Cocodrilos Gigantes

Cocodrilos Gigantes

Los cocodrilos son los grandes depredadores acuáticos de la sabana africana. Durante 60 millones de años, evolucionaron hasta convertirse en lo que son hoy, unos depredadores consagrados. Pueden llegar a pesar una tonelada y medir 5 m de largo. Son capaces de aguantar la respiración durante horas y son extremadamente sigilosos a la hora de cazar.

Las probabilidades de sobrevivir después del nacimiento para un cocodrilo son escasas. Desde el momento en que la madre desova los huevos, comienza una tarea ardua para preservar la vida de estos debido a que son un blanco fácil para depredadores. Primero, deben encontrar un lugar para desovar que esté libre de riesgo de inundación. Ellas regresaran año tras año a aquel lugar para depositar sus huevos. Esperan hasta que anochezca para depositar sus huevos en los hoyos cavados en la arena. Ponen un aproximado de 60 huevos y una vez terminada esa tarea, los cubre con arena y los procede a incubar. Los huevos fríos serán hembras y los calientes, machos.  Luego de todo este proceso, sucede algo llamado “Proto cooperación” en la cual el cocodrilo y un ave llamada alcaraván acuático protegen mutuamente sus huevos, beneficiándose entre sí. Sin poder soportar el calor, el cocodrilo se sumerge en el agua para refrescarse y el alcaraván se enfoca en sus propios huevos, descuido que es aprovechado por el lagarto monitor, al cual le gusta comer huevos de cocodrilo.

Los cocodrilos al nacer emiten un sonido desde el huevo que es recibido por su madre, anunciándole que están listos para nacer. Las nuevas crías vienen equipadas con un diminuto diente que les ayuda en la tarea de salir del huevo. Una vez afuera, la madre los deposita en una bolsa que tiene en su boca y los lleva al agua. Solo uno de cada 50 crías podrá llegar a la madurez. Las crías aun son vulnerables y están llenas de peligro. Tanto lagartos como aves son depredadores potenciales para ellas.

Los cocodrilos jóvenes aprovechan las lluvias para establecer su territorio. Viajan decenas de kilómetros para encontrar un lugar en el cual vivir a salvo. Los cocodrilos adolescentes no son tomados tan en serio debido a que no presentan un tamaño amenazador.

Los cocodrilos son feroces cazadores. Asesinaron sin problema a una manada de ciervos. El panorama cambió al enfrentarse con una manada de cebras. La patada de una cebra equivale a la mordida de un tiburón. Las cebras utilizaron esa fuerza y el sacrificio de otras para salvarse. Otra manada, esta vez de Ñus, mueren por causa de cocodrilos y leones.

Los cocodrilos han luchado contra los Ñus y han triunfado. Puede considerarse que los cocodrilos tienen un diseño perfecto para cazar. Mientras otros depredadores han evolucionado, ellos han permanecido igual.

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