Como razonan los abogados
Enviado por reyese • 20 de Agosto de 2015 • Ensayo • 3.405 Palabras (14 Páginas) • 619 Visitas
El siguiente ensayo es realizado en la materia de Interpretación, Lógica y Argumentación Jurídica y por encargo del maestro César Alejandro Ávila Quiroz, del cual es el segundo que realizó después de muchos años, no obstante de que el trabajo que desempeño se encuentra ligado con la carrera que estoy cursando, “según”; espero que no esté muy alejado de lo que realmente nos ha pedido, he realizado mi mayor esfuerzo para concluirlo, pero lo más importante lo que he aprendido de esta lectura y que lo lleve a cabo, todo esto, con el fin de entender al mundo en que estoy introduciéndome, incluyendo todas las responsabilidades que conlleva, y que no es nada fácil asimilarlo; primeramente comprometerse con uno mismo, después con la familia, enseguida con la sociedad, así como los problemas que seguramente se presentarán, en lo familiar, laboral, social y en esta nueva vida universitaria, en fin, será difícil, pero he dado mi primer paso después de mucho tiempo, espero no claudicar de este sueño y hacerlo realidad, ni tampoco desesperarme, en este camino que me falta mucho por recorrer, la fe en Dios y la fortaleza que él me da, espero concluir la licenciatura y porque no, continuar con lo que sigue ………………..nunca es tarde.
INDICE.
1.- La historia natural de la solución de problemas jurídicos.
2. Experiencia pasada y problemas actuales.
3. La lógica y la solución de problemas.
4. Inferencia Inmediata.
PRIMER CAPÍTULO
La historia natural de la solución de problemas jurídicos, en este capítulo el escritor Clarence Morris, dice que el razonamiento jurídico está encaminado a solucionar problemas, los problemas se presentan en conjunto, casi siempre pensamos en obviar la dificultad con alguna solución fácil y repentina, sustituimos el esfuerzo del razonamiento reflexivo por respuestas comunes y poco exigentes, pero no dan resultados empezamos el proceso de análisis y dividimos el problema en varias partes; finalmente se reconoce la solución del conjunto de problemas, algunas veces el proceso no llega a buen fin y abandonamos la estrategia empleada y empezamos a buscar otras opciones, a veces adoptamos resultados erróneos como válidos; el uso del lenguaje común indica que los problemas se resuelvan de forma diferente.
Afirma, que muchas personas dicen que no debemos aceptar ciegamente una opinión que cuando aceptamos la solución de otro a nuestro problema, debemos asegurarnos que sea la correcta, para lo cual se debe examinar sus datos y reconstruir los razonamientos o que la autoridad haya tenido la oportunidad para examinar los hechos; muchas de nuestras creencias las tomamos prestadas de otros, una gran parte del conocimiento lo hemos adquirido mediante la aceptación a ciegas de las conclusiones de otros; las creencias correctas y erróneas nos han sido inculcadas por las instituciones educativas y sociales y otras ya ni nos acordamos de su procedencia; el conocimiento aceptado ha demostrado muchas veces ser falso e inadecuado y debemos ser sensatamente escépticos; los seres humanos no estamos hechos para desconfiar de una opinión autorizada, sin embargo solo podemos descubrir los errores y las inadecuaciones sometiéndolo a juicio crítico para solucionar nuestros problema; cuando resolvemos un problema debemos examinar en forma crítica la autoridad reconocida; no debemos llevar lejos nuestro escepticismo porque los problemas se extienden y el objetivo original de resolver un problema se puede convertir en una divagación metafísica.
Además dice, que los abogados no solo toman sus propias decisiones, también tratan de persuadir a otros; los jueces tienen que decidir una causa por el punto de vista de un jurisperito; la gente común, mal gasta su tiempo diciendo cosas que no valen la pena escuchar; la dialéctica de los abogados que está defendiendo una causa tiene que estar llena de citas de grandes jurisconsultos y se adquiere el arte de utilizar frases de hombres ilustres idóneas para influenciar a su favor la decisión del juez o del jurado; por lo que la solución de cualquier problema jurídico es tomado en cuenta la opinión de autoridad.
