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Codigo De Etica Del Abogado


Enviado por   •  24 de Mayo de 2014  •  2.138 Palabras (9 Páginas)  •  279 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”

“Código de Ética Profesional

Del Abogado”.

MAYO 2014.-

ANTECEDENTES DEL CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO

En Venezuela, los Abogados y Abogadas contamos con un marco normativo fundamental para regirnos con Ética. En el Consejo Superior de la Federación del Colegio de Abogados de Venezuela, realizado en la ciudad de San Cristóbal, Estado Táchira, en fecha 3 de Agosto de 1985, fue sancionado el nuevo Código de Ética Profesional derogado en el año de 1956, que tenía 29 años de vigencia. El nuevo Código, compuesto por 62 artículos tiene carácter obligatorio para todos los Abogados y Abogadas, impartiéndole obligatoriedad derivada de lo dispuesto en el artículo 18 de la Ley de Abogados que así lo establece. Trata de los principios por los cuales debemos regirnos para actuar con Ética: La solidaridad, cooperación, el respeto mutuo, la lealtad, la confraternidad, la cortesía, el control de la propaganda y el ofrecimiento de servicios profesionales, y deja muy claro la gravedad del delito de prevaricación y la competencia desleal. Nos exige atención al trabajo, diligencia en el deber, puntualidad, rechazo a tácticas que dilaten el juicio, nos impone la defensa gratuita a los pobres, honestidad, decoro, dignidad en dichos y en hechos, respetando el secreto profesional, respetando a nuestros semejantes. Se trata de la reafirmación de aquellos valores que nos inculcaron desde muy pequeños en nuestros hogares y que luego fueron impartidos como lecciones en las escuelas y liceos donde estudiamos. Se trata de la conducta del hombre como lo que es en esencia, obra de Dios. Ésta es la Ética. Norma moral de conducta para ser reconocidas por nosotros mismos y por quienes nos rodean como personas decentes, honestas y cumplidoras de deberes. Hoy hago el llamado a esos pocos Abogados que actúan desde cargos públicos como Jueces, Fiscales, Defensores Públicos, Procuradores, Contralores, Concejales, Diputados, Administradores, Asesores y Consultores o desde el libre ejercicio de la profesión atendiendo los casos que le son confiados, para que reflexionemos sobre la necesidad de una verdadera y radical renovación personal y social. Es la única forma de cambiar el mundo, siendo nosotros cada día mejores en todos los sentidos. Imprimamos a cada actuación de nuestra vida transparencia, honestidad, justicia, solidaridad y veremos un mundo mejor donde todos seremos más felices y más libres.

De los integrantes de este auditórium que tiene sobre sí la representación de un pueblo que democráticamente les eligió, se espera la entrega a la obra creadora: El trabajo sin descanso, sin egoísmo, sin pereza, vamos de la mano con el ciudadano Presidente de la República en la consecución del mejoramiento de las condiciones de vida de todos, especialmente del débil, del pobre de espíritu, para dar a los niños, adolescentes y ancianos la tan anhelada calidad de vida que se traduce en vivienda apta para habitar, estudio, salud, desechando día a día la mediocridad, los odios, los rencores y rencillas que nos impiden volar hacia lo grande y noble: hacia la paz. Enfrentemos los retos, defendamos los valores, los principios, la ética y seremos reconocidos por haber colaborado en el trabajo de hacer una patria nueva que espera de nosotros lo mejor. Renovemos los votos que hicimos como profesionales, evitemos con nuestra conducta que se nos desprecie y califique con improperios.

Que el sentido del servicio a los demás no nos abandone y pidamos ayuda a Dios como protector verdadero de la justicia para sacar adelante con éxito lo que se nos encomienda. Hoy invoco el espíritu de San Ivon, patrono de los Abogados, bajo cuya advocación funcionó el Colegio de Abogados de Madrid a Partir del 31 de marzo de 1596, quien fue un santo muy popular, a quien hace alusión un versito muy irónico: “Ivon, el santo Bretón, no obstante ser Abogado ¡qué cosa tan admirable! Jamás pecó de ladrón “fue San Ivon el padre de los célebres mandamientos del Abogado, acogidos por la orden de Abogados en Francia. Alude Parra Márquez al colosal trabajo que San Ivon realizó en su vida para orientar a la Abogacía por los senderos de la ética, predicando en forma

Incansable los principios de la moral cristiana. Asimismo, hace referencia a sus famosos “Mandamientos del Abogado”, los que fueron acogidos por la orden de Abogados en Francia, y se resumen así:

1.- El abogado no puede aceptar la defensa de casos injustos, porque ellos son perniciosos a la conciencia y al decoro.

2.- El abogado debe defender las causas que se le encomienden, valiéndose sólo de medios lícitos y nunca injustos.

3.- El abogado debe trabajar en la causa de sus clientes con justicia y como si fueran propias.

4.- El abogado jamás debe ahorrar trabajo ni tiempo, para obtener el triunfo de los casos que le han sido encomendados.

5.- El abogado debe amar la justicia y la honradez como a sus propios ojos.

6.- Ningún abogado debe aceptar más casos jurídicos de los que su tiempo disponible le permita atender debidamente.

7.- La demora y la negligencia de un abogado causa, a menudo, perjuicio al cliente, y cuando esto acontece, el abogado debe Compensarlo justamente.

8.- El abogado no debe hacer ni incurrir al cliente en gastos exagerados, ni mucho menos innecesarios.

ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO: Se aplica a los abogados en ejercicio y comprende todo lo referente

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