respecto, y esta palabra a veces se mal emplea o pervierte en el lenguaje político, económico y social a nivel grupal; ya que nuestra sociedad de consumo origina miles de millones de toneladas de residuos: productos industriales de desecho, objetos viejos y usados, embalajes y residuos agrarios.
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Estos inconvenientes surgen del mal reparto espacial de la gente, industrias y riqueza. La acumulación industrial, la densa congregación de la población en áreas metropolitanas y grandes ciudades, y la progresiva deserción del campo nos daña doblemente; entre tanto, la calidad de vida urbana se deteriora y las áreas agrícolas cultivadas durante siglos se convierten en tierras infecundas.
El crecimiento demográfico mundial ha crecido exponencialmente y su ritmo parece no detenerse, especialmente en los países en vías de desarrollo. De igual manera, los patrones de consumo de estas poblaciones se incrementan, demandando cada vez un mayor número de bienes que en última instancia provienen de los recursos naturales.
Pero ¿qué es el desarrollo sostenible? El desarrollo sostenible trata de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer por ello, las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades, dicha definición fue establecida por la Naciones Unidas en 1992 en Río de Janeiro.
La actividad humana ha sido siempre causa de la generación de residuos y de contaminación. Todavía no se ha sobrepasado el aforo de rehabilitación de nuestro planeta, pero esta capacidad se está llevando a sus límites. Por lo tanto, se reconoce casi generalmente que debemos conciliar nuestra actividad económica y social a lo que la tierra puede sobrellevar; no pueden existir respuestas fraccionadas, y la sociedad de manera general, debe admitir esta verdad.
Cuestión que no se ha subsanado con el progreso de la humanidad, sino que cada vez puede considerarse de verdaderamente alarmante. Esta preocupación por el medio ambiente estuvo prácticamente ausente en el siglo XIX, pero que empezó a cobrar relevancia a lo largo de las últimas siete décadas del siglo XX y esta primera década del siglo XXI; conciencia que se va tomando de acuerdo a la gravedad que confrontan el diagnóstico ambiental global.
En la época de posguerra por ejemplo, los primeros acercamientos de la economía en el lenguaje de la sostenibilidad planteaban como su principal preocupación el aseguramiento del nivel de empleo de la mano de obra y los recursos productivos, para con esto asegurar el ingreso necesario que sostuviera la demanda efectiva, a través de un proceso constante y sostenido de inversiones.
Pero los países desarrollados se dieron cuenta en los años 1970 que su prosperidad se basa en el uso intensivo de recursos naturales finitos, y que, por consiguiente, además de las cuestiones económicas y sociales, un tercer aspecto estaba descuidado: el medio ambiente. Por ejemplo, la huella ecológica mundial excedió la capacidad “biológica” de la Tierra para reponerse a mediados de los años 1970.
Dándose cuenta que la creciente actividad económica sin más criterio que el económico produce, tanto a escala local como planetaria, reportaba graves problemas medioambientales que podían llegar a ser irreversibles.
Al problema de la viabilidad se añade un problema de equidad: los pobres son los que más sufren la crisis ecológica y climática, y se teme que el deseo legítimo de crecimiento en los países subdesarrollados hacia un estado de prosperidad similar, basado en principios equivalentes, implique una degradación aún más importante y acelerada por la biosfera. Si todas las naciones del mundo adoptaran el modo de vida americano (que consume casi la cuarta parte de los recursos de la Tierra para el 7% de la población) se necesitarían de cinco a seis planetas como la Tierra para abastecerlas. Y si todos los habitantes del planeta vivieran
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