Conclusion A Los Impuestos En Mexico
Enviado por lalo1991 • 25 de Junio de 2013 • 1.259 Palabras (6 Páginas) • 1.546 Visitas
Debemos comenzar por reconocer dos cosas. Primero, que el principal problema económico no es la pobreza, ni la falta de empleo, ni los bajos ingresos de los de las personas, ni mucho menos el “incipiente” gasto público, sino la falta de un alto y sostenido crecimiento económico. La evidencia que demuestra que el crecimiento económico, no los programas sociales es la única manera de abandonar efectivamente la pobreza al generar verdaderas oportunidades de desarrollo para las personas. El empleo, el ingreso y la pobreza son sólo los efectos del problema.
Como en todo problema, existen también causas, y erradicar el problema requiere atender a las causas que lo originan. Aunque las causas del bajo crecimiento económico son tan complejas como el proceso económico mismo, podemos distinguir diversos factores estructurales que inhiben decididamente la formación de capital necesario para la expansión económica. Entre ellos se encuentra el diseño del sistema impositivo, toda vez que los impuestos inciden, ya sea de manera directa o indirecta, en la información que transmiten los precios, distorsionando las decisiones de consumo, ahorro e inversión de los agentes económicos.
Lo segundo que debemos reconocer deriva de lo anterior, y es que la falla de fondo que enfrenta el pueblo en el orden fiscal no es la insuficiencia de ingresos tributarios del gobierno, lo que le impide emprender ambiciosos programas de obra pública. Los ingresos fiscales no pueden, por sí mismos, generar el crecimiento económico que necesitamos para abatir la pobreza. Aumentar los ingresos públicos como se ha venido planteando no puede ser el objetivo de la reforma fiscal que requiere México. Tratar el problema fiscal como insuficiencia de recursos gubernamentales llevaría la reforma tributaria al fracaso, tanto para aumentar los ingresos como para superar el verdadero problema, el crecimiento. Esto es así por una olvidada razón: el gobierno sólo puede obtener recursos de la sociedad, la cual difícilmente estará dispuesta a apoyar una reforma que implique transferirle una mayor parte de su renta al gobierno a cambio de los efímeros beneficios de un mayor gasto público, en el mejor de los casos. Incrementar los ingresos públicos es un mal planteamiento de la reforma fiscal porque es ver sólo la conveniencia de los gobernantes.
La verdadera falla del impuesto es que es injusto, complicado y costoso, lo que no permite un ambiente favorable para la creación de riqueza dados en la acumulación de capital, el trabajo de las personas y la cooperación de los contribuyentes. México necesita una reforma tributaria que, acabe con las injusticias, distorsione lo menos posible los procesos de mercado y, reduzca el costo de cumplir con las obligaciones fiscales. El primer punto significa ampliar la base de contribuyentes mediante impuestos generalizados y reducir la evasión; el segundo, implica introducir tasas bajas de impuestos y, el último, es simplificar el pago de impuestos. Ya, sólo como consecuencia de esto, podrían mejorar los ingresos del gobierno, necesarios para que cumpla con sus compromisos sociales. Por tanto, la reforma tributaria, si se desea exitosa, requiere estar diseñada desde la óptica del contribuyente.
Los mexicanos pagamos muchos impuestos que resultan muy costosos para la sociedad por partida, ahora bien, el impuesto único descansa en el concepto de que los agentes económicos deben ser anexos en lo que se toman de la economía no en lo que introducen (ingreso). Es mejor gravar la riqueza que ya está creada en vez de gravar la riqueza que todavía no se crea, pues de esta forma se estimula el ahorro y desincentiva el gasto. De otra forma se desincentiva la creación de riqueza. En ese sentido, aunque el impuesto único grava el ingreso, la lógica es la de un impuesto al consumo; esto es así porque cuando se grava el ingreso exceptuando el ahorro en realidad
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