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Carta Al Jefe Seatllee


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2013  •  1.041 Palabras (5 Páginas)  •  265 Visitas

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CARTA AL JEFE SEATTLE.

¡Y es así como termina la vida, y comienza el sobrevivir!

Si tal vez el amor, el cariño, la pasión y el ardiente furor de la naturaleza se pudiese comprar, si quizás existiese la manera de adquirir todo aquello que merece merito ante todo lo insignificante que en ocasiones llega a ser lo material, de pronto sucede, notas que existe algo mas allá de lo natural; fijas tu mirada en lo que por mucho tiempo te habías decidido a ignorar, y entristecido observas el inmune dolor que hay en tu espíritu, estas vacío, y nunca has agradecido el hoy haber estado vivo. Creemos que la pasión que siente el ser humano, por el árbol que se estremece y la hoja que cae al compas de la brisa, se puede comprar, pensamos que es negociable el disfrute exquisito del sonido del manantial, estamos equivocados cuando creemos que quizás eso puede ser efímero, porque quien ama la naturaleza se ama así mismo, debe lealtad a quien le obsequio la vida, la vida, nuestra vida esta llena de bendiciones, y lamentablemente esas bendiciones suelen ser ignoradas por el ser humano “¿Como puedes comprar o vender el cielo, la tierra, sino es nuestra la naturaleza?, son sagradas las nubes, los arboles, la brisa”. Porque quien ha vivido por y para la naturaleza, comprende el hermoso significado que tiene disfrutar de ella, porque solo asi se valora todo lo que Dios nos ha regalado en ella, porque el hombre salvaje de piel roja cuida y venera la tierra que le fue dada para habitar, porque pese a ser un salvaje comprende la pasión que envuelve a la selva, siente el ardiente calor del atardecer, percibe el aroma de la tierra mojada, disfruta de las gotas de lluvia que del cielo caen, se alimenta del sonido del agua, y para él, para ese salvaje, su tierra ha de ser sagrada, porque allí han muerto sus ancestros, porque bajo cada árbol hay huellas de quien cosechó una tierra fértil, llena de armonía y vida, no pretenda el hombre blanco suponer lo que significa ser hermano de la naturaleza, porque el lugar de donde viene no le ha permitido sentir sensibilidad por el planeta, no pretenda el hombre blanco fingir que cuidara del árbol y la flor, de la selva y la montaña, porque su percepción solo se basa en lo material, hoy el hombre blanco pretende hacerse dueño, de una tierra que no ve como su hermana, una tierra que por mucho tiempo ha sido ignorada, “el hombre blanco parece no sentir el aire que respira, es para nosotros precioso, comparte el espíritu con nosotros, el hombre blanco es insensible a ello”. Considerando que la tierra se pueda vender, el hombre de piel roja espera que su tierra sea respetada, que siga siendo sagrada que cuiden del ave, y el agua, que enseñen a sus hijos a ver como hermanos los animales, porque todos somos hermanos, el aire es nuestro hermano, el cielo es nuestro hermano, porque nos han dado la vida, porque nos han dado la esencia y el espíritu el hombre de piel blanca debe comprender: “lo

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