Charla De Prevencion De Accidentes
Enviado por • 24 de Agosto de 2013 • 1.323 Palabras (6 Páginas) • 655 Visitas
Los accidentes son la causa de casi 10 por ciento del total de muertes (aproximadamente 293,000 personas por año). Tan sólo en los niños de 0 a 14 años de edad se calculan alrededor de 50,000 defunciones anuales por accidentes y violencia, ya sea por causa intencional o no intencional.
Además, por cada fallecimiento debido a un accidente hay varios lesionados. Y aunque algunos de ellos reportan lesiones menores, otros requieren hospitalización, a veces prolongada, con la consecuente demanda de servicios.
Los accidentes no se producen por casualidad, sino que son la consecuencia predecible de una combinación de factores humanos y ambientales. Lo importante es conocer las causas que los provocan para poder prevenirlos y, así, dejar el mínimo margen a la casualidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define accidente como un acontecimiento fortuito, generalmente dañino e independiente de la voluntad humana, provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta con la aparición de lesiones orgánicas o trastornos mentales.
Es aquella circunstancia fortuita, no prevista ni por el sujeto afectado ni por aquellas personas que están a su cargo, que aparece en forma súbita y que origina lesiones, ya sean leves o de tal gravedad que pueden ocasionar la muerte.
Los accidentes en el hogar se definen como aquellos acontecimientos inesperados que ocurren tanto en la vivienda propiamente dicha como en el patio, el jardín, el garaje, el acceso a pisos o las escaleras.
La introducción en las casas de aparatos mecánicos y eléctricos, la gran cantidad de medicamentos que se almacenan, los productos de limpieza, los plaguicidas y, en general, todo aquello que proporciona bienestar y progreso, pueden convertir al hogar en una trampa (en ocasiones, mortal).
¿Quiénes tienen más riesgo de sufrir un accidente en el hogar?
Niños. La casa, la guardería, la calle y la escuela son los lugares en los que los menores están más expuestos a sufrir accidentes inesperados, principal causa de mortalidad infantil, por lo que es preciso tomar en cuenta diversas normas de protección.
Ancianos. A medida que envejecemos vamos perdiendo el control del equilibrio, presentamos dificultades para andar y disminuye nuestra visión. A esto habría que añadir los obstáculos que se pueden encontrar en el hogar, tales como suelos resbaladizos, baños mal equipados y escaleras deficientemente iluminadas. Como resultado, las caídas en el hogar son los accidentes más frecuentes entre las personas mayores.
Amas de casa. Las mujeres, sobre todo a partir de los 45 años de edad, constituyen uno de los grupos de población que más lesiones sufren dentro del hogar, ya que son, entre los miembros de la familia, quienes más tiempo pasan en la casa, en donde realizan varias tareas al mismo tiempo. La cocina es una de las áreas donde más accidentes se registran.
En un accidente intervienen tres elementos:
La persona que sufre el accidente y que está condicionada por sus características personales: edad, sexo, enfermedades, discapacidades, carácter, estado de ánimo, etc.
El agente, es decir, el objeto, elemento o mecanismo que desencadena el accidente y que puede ser peligroso por sí mismo (enchufe, cable, pesticida, etc.) o que lo es debido a un defecto de diseño o de fabricación, o bien a una utilización incorrecta (sobrecargar un enchufe, no sujetar las cocinas a la pared, dejar la sartén con el mango hacia el exterior, conducir a exceso de velocidad, etc.).
De esta forma, cualquier elemento de la casa o de la vía pública puede resultar peligroso.
El entorno, que es la situación o circunstancia en que se produce el accidente; puede ser de naturaleza física, social, económica, cultural o psicológica. El entorno puede condicionar tanto la acción del agente que produce la lesión como la reacción de la víctima.
Los accidentes más frecuentes se puede encontrar:
ASFIXIA POR OBJETOS EXTRAÑOS.
Medidas de prevención.
1. Cuidar que los niños no introduzcan en su boca juguetes pequeños u otros objetos.
2. No utilizar ropa de cama que pueda provocar estrangulamiento (sábanas demasiado largas, camisones, prendas con cuellos estrechos, redes).
3. Provocar el eructo de los lactantes después de las comidas y antes de recostarlos para dormir.
4. Impedir que adultos y lactantes duerman en la misma cama.
5. Mantener fuera del alcance de los niños bolsas de plástico para evitar que jueguen con ellas.
6. No permitir que los niños corran mientras tienen alimentos en la boca o que jueguen durante la comida-
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