Ciencia De Bunge
Enviado por lczro • 19 de Abril de 2015 • 931 Palabras (4 Páginas) • 198 Visitas
Mario Bunge La ciencia. Su método y su filosofía
5 P. W. Bridgam, Reflections of a Physicist (N. York, Philosophical Library, 1955), p. 83.
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ejemplo, la ley de Newton de la gravedad, que ha sido confirmada en casi todos los casos con
una precisión asombrosa. Tenemos dos razones para llamarla hipótesis: la primera es que ha
pasado la prueba sólo un número finito de veces; la segunda, es que hemos terminado por
aprehender que incluso ese célebre enunciado de ley es tan sólo una primera aproximación
de un enunciado más exacto incluido en la teoría general de la relatividad, que tampoco es
probable que sea definitiva.
4. El método científico ¿ars inveniendi?
Hemos convenido en que un enunciado fáctico general susceptible de ser verificado puede
llamarse hipótesis, lo que suena más respetable que corazonada, sospecha, conjetura,
suposición o presunción, y es también más adecuado que estos términos, ya que la
etimología de “hipótesis” es punto de partida, que ciertamente lo es una vez que se ha dado
con ella. Abordemos ahora el segundo problema que nos propusimos, a saber: ¿existe una
técnica infalible para inventar hipótesis científicas que sean probablemente verdaderas? En
otras palabras: ¿existe un método, en el sentido cartesiano de conjunto de "reglas ciertas y
fáciles" que nos conduzca a enunciar verdades fácticas de gran extensión?
Muchos hombres, en el curso de muchos siglos, han creído en la posibilidad de descubrir la
técnica del descubrimiento, y de inventar la técnica de la invención. Fue fácil bautizar al niño
no nacido, y se lo hizo con el nombre de ars inveniendi. Pero semejante arte jamás fue
inventado. Lo que es más, podría argüirse que jamás se lo inventará, a menos que se
modifique radicalmente la definición de "ciencia"; en efecto, el conocimiento científico por
oposición a la sabiduría revelada, es esencialmente falible, esto es, susceptible de ser parcial
o aun totalmente refutado. La falibilidad del conocimiento científico, y, por consiguiente, la
imposibilidad de establecer reglas de oro que nos conduzcan derechamente a verdades
finales, no es sino el complemento de aquella verificabilidad que habíamos encontrado en el
núcleo de la ciencia.
Vale decir, no hay reglas infalibles que garanticen por anticipado el descubrimiento de nuevos
hechos y la invención de nuevas teorías, asegurando así la fecundidad de la investigación
científica: la certidumbre debe buscarse tan solo en las ciencias formales. ¿Significa esto que
la investigación científica es errática e ilegal, y por consiguiente que los científicos lo esperan
todo de la intuición o de la iluminación? Ta es la moraleja que algunos científicos y filósofos
eminentes han extraído de la inexistencia de leyes que nos aseguren contra la infertilidad y
el error. Por ejemplo, Bridgman —el expositor del operacionismo— ha negado la existencia
del método científico, sosteniendo que "la ciencia es lo que hacen los científicos, y hay
tantos métodos científicos como hombres de ciencia"5.
Mario Bunge La ciencia. Su método y su filosofía
6 C. Huyghens Traité de la lumière (París, Gauthier-Villars 1920), p.
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