Complicaciones médicas cocaína

Complicaciones médicas cocaína

Las complicaciones médicas por consumo de cocaína pueden darse tanto en personas no adictas como en personas de presentan abuso y dependencia, siendo en estos últimos mucho más frecuente las complicaciones que se mencionarán a continuación. En primer lugar, se encuentra la intoxicación que da lugar a procesos que van desde la intranquilidad e excitación, pasando por taquicardias, hipertensión, midriasis, nauseas, temblor, sudoración… hasta en situaciones más complejas  pudiendo aparecer colapso, parada respiratoria, coma y pudiendo causar la moto. En segundo lugar, puede ocasionar problemas a nivel cardiovascular pudiendo ser la primera causa de morbi-mortalidad por consumo de esta sustancia, ya que el riego de infarto de miocardio se incrementa hasta casi 25 veces. En tercer lugar, se producen alteraciones neurológicas tales como vértigo, ataxia, temblores o verborrea, y otras de más graves como crisis convulsivas o hemorragia cerebral. En cuarto lugar, el sistema respiratorio se ve afectado por el pulmón de crac cuando la cocaína es fumada en forma de crack, resaltando que los antibióticos no hacen efecto.  En quinto lugar, a nivel sexual en un primer momento causa un aumento de la excitación sexual, pero su uso frecuente da lugar a disfunción sexual, y, en mujeres embarazadas pone en peligro a madre e hijo. En sexto lugar, la mucosa nasal se ve inflamada y puede producir ulceras y perforación del tabique nasal debido al consumir esta droga por vía nasal. Por último, pueden producirse infecciones del tipo de endocarditis, sida, hepatitis.

Consecuencias psicosociales/interpersonales

Las consecuencias psicosociales/interpersonales del consumo de cocaína están relacionadas con otros criterios del DSM-IV-TR sobre la dependencia de sustancias, dichos criterios son tres. El primero, se podría definir como utilizar gran parte del tiempo en actividades o acciones que requieran tanto la obtención como el consumo de la sustancia y la recuperación de la misma. El segundo, va ligado a la disminución de actividades socio-laborales, comunitarias y de ocio a causa del consumo de la sustancia. En tercer y último lugar, es la continuidad en el consumo de la sustancia aun siendo consciente de los problemas físicos o psicológicos producidos por el consumo.

También en el DSM-IV-TR en cuanto a la dependencia de la cocaína describe que las personas que presentan una dependencia a esta droga mal gastan mucho dinero en periodos de tiempo cortos, dando lugar a futuros robos, prostitución, traficar o presentamos ilegales. También, aparece un abandono de la vida familiar, laboral y pérdida de roles en la participación comunitaria. La utilización habitual y continuada de la cocaína provoca una perdida en la percepción de riesgo sobre el uso de drogas, dando lugar a un incremento de consumo de esta u otras drogas.

A nivel psicológico el abuso de la cocaína da lugar a ansiedad, delirio, insomnio, psicosi tóxica, paranoia, irritabilidad, alucinaciones, conductas agresivas, depresión… incluso el suicidio. A nivel social las consecuencias son evidentes, produciéndose una disminución en la participación social y comunitaria, abandono familiar y laboral,  abusos infantiles, propagaciones infecciosas, conductas violentas y criminales, prostitución, incluso homicidio

Sistemas de clasificación Clínica.

Modelo Bioconductual del consumo de drogas.

El Modelo biopsicosocial se puede considerar como el modelo de referencia para abordar la problemática de drogodependencias.  Este modelo fomenta que el consumo de una droga por parte de una persona, no solo presenta una relación a nivel de propiedades biológicas, sino que también a procesos psicológicos como el aprendizaje, socialización, participación comunitaria, y, a la interacción con diferentes entornos, contextos y ambientes en el cual desarrolla la vida diaria la persona. Concretamente, en el campo de las drogodependencias las conductas de consumos principalmente se relacionan en función de las interacciones con el contexto (tanto estímulos interoceptivos como esteroceptivos), la vulnerabilidad individual (en función de factores genéticos, influencias socioculturales…) y las consecuencias.

Para finalizar hace falta reseñar para lograr un conocimiento completo de la conducta de una persona con adicción, se precisa de una análisis funcional en el que se establezca las relaciones entre el contexto, la vulnerabilidad y las consecuencias.

Tratamientos Farmacológicos.

Para comenzar se ha de recalcar que en la actualidad no existen las pruebas necesarias para demostrar la eficacia de los tratamientos farmacológicos de la adicción a la cocaína (Observatorio Europeo). Sin embargo, ha surgido un nuevo tipo de investigación  denominada inmunoterapia que consiste en generar una vacuna que evite que la droga llegue al cerebro y por lo tanto que no se produzca los efectos que causa. Por otro lado, es importante destacar que evitar el consumo por parte de una persona adicta mediante tratamiento farmacológico junto con su control a lo largo del tiempo daría resultados negativos en la mayoría de los casos. Sí que es verdad que existen alternativas que pueden favorecer a una mayor utilidad clínica. La primera de las alternativas, son los agonistas y antagonistas  dopaminérgicos que presentan la función de reducir los síntomas de la abstinencia. La segunda alternativa sería los tricícliclos utilizados para la abstinencia a la cocaína. La tercera alternativa, es el disulfiran ya que si el consumo de cocaína va ligado al consumo del alcohol provoca una reducción del consumo de cocaína e incluso su abolición. Además, si la persona no presenta consumo de alochol el disulfiran también puede ser útil ya que puede producir efectos dopaminérgicos. La cuarta alternativa serian los eutimizantes, ya que puede ser una placebo muy efectivo para el tratamiento de la dependencia de la cocaína. Por último, la bruprenorfina puede ayudar a reducir el consumo de la droga y el propanol también sería útil para pacientes con abstinencia elevada durante el inicio del tratamiento.

En definitiva, se puede concluir que no existen intervenciones farmacológicos eficaces, considerandose tratamientos de primera elección.

Tratamientos psicológicos de la cocaína.

Primero de todo, las intervenciones psicológicas en el ámbito de las drogodependencias son eficaces y lo demuestras diversos estudios científicos, y, en especial en la cocaína. Las conductas de uso y abuso vienen dadas por conductas operantes y que las contingencias presentan un papel importante en todo el proceso de rehabilitación psicosocial. Las intervenciones psicológicas que se expondrán todo seguido son técnicas complementarias (no excluyentes) que deben incorporarse dentro de los programas de tratamiento o intervención.

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