Capítulo 4: La visión mecanicista de la vida Resumen

Capítulo 4: La visión mecanicista de la vida

Durante todo el proceso de búsqueda del método que logre dar explicación a los fenómenos que enfrenta la vida misma y el medio en que el ser humano cayó para vivir, se han formulado métodos, ángulos de estudio diversos; simples y elaborados.

No obstante, pese a los grandísimos esfuerzos por hallar la esencia de la vida misma que explique su funcionamiento y su existencia, la búsqueda continúa. Dicho sea de paso, durante el transcurso de esta travesía, se han cometido atrocidades contra seres vivos que son tan cercanos al estudioso:  Tratados sobre ciencia y evolución de corte machista, que denigran a la mujer posicionándola como un ser inferior al humano elegante, fuerte e inteligente que es el hombre. Estudios basados en la vivisección; una tortura en vivo de animales que, suplicando por ayuda y misericordia, han vivido dolores imposibles de considerar para el lector. Para quien escribe, esto no ha sido más que el juego de un curioso que, con el fin de trabajar por el progreso y el bien de la humanidad, ha estado satisfaciendo sus deseos más negros de poseer la vida de un pequeño ser a quien no entiende.

Fuera de los métodos y maneras planteadas por los estudiosos del pasado, se ha obtenido poca -pero no menos relevante- información acerca del funcionamiento del ser humano y otras especies. Aquí se ha planteado la visión mecanicista: todo funciona como una maquinita; no hay sentimientos ni emociones que les liguen, sino un simple juego de máquinas; nada más un engranaje junto a otro, juntos moviendo la vida del ser al que componen.

Esto no ha logrado, sin embargo, mejorar las explicaciones sobre las enfermedades más encontradas hoy en día: Enfermedades que “aparecen” sin causa conocida. Se logra estimar -casi por medio de la adivinación dirigida a través de métodos estadísticos- una posible causa o actividad relacionada a la enfermedad. Este es el caso del famoso cáncer, que afecta a una masa considerable de la población actual. La teoría de las máquinas, entonces, es coja.

¿Qué fenómenos no ha logrado profundizar la teoría mecanicista y segregacionista?

Tenemos fenómenos que son, a simple vista, separados entre sí. Sin embargo, quien reflexiona cree que la comunicación es un fenómeno trascendental en este estudio de las cosas. De todo. Las células del cáncer, según lo que se cree, son células que “se vuelven locas” y que dejan de cumplir sus funciones respectivas. Son células rebeldes, separadas de sus pares, y con este acto de rebeldía captan a otras células fuera de su medio, provocando un caos, un desequilibrio generalizado que se podría ramificar por todo el ser al que componen.

¿Qué pasa con la comunicación del estudioso con su propio medio?

¿Hizo bien al intentar, en un acto de rebeldía, conocer por sí mismo y sin pedir permiso, sin preguntar primero al objeto de estudio? El ser humano está descontrolándose. Es un proceso que para nosotros son años. Mas para nuestro planeta son segundos, así como las fracciones de tiempo que toma un cáncer en aparecer.

Entonces, quizá, sólo quizá, el ser humano está enfocando su estudio hacia afuera (el medio) del problema, no hacia sí mismo (el problema).

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