Para resolver los problemas por intuición como una alternativa a los métodos del razonamiento, es decir por “instinto” o “hábito”; “corazonada” o “inspiración”; “rápida reflexión de un experto”; y, el “reconocimiento repentino de una solución”; un abogado no debe de poner en riesgo a su cliente, y debe de contar con un historial de hacer lo correcto y no debe darse el lujo de cometer errores, por lo que debe de incluir una gran dosis de pensamientos reflexivos y cuando defiende una causa ante el tribunal tiene que haber descubierto sus problemas y medido las consecuencias de sus soluciones; así también nos dice que el científico que elabora una hipótesis la somete a prueba antes de adoptarla, la sostiene provisionalmente hasta que queda demostrada, pero el abogado puede errar sin llegar a saberlo nunca, por lo que dice que el factor que más contribuye a la perpetuación del error, en la labor jurídica es que no se pueden descubrir muchas equivocaciones durante el procesos de razonamiento, por lo que la experiencia jurídica tiende a hacer incompleta.
Capítulo II
Experiencia pasada y problemas actuales.
El escritor nos dice, que en cierto modo, todos somos inexpertos y las personas inexpertas no pueden resolver problemas, un estudiante de derecho no es un bebé jurídico, por lo que sabe algo acerca de la forma de resolver los problemas en general, tiene cierto conocimiento de su idioma, aunque su vocabulario jurídico es muy limitado, sus conocimiento jurídicos son burdos e inexactos, sabemos que los contratos no deben quebrantarse impunemente y una persona que perjudica a otra, debe paga indemnización y que el delito se castiga; que la inexperiencia es inadecuada para resolver problemas jurídicos, que se ingresa a la facultad de derecho para adquirir experiencia para ejercerla; la inexperiencia en el análisis y las síntesis jurídicas nos convierte en una víctima que nos conducen al error y nos perdemos en divagaciones intelectuales; el objetivo de la educación jurídica es proporcionar experiencia en la solución de problemas antes de que se ejerza la carrera por lo que nos protege del fracaso cuando se intenta la práctica forense; que debemos evitar inmiscuir en asuntos importantes para no cometer errores a expensas del cliente; las facultades de derecho no cumplen a cabalidad esta función, los graduados siguen siendo neófitos, no se adquiere la suficiente experiencia para obtener los conocimientos indispensables, para una práctica sin tropiezos y eficaz, que la experiencia académica no se puede comparar a la solución de problemas reales; los problemas fabricados y ordenados difieren por lógica de los naturales, aun y cuando el primero este basado en acontecimientos reales; que el abogado no debe ejercer sin la debida experiencia y la experiencia en la carrera de derecho difiere de la experiencia derivada de la practica; muchos abogados saben lo que deben hacer, pero solo piensan hasta que la causa llegue al jurado, o después que su alegato está en manos del tribunal supremo, y no se desgastan; se tiene que saber utilizar los conocimientos para solucionar los problemas y debemos evocar recuerdos de experiencias pasadas lo cual puede ayudar; cuando se plantea un problema se debe analizar para dar soluciones y toda reflexión pasa por lapsos absurdos, recordando otras cosas que no van al caso; se puede recurrir a los libros y no depender de la memoria de las experiencias pasadas, así como el material jurídico puede utilizarse, en resumen, el empleo de los códigos no es el proceso automático, el que recurre a ello debe tener implicaciones provistas de su propia experiencia para saber qué está buscando, por lo que es una fuente de proposiciones para la solución de problemas y ayudar a interpretarla cuando la descubran. La experiencia no solo es una fuente de sugerencias para la solución de problemas sino también la causa de perpetuación del error, las ideas que armonizan con los errores del pasado se adaptan con facilidad, si no dan lugar a dificultades inmediatas; se ha llegado a considerar el valor que representa la experiencia para la persona que tiene ante sí un problema, el inexperto no solo se le dificulta resolver los problemas conocidos, sino que lo más probable es que no reconozca cuando éstas surjan, el abogado que triunfa en su carrera debe de anticiparse a los problemas antes de que sea imperativa su participación para resolverlo.
...