Cultivemos ciencia
Enviado por JoseCarvajalg • 21 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.172 Palabras (5 Páginas) • 169 Visitas
Cultivemos ciencia.
La ciencia siempre ha tenido rivales que no la han dejado progresar, dificultades para promoverla, y hechos que sin pensarlo afectan directamente. Observando el pensamiento de cierto grupo de personas en una comunidad, es notoria la ignorancia que se tienen hacia la ciencia, además de pensamientos equivocados, sumado a conceptos inculcados por la religión y un gobierno que no apoya a la ciencia, es un gran freno ésta todo este tipo de problemas pues encarecen el espíritu científico de toda una sociedad, pero principalmente de niños, que pueden ser el futuro de la ciencia.
La etapa de la infancia es la ideal para empezar a cultivar un espíritu científico, el ser humano desde el momento de nacer, tiene ese instinto de querer descubrir y saber cosas nuevas del entorno que lo rodea, y justamente ese es el pensamiento de un científico. Lamentablemente éste poco a poco se va viendo opacado por sus padres y por las personas que lo rodean. Por ejemplo, al darle un juguete a un niño, él al tenerlo entre sus manos lo primero que hace es observarlo, después interactúan con el tratando de descubrir para qué es y para qué sirve, y por último después de enfadados de jugar, tratan de desarmarlo y ver qué es lo que tiene dentro y saber cómo es que funciona (Véase que se asimila mucho al método científico en cuanto a la secuencia en los pasos). En este último paso el problema comienza, pues al ver esto, los padres regañan al niño, le quitan el juguete y por el modo en el que le hablan lo hacen creer que lo que hizo está mal. No se trata de justificar ni decir que lo que hizo está bien o mal, pero hay que ver esto desde el punto de vista diferente, hay que dejar que los niños descubran por si solos, que sean más curiosos, en fin cultivar su espíritu científico, pues al regañarlo lo único que estamos haciendo es que pierda esa curiosidad de niño que lo hace querer descubrir el mundo que lo rodea y que puede en un futuro hacerlo querer ser un científico.
Si el niño tiene suerte y su espíritu científico no ha decaído aún, se presentan aún más problemas. Llegan a las aulas de escuelas a la edad de 4 a 5 años los niños inician su educación preescolar y con esto su educación en campos de ciencia junto con los experimentos, que ‘’Generalmente se proponen […] como magia, como milagro, y esto es muy grave.’’ (Tonucci, 1995, pág. 91) puesto que en éstos a los niños no se les explica por qué ocurren así las cosas, simplemente observan lo que ocurre y se les dice que eso es lo que ocurre, pero no dan espacio a la duda, a experimentar con las dudas que surgen en su cabeza como: ‘’¿qué pasaría si agregamos más de esto?’’, en conclusión, no se deja al niño que participe en el experimento, por lo tanto, no está experimentado tan sólo es como si mirará un acto de magia del cual no conoce su explicación. Entonces se puede decir que la educación a nivel preescolar en cuanto a ciencia necesita un cambio, que promueva el querer experimentar y retomar esa curiosidad que muchos niños perdieron en sus casas, para seguir con ese entusiasmo por querer adquirir más conocimiento del mundo que los rodea.
Otro problema es la religión (cabe aclarar que no todas las religiones tienen las mismas ideas y que algunas apoyan más o menos a la ciencia), vivimos en una sociedad en la que, según datos de la Academia Mexicana de Ciencias, según datos recabados aproximadamente el 87% de las personas en México son católicas (INEGI, 2010) y como sabemos esta religión, no tiene un gran apoyo a la ciencia, pues se caracteriza por no dejar espacio a la duda en cuanto a cuestiones que se hace la humanidad, sino que responde a todo lo que no tiene una solución con un dios, además se basa en la idea en la que dios creó todo para el humano, siendo éste y sólo éste la única razón de que exista el Universo. Pero en fin el tema aquí es como afecta a los niños y a sus ideas del Universo, naturalmente un niño siempre pregunta a sus padres sobre las cuestiones que se le van presentado en la vida, pero éstos al no saber una respuesta suelen responder con un ‘’porque dios lo quiere así’’ o más derivaciones que asimilan que lo que no se entiende sólo puede ser obra de dios. "En tanto todas las preguntas sean respondidas con la palabra 'Dios', la investigación científica es simplemente imposible." (Ingersoll, 2009, pág. 40) La gente como dice Ingersoll responde a lo que no sabe con ‘Dios’ sin ningún argumento demostrable para sustentarlo. Entonces con esto un niño pierde esa curiosidad por ir más allá de sus cuestiones pues la idea de entender cómo funciona un dios es aún muy difícil de comprender para un simple niño.
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