Cometa Shomeaker
Enviado por celema78 • 6 de Septiembre de 2011 • 474 Palabras (2 Páginas) • 576 Visitas
COMETA SHOEMAKER – LEVY 9
El Shoemaker-Levy 9 (en adelante SL9, como suele abreviársele, aunque es llamado formalmente D/1993 F2) fue un cometa que colisionó con Júpiter en 1994, proporcionando la primera observación directa de una colisión de un objeto externo al Sistema Solar; esto generó una gran cobertura en los medios de comunicación hasta tal punto que el SL9 se hizo popular y fue observado por astrónomos alrededor del planeta dada su importancia a nivel científico. Asimismo, los impactos proporcionaron nueva información sobre Júpiter y destacaron su papel en la reducción de basura espacial del Sistema Solar interior.
Descubierto por los esposos Carolyn y Eugene Shoemaker, y el también astrónomo David Levy, fue encontrado en la noche del 24 de marzo de 1993 en una fotografía tomada con la Cámara de Schmidt del Observatorio Palomar en California (EUA), convirtiéndose en el primer cometa observado girando alrededor de un planeta en lugar del Sol, algo bastante inusual.1 En julio de 1992 la órbita del SL9 pasó junto al límite de Roche de Júpiter y las fuerzas de marea presionaron hasta destrozar al cometa, que posteriormente fue observado como una serie de fragmentos de hasta 2 km de diámetro, los cuales terminaron chocando con el hemisferio sur de Júpiter entre los días 16 y 22 de julio de 1994 a una velocidad de aproximadamente 6•104 m/s (60 km/s). Cada choque generó una cicatriz, esto es, una mancha oscura, cada una de las cuales fue más visible que la Gran Mancha Roja y se mantuvieron allí por varios meses, incluso para la llegada de la misión espacial Galileo.
En la imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble en el verano boreal de 1994 se distinguen cuatro trozos apenas separados 1000 km. Los fragmentos están dispersos a lo largo de 160.000 km, cada uno de ellos brilla al ser iluminado por la luz solar y están rodeados de polvo. Los astrónomos los describieron como un collar de perlas, de la misma manera, los impactos envolverían a Júpiter como un collar.
Para los astrónomos fue aún más emocionante cuando se rastreó hacia el futuro la órbita de los pedazos que quedaban del cometa, ya que se consideraba probable que podrían pasar a 45.000 km del centro de Júpiter, una distancia aún menor que el radio del planeta, es decir, que en un lapso de cinco días aproximadamente, los fragmentos terminarían atravesando la atmósfera del planeta, todo ello en julio de 1994. Para conocer los posibles efectos del impacto se hizo primordial determinar la masa de los fragmentos, así como la velocidad que alcanzarían al momento de chocar con el planeta. Según las observaciones del Hubble los once fragmentos mayores tenían tamaños entre 2,5 y 4,3 km de diámetro. La energía del impacto es proporcional a la masa del fragmento y por tanto es proporcional al cubo de su diámetro.
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