Creaciones de huertos

Introducción

Un huerto urbano se define como un espacio  cubierto o no destinado para  cultivo de flores, plantas aromáticas, hortalizas, hierbas medicinales o escala doméstica, siendo unas de las magníficas formas de preparar o tener un cultivo propio y personalizado.

La idea de crear huertos urbanos nace durante la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos comienza a usarse esta forma de cultivo en las ciudades llegando a una estadística de consumir hasta un 40% de alimentos procedentes de los huertos urbanos.

La cultura de los huertos urbanos se ha ido extendiendo a través de los años gracias a la Revolución neolítica;  cuando las mujeres sembraban alrededor de la vivienda donde vivían, lo cual llegaron a desarrollar e inventar un modo de economía más seguro, la razón era simple, las plantas de cultivo le permitían guardar gran parte de la cosecha para las épocas de escasez.

Hoy en día, es valorado siendo considerado una alternativa sostenible para la producción de frutas frescas un hobby educativo y refrescante. Países como Reino Unido, Estados Unidos y Alemania usaron campos de fútbol o parques y jardines como campos de cultivo, estos países hicieron uso de la propaganda para propagar su uso.

Ubicación del huerto.

En este caso, existen las siguientes opciones; galería, balcón de casa, dentro de la vivienda (utilizando sistema hidropónico) y terraza privada o comunitaria.

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Antes de elegir la ubicación, hay que tomar en cuenta las siguientes claves:

Luz: La mayoría de plantas hortícolas necesitan sol directo para crecer y desarrollarse, en este caso se necesita una exposición continua de sol, para las hortalizas existe un intervalo entre 5 y 6 horas de sol directo al día.

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 (Tabla informativa extraída de Casanovas. E, 2013 “Manual de iniciación, huerto urbano” )

Orientación: Lo más recomendable es que sea orientado hacia el sur, para aprovechar mejor el número de horas de sol, además, si es posible, que esté protegido de las corrientes de aire.

Agua: Se necesita una ubicación apta la optimización del agua, sea para conectar el sistema de riego o goteo.

¿Cuándo regar nuestro huerto?

No existe ninguna pauta o regla para saber la cantidad y frecuencia con la que tenemos que regar nuestro huerto, ya que esta depende de muchos factores como las especies cultivadas, el tipo de suelo, la estación del año y el clima, pero una de las cosas más importantes es saber las características de las semillas cultivadas en el huerto y buscar un buen sustrato que ayude a mantener la humedad, para que nuestros cultivos pueden crecer y desarrollarse bien.

La ausencia de agua en épocas de mucho calor o poca lluvia podría hacer que nuestros cultivos sufran un estrés hídrico, es decir que esta no tendrá la mejor producción e incluso puede llegar a marchitarse. Asimismo, el exceso de agua, causando que la raíces se puedan asfixiar por la ausencia de oxígeno. Además, aumentan las posibilidades de enfermedades y plagas, sobre todo el desarrollo de hongos por la humedad.

Con respecto a las estaciones del año, se puede deducir que en la época de verano las plantas necesitan más cantidad de agua, por sus temperaturas altas causando que el agua se evapora más rápido, en cambio en la época de invierno no será tan constante el riego, por último, en primavera e invierno dependerá de la temperatura que estos tengan y si la lluvia es tan presente.

Y con respecto a las características de los cultivos, depende de cada grupo, a que hay cultivos que exigen más agua que otro como en este caso serían:

• Poco riego: ajo, cebolla, garbanzo, lenteja o hierbas aromáticas como espliego, romero, tomillo, orégano…
• Riego medio: guisante, tomate, pepino, nabo y algunas flores de las que usamos para ahuyentar insectos, como la albahaca, la caléndula o el tagete.
•    Riego abundante: acelga, alcachofa, apio, calabacín, col.

Sistema de riego 

El sistema de riego es uno de los aspectos importantes, en el momento de querer cultivar un huerto, ya que este nos ayudará a obtener un mejor rendimiento y producción de los cultivos. Para elegir un buen método de riego hay que saber las ventajas que este nos proporciona y además tener en cuenta el aspecto económico de este.

A continuación, daremos a conocer algunos sistemas de riego que se utilizan en huertos:

Riego con manguera: Se utiliza en huertos de pequeñas dimensiones, además tiene la ventaja de no necesitar ningún tipo de instalación, sin embargo, este presenta algunas desventajas, tales como perder tiempo, malgastar erróneamente el agua, a cierto nivel de altura las gotas de agua son grande produciendo que se mueva la tierra, hasta algunas semillas y finamente la más importante es que este sistema suele regar superficialmente, por lo que la tierra más profunda no llega humedecerse.[pic 3]

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