Cuadro Comparativo
Enviado por noepav • 16 de Enero de 2013 • 1.299 Palabras (6 Páginas) • 663 Visitas
Panzsa (1988) establece cuatro modelos por los que ha atravesado la conceptualización de la educación y por ende la didáctica:
La institución por excelencia de la educación formal es la escuela. En ella se concretan los problemas de finalidad, autoridad, interacción y currículo que constituyen la problemática básica del docente y en los cuales se refleja la sociedad entera. Los momentos históricos por los cuales ha atravesado la conceptualización de la educación y por ende de la didáctica (referido más a los procesos de enseñanza-aprendizaje), nos lleva a la elaboración de modelos teóricos que en alguna forma recogen en lo general las características de la educación formal que representan. En este trabajo descubrimos brevemente, dichos modelos que están dados con las siguientes denominaciones:
Escuela tradicional, escuela nueva, escuela tecnocrática y escuela critica.
Escuela tradicional: El origen de la escuela tradicional se remonta al siglo XVII el origen de lo que se ha llamado escuela tradicional. Coincide con la ruptura del orden feudal y con la constitución de los estados nacionales y el surgimiento de la burguesía; se debaten en el terreno de la educación distintos proyectos políticos. Con relación a las prácticas escolares cotidianas, los pilares de este tipo de escuela son el orden y la autoridad. El orden se materializa en el método que ordena tiempo, espacio y actividad. La autoridad se personifica en el maestro, dueño del conocimiento y del método. La escuela tradicional fue una forma perfecta adecuada a las necesidades de su tiempo y, en ese sentido moderno. El vigor con que hoy subsiste es correlativo al modelo de sociedad que le dio origen. Los rasgos distintivos de la escuela tradicional: Los rasgos distintivos de esta escuela son: verticalismo, autoritarismo, verbalismo, intelectualismo; la postergación del desarrollo afectivo, la domesticación y el freno al desarrollo social son sinónimos de disciplina.
Verticalismo y autoritarismo, en la escuela tradicional se respeta un rígido sistema de autoridad; quien tiene la mayor jerarquía es quien toma las decisiones, que resultan vitales para la organización, tanto del trabajo como de las relaciones sociales, y el alumno, que es el que esta al final de esta cadena autoritaria, carece de poder.
Verbalismo, el verbalismo constituye uno de los obstáculos más serios de la escuela tradicional, donde la exposición por parte del profesor substituye de manera sustantiva otro tipo de, como pueden ser la lectura en fuentes directas, la observación, la experimentación, etc; convirtiendo la ciencia en algo estático y al profesor en un mediador entre el alumno y el objeto de conocimiento.
Intelectualismo, esta característica implica privilegiar la disociación entre intelecto y afecto. Creer que en la escuela sólo importa el desarrollo de la inteligencia implica negar el afecto y su valor energético en la conducta humana.
La escuela nueva: Constituye respuesta a la escuela tradicional y resulta un movimiento muy controvertido en educación. Muchos pensadores (Bernfeld entre ellos) lo consideran una revolución Copérnica en el campo de la educación, ya que da un giro de 180 grados al desplazar la atención que, en la educación tradicional se centraba en el maestro, hacia el alumno. Este movimiento surge a principios del siglo XX y está ligado a una serie de transformaciones económicas y demográficas. Curiosamente, la mayoría de los hombres que transformaron los criterios de la educación formal tradicional no eran pedagogos sino médicos o psicólogos, que llevaron al campo de la escuela los conocimientos que sobre el hombre estaban adquiriendo en sus campos disciplinares. El papel del profesor en la escuela nueva descubre posiciones relevantes para la acción educativa, y continúa siendo actual. Aunque presenta una serie de limitaciones, es innegable que propicia un rol diferente para profesores y alumnos. La misión del educador estriba en crear condiciones de trabajo que permitan al alumno a desarrollar aptitudes; para ello se vale de transformaciones (no radicales) en la organización escolar, en los métodos y en las técnicas pedagógicas. Las consignas de la escuela nueva son: La atención al desarrollo de la personalidad, revalorando los conceptos de motivación, interés y actividad, la liberación
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