DETERMINACION DE LA INCIDENCIA DE PARASITOSIS EN LA POBLACION CANINA DEL MUNICIPIO DE XALPATLAHUAYA., HUAMANTLA.

RESUMEN

El objetivo de este trabajo fue identificar la frecuencia de parásitos gastrointestinales en perros de la comunidad de El Carmen Xalpatlahuaya de Huamantla; Tlaxcala. Se levantaron encuestas casa por casa, en todos los casos se solicitó autorización del propietario para que su mascota fuera incluida en el estudio. Se realizó un muestreo fecal en los perros que habitan dichas casas, colectando la muestra en bolsas de polietileno y el procesamiento de las mismas se llevó a cabo el mismo día en el laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y las técnicas diagnósticas empleadas fueron: la técnica de Faust y la de Mc Master. En cuanto al sexo de la población canina muestreada, fueron 52 hembras y 43 machos y con respecto a las razas la mayor pate correspondió a la criolla con un 36.8% seguido por la poodle con un 28.4% y las de menos presentación fueron Alaska Malamute y Spincher con un 2.1%. Por la técnica de Faust, de las 95 muestras analizadas se identificó que 67 perros presentaban Ancylostoma sp., lo que equivale a una frecuencia de positivos de 38.06%, en 62 se observó Uncinaria sp., siendo la frecuencia de 35.22%, en 15 positivos a Trichuris sp., lo que le corresponde una frecuencia del 17.0% y solo en dos animales se observó Isospora canis con una frecuencia del 1.1%. De acuerdo a la técnica cuantitativa se encontró una carga promedio muy similar para dos especies del total de la población canina estudiada Ancylostoma sp (1415) y Uncinaria sp (1063). Así como para Toxocara sp (48) y Trichuris sp (57), siendo la más baja Isospora canis (13.15). De acuerdo a la edad, de los 95 perros que se muestrearon, en 75 se identificaron por lo menos una especie de parasitos siendo la frecuencia del 78.9%. Los perros de 12 meses fueron los que presentaron la frecuencia más alta (18.9%) de animales con parasitos, y los de 36 meses (8.4%). Sin embargo, 20 resultaron negativos siendo la frecuencia del 21.0%. por lo que se concluye que los perros son un reservorio potencial en la presencia de los parasitos y además representan un riesgo zoonotico para las familias principalmente en los niños, debido al estrecho contacto con sus mascotas. 

LISTA DE CUADROS

LISTA DE FIGURAS

Índice

Contenido Pagina

RESUMEN

I. Dedicatoria

II. Lista de cuadros

III. Lista de figuras

1. INTRODUCCIÓN

2. ANTECEDENTES

3. JUSTIFICACION

4. HIPOTESIS

5. OBJETIVO GENERAL

6. OBJETIVOS ESPECIFICOS

7. UBICACIÓN GEOGRÁFICA

8. MATERIALES Y METODOS

8.1 Muestreo

9. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

10. CONCLUSIONES

11. AGRADECIMIENTOS

12. LITERATURA CITADA

13. ANEXOS

1. INTRODUCCIÓN

Las mascotas pueden ser portadoras de patógenos peligrosos para sus dueños. La parasitosis canina representa una afección común ya que provoca severos daños en el animal y en muchas ocasiones la muerte debido a las complicaciones generadas por la infestación de los diversos parásitos (Rojas et al., 1996).

Las heces de los animales de compañía son un material biológico altamente contaminante en todas las ciudades y comunidades, donde los parásitos pueden ser viables durante largos periodos de tiempo. El parasitismo intestinal representa un importante problema de salud en el mundo por su alta prevalencia y distribución universal (Vázquez et al., 2006).

Un diagnóstico parasitológico es de gran ayuda porque por lo general significa que se puede implementar un tratamiento efectivo. Existen productos comerciales para el tratamiento de la mayoría de las parasitosis y la parasitología es, entonces, uno de los campos en el cual las curas son por lo general directas y simples. El diagnóstico correcto permite administrar a tiempo un producto que curará a la mascota de su infección.

Existen dos tipos de exámenes parasitológicos: aquellos que se realizan como parte de un examen físico de rutina y aquellos que se realizan porque se sospecha de un agente o tipo de agente específico. Cuando se realiza un análisis de materia fecal como parte de un estudio físico de rutina, se elige una técnica que dé resultados uniformes y confiables para la mayoría de los parásitos más comunes (Bowman et al., 2003).

El diagnóstico de las parasitosis intestinales depende del hallazgo de huevos, larvas o adultos de helmintos y quistes o trofozoítos de protozoos en heces, por lo tanto, la recolección y el manejo adecuado de las muestras fecales son indispensables para la identificación correcta de los parásitos en el laboratorio (Programa et al., 2011).

Dadas las características de cada clase de parasito (vía de entrada, vía de salida, diseminación, ciclo biológico y acción patógena en el hospedador) es necesario determinar adecuadamente la clase o clases de parásitos para erradicarlos con el medicamento especifico, por lo cual se debe implementar un método de diagnóstico eficaz, sencillo y práctico, como lo es el examen coproparasitoscópico mediante la técnica de flotación, pues es accesible, de bajo costo, confiable y fácil de implementar en la clínica para ser empleado en la consulta diariamente (Rojas et al., 1996).

2. Antecedentes

Se han definido las zoonosis como “aquellas enfermedades e infecciones cuyos agentes se transmiten naturalmente de los animales vertebrados al hombre y viceversa” (OMS et al., 1979).

Las zoonosis parasitarias son frecuentes entre la población rural, especialmente entre los niños de esas zonas, por que contribuyen al círculo vicioso de la malnutrición proteinicoenergética y de la infección, provocando también enfermedades febriles o anoréxicas debilitantes en los niños pequeños (OMS et al., 1979).

Los parásitos intestinales se encuentran ampliamente diseminados en la población canina y los efectos de estos parásitos en la salud, humana o canina, representan un problema potencial en diversas partes del mundo (Vázquez et al., 2006).

El hombre está expuesto a zoonosis parasitarias, no solo por el estrecho contacto con sus mascotas bajo condiciones deficientes; sino también por el contacto con las heces de animales infectados y el mal hábito alimenticio (Arriola et al., 2006). Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las parasitosis integran cinco de las seis enfermedades de mayor influencia en la salud de la población humana, situándose dentro de las 10 principales causas de muerte. Siendo los niños los más afectados debido a que ellos asisten a círculos propios de su edad como: guarderías, escuelas y parques, en donde este último lugar mantienen contacto con mascotas, que se

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