Comentaarios Comentario a “Cubículo Legal: Política Criminal”

Comentario a “Cubículo Legal: Política Criminal”

Juan Ramiro Díaz Pelayo (2015)

El fenómeno del delito es tan antiguo como la humanidad misma y ha existido siempre porque se encuentra en las entrañas mismas de las relaciones sociales, sin embargo la comisión del delito en el siglo XXI ha aumentado de tal manera que la seguridad ciudadana se ha convertido en una de las problemáticas centrales en el mundo entero. El programa periodístico “Peruanos por el mundo”, reportó que desde que comenzara el año 2018 a la fecha se han registrado 250 casos de robo al día, solo en lima, mientras que el 90% de peruanos ha sido víctima o testigo de algún hecho alarmante de los cuales el 85% no lo ha denunciado por miedo, según cifras del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público del Perú cada 5 minutos de comete un delito, generando una gran sensación de inseguridad en las calles.

Frente a esta realidad y con el fin de contribuir a preservar la paz social surge la Policía Criminal, que se configura por la prevención y represión (sanción / rehabilitación) del delito para disminuir los índices de la delincuencia; en el video motivo de este comentario el profesor Juan Ramiro Díaz Pelayo hace una reflexión profunda y a la vez didáctica de esta disciplina en el contexto latinoamericano y mexicano, y empieza señalando que la imposición sola de la pena es una medida que no basta para poner freno a delitos graves sino que por el contrario constituye un reduccionismo que debemos combatir casi tanto como el delito mismo buscando nuevas formas que suplan a la cárcel y prisiones privadas propias del sistema empresarial. Es por ello necesario un Plan Nacional Integral de Política Criminal que en palabras del Dr. Díaz Pelayo se componga de un Sistema de Intervención de Criminalidad desde los tres poderes del estado, antes durante y después del hecho delictivo.

Desde el Poner Judicial, fomentando el derecho penal democrático y jurisprudencia que garantice la dignidad de la persona y el respeto de los Derechos Humanos.

Desde el Poder Legislativo, buscando el Derecho de mínima intervención, procurando agotar otras formas antes de recurrir al tipo penal.

Desde el Poder Ejecutivo con intervención del Gabinete Ministerial y el presidente de la Nación que tienen el poder y mando de la política criminal y aplicación de la Justicia.

Así como programas de prevención e intervención que hagan partícipe a toda la ciudadanía (consejos municipales, comités vecinales y distritales) basados en diagnósticos reales de encuestas de campo, geografía del delito e investigación criminológica.

También es necesario fomentar la Interdisciplinariedad de esta Intervención, ya que la delincuencia no deja de ser un problema de salud mental pública que afecta a toda la ciudadanía y requiere acciones conjuntas entre diversas instituciones que incluyen a los hospitales, colegios profesionales, universidades, etc.

Desde la psicología por ejemplo se puede contribuir con investigación de perfiles criminológicos y estudios a grupos sociales que permiten revelar la motivación criminal (maltrato físico, inmigración, educación en las calles, desempleo masivo, pérdida de valores, falta de alguna necesidad básica, identificación de enfermedades con tendencia a afectividad delictiva, abandono de hogar, modelos sociales incongruentes) ya que entender qué índice a un sujeto a cometer hechos delictivos facilita a los Centros de Ayuda y Apoyo Social así como a los medios de comunicación masiva, mayor control y herramientas para el fortalecimiento de valores y cultura de impacto en diferentes grupos humanos y la ciudadanía en general.            

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