Color del cielo y del mar
Enviado por Fabbian • 15 de Diciembre de 2011 • Monografía • 1.912 Palabras (8 Páginas) • 625 Visitas
Color del cielo y del mar.
Los colores intrigan a los pintores y a los físicos. Para estos últimos los colores que perciben nuestros ojos son producto de las distintas frecuencias que emiten o reflejan los objetos. Que percibamos o no estas frecuencias como colores se debe al sistema visual del cerebro. Muchos organismos, incluidas las personas con problemas de percepción del color, no distinguen, por ejemplo, el rojo de un rosa.
Isaac newton fue el primero en realizar un estudio sistemático del color. Haciendo pasar la luz a través de un prisma triangular de vidrio, newton demostró que la luz del sol, en apariencia blanca, está compuesta por toda la gama de colores.
Para demostrar que la luz blanca está formada por varios colores y que este fenómeno no es causado por alguna irregularidad del vidrio, newton hizo pasar los rayos obtenidos en el 1/er. Prisma por un 2/o. prisma girado en sentido inverso.
Los colores que asociamos a los objetos son el resultado de la reflexión y la absorción de la luz: un objeto es verde, como las hojas, si refleja el verde y absorbe todos los demás. El negro no es precisamente un color sino producto de la ausencia de luz.
El arcoíris es un ejemplo espectacular de la descomposición de la luz. La condición para que aparezca el arcoíris es que el sol brille en una parte del cielo y que en la parte opuesta este lloviendo. Cuando damos la espalda al sol aparece un arco con el espectro de colores. Si observamos este arco desde un avión tendríamos el panorama completo: todos los arcoíris serian circulares si el suelo en el horizonte no se interpusiera.
La luz del sol incide sobre las gotas de agua y emerge de forma de luz descompuesta. Millones de gotas producen todo el espectro.
La trayectoria de un rayo de luz solar es más larga en el ocaso que al mediodía.
La capa de ozono de las regiones superiores de la atmosfera absorbe la mayor parte de la luz ultravioleta proveniente del sol. Las otras partículas y moléculas de la atmosfera dispersan la radiación ultravioleta restante. De las frecuencias visibles, el color que más se dispersa es el violeta, seguido por el azul, el verde, el amarillo, el naranja y el rojo, en ese orden.
El rojo se dispersa solo la décima parte de lo que lo hace el violeta, pero nuestros ojos no son muy sensibles a este color. Son más sensibles al azul, color que se dispersa más después que el violeta por eso vemos el cielo azul.
El cielo se ve menos azul y adquiere un tono blanquecino cuando hay mucho polvo y otras partículas contaminantes en la atmosfera. Estas partículas son más grandes que las moléculas de oxígeno y nitrógeno y por ello dispersan la luz de manera distinta.
El color del agua no es del azul intenso que vemos, por ejemplo, cuando observamos el mar desde lejos. El azul proviene del cielo que se refleja en la superficie del mar. Si sumergimos algún material blanco, podemos observar que el color del agua es un pálido azul verdoso.
El agua, al igual que el vidrio, es transparente a casi todas las frecuencias visibles de la luz. Las moléculas de agua, sin embargo, absorben la radiación infrarroja que se transforma en energía cinética de sus moléculas.
Eco y sonido.
Al gritar frente a una montaña o pared alta, el sonido se vuelve a oír casi de inmediato. Ocurre que la onda sonora emitida se refleja en la superficie, y cuando regresa la volvemos a escuchar. A este fenómeno se le llama eco y se debe a una reflexión de las ondas sonoras cuando se cumplen ciertas condiciones. El fenómeno del eco se da si la superficie contra la que choca la onda sonora devuelve la onda sin absorberla demasiado; además, la superficie debe estar lo suficientemente lejos, ya que nuestro oído no puede distinguir entre 2 sonidos que llegan con una separación menor de una décima de segundo.
Gracias a la reflexión de ondas sónicas, el sonar de un barco, que fue inventado por el físico francés langevin durante la primera guerra mundial, puede identificar la distancia que existe hasta el fondo del océano o la presencia de algún obstáculo sumergido en el agua. También, gracias a la reflexión de las ondas sónicas, los murciélagos y los delfines pueden identificar la posición de diversos objetos como insectos o peces que se encuentran frente a ellos.
Otro fenómeno provocado por la reflexión del sonido es la reverberación, que consiste en la reflexión múltiple del sonido en las paredes, en el piso o en el techo de un recinto cerrado.
El sonido se sigue escuchando, aunque en forma amortiguada, durante cierto tiempo. Este efecto es más pronunciado cuando se grita en una habitación vacía, más o menos grande, con paredes lisas y duras, sin alfombras ni cortinas.
Si la reverberación es excesiva, o sea cuando dura un segundo o más si bien los sonidos se oyen, se confunden y son difusos. La reverberación hace más difícil la comprensión entre 2 personas que se comunican hablando.
En las salas de un concierto o auditorios se presentan orquestas, cantantes y grupos musicales, se busca reducir la reverberación empleado en las paredes, techos y pisos materiales que absorban el sonido en vez de reflejarlo. Entre los materiales usados para este propósito están alfombras, cortinas, paredes de corcho y, en general, materiales suaves y porosos.
Luz y relatividad.
En el tiempo nos desplazamos a razón de 24hs. por día, y en el espacio a velocidades que pueden ser la de un caracol hasta la de un avión supersónico o la de un transbordador espacial. El movimiento en el espacio está relacionado con
...