Ciencia, tecnología y bioética: Una relación de implicaciones mutuas

Reporte de lectura “Ciencia, tecnología y bioética: Una relación de implicaciones mutuas”

La ciencia es un cuerpo de conocimiento organizado y sistematizado acerca del Universo, incluidos nosotros mismos. Hasta este punto no existen implicaciones éticas, porque el pensamiento es neutro en tanto no determine acciones; pero el humano, dada su propia naturaleza, no se detiene nunca en solo conocer y entender, y ha desarrollado una extraordinaria habilidad para usar y aplicar el conocimiento para múltiples propósitos, herramientas, productos y procesos de modificación de materiales que alteran y afectan la forma de vivir. Esto es, la tecnología tiene indiscutible implicaciones éticas, ya que la vida alterada a la que conduce no puede asegurarse que sea mejor o peor, y las consecuencias a largo plazo son, en la mayoría de los casos, imprevisibles.

Los estudios de los últimos cincuenta años sobre la interrelación Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS) han puesto de relieve la compleja red de agentes, actividades y escenarios que integran la ciencia y la tecnología contemporáneas y, como consecuencia, conducen a aceptar que estas son un resultado de la cultura humana: realizaciones sociales y culturales.

Además, se relaciona con otras actividades del quehacer humano, formando un sistema cuya dinámica compleja se conoce como “desarrollo tecnológico“. La tecnología se relaciona con los propósitos del ser humano, sus aspiraciones y sus valores; en muchas ocasiones es el instrumento para su logro.

La tecnología permea e interviene en multitud de actividades relacionadas con nuestra manera de vivir (desde el momento de la fecundación hasta la prolongación de la vida, como examinaremos más adelante) y es importante que su uso – y no su abuso – conduzca a una mejor vida, objeto de la bioética, pues, como se ha dicho, su razón de ser es evitar que su avance incontrolado arrase con los principios y valores del ser humano.

Las técnicas utilizadas en la reproducción humana tienen una amplia perspectiva de aplicación médica. La humanidad puede intervenir en su propia reproducción: técnicas simples de fertilización in vitro pueden evitar muchos de los problemas iniciales de la concepción. Pero, con el desarrollo de éstas tecnologías de hace que a una persona se le atribuya un rol como el que le

atribuimos a Dios debido a que nos hace capaces de controlar prácticamente la vida. Los puntos de vista éticos de este tema son diferentes y depende de la cultura, la religión, el país, etc.

Frente a esto sobresalen el derecho a la vida y el derecho a elegir. Lo cierto, es que gracias a esto mediante el uso de la ciencia y la tecnología ahora pueden resolverse diversos problemas de infertilidad y cumplir el deseo de poder formar una familia para las personas que se les dificulta. A partir de esto vienen cuestiones de carácter legal, pues la tecnología extiende las posibilidades existenciales pero también crea responsabilidades; es por esto que los que desarrollan la tecnología, así como los que la utilizan deben de reflexionar antes sobre sus implicaciones o consecuencias. La manipulación de material preembriónico crea otros problemas como los relacionados con el aborto, lo que lleva al enfrentamiento con los grupos pro vida, por ejemplo, la religión.

Al explorar algunos sistemas tecno científicos construidos a partir de la ingeniería genética se han considerado las posibilidades terapéuticas que ofrece la manipulación de genes. La fantasía desborda cuando se piensa en una descendencia creada a partir de nuestros gustos, es decir, diseñando los patrones de color, tamaño, inteligencia, entre otros; sin embargo, en estos pensamientos no se toma en cuenta la bioética ni los fundamentos de la evolución humana. Cuando se considera posible afectar o intervenir mediante manipulación genética el funcionamiento del cerebro surge un nuevo campo de estudio para tomar en cuenta las posibles consecuencias de este proceso, el cual se conoce como neuroétcia, y su propósito es el estudio y consideración de los beneficios y peligros asociados a la investigación moderna del cerebro. Aparte de esto, con el desarrollo de las tecnologías actuales derivadas de las neurociencias, el desarrollo de nuevos fármacos y uso de técnicas de resonancia magnética se ha dado origen a problemas éticos que trascienden el ámbito de la bioética. Las técnicas de tratamiento y manipulación del cerebro y los estados mentales constituyen la neurotecnologia.

El desarrollo de nuevas tecnologías y el avance científico en general traen consigo una complejidad de problemas asociados con ellos. El viejo esquema “ciencia- tecnología-sociedad-bienestar humano” ahora resulta ser solo teórico pues ya no es puesto en práctica y no nos sirve para describir la situación actual, la cual es muy diferente. La ciencia y la tecnología nos han ayudado enormemente a mejorar la vida de los seres humanos, pero al analizar los resultados con las condiciones y aceptación de las personas nos damos cuenta que no todo ha sido para bienestar humano. De acuerdo a la mitología alternativa que propone Sarewitz se debe:

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