DIAPOSITIVAS
Enviado por andrea0303 • 14 de Mayo de 2014 • 2.042 Palabras (9 Páginas) • 252 Visitas
LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL
Dicho de otro modo, las múltiples perturbaciones que sacudían permanentemente al sistema económico mundial, antes de la citada crisis global, eran continuamente neutralizadas por el funcionamiento de los mecanismos de autorregulación de dicho sistema, garantizando así la estabilidad estructural del mismo. Gran parte de dichas perturbaciones eran neutralizadas por las instituciones reguladoras, mientras que otras requerían de las decisiones ex profeso de los agentes reguladores.
Estos mecanismos de autorregulación, en cuanto limitaban la deriva del sistema en su evolución, contribuían a la conformación del creodo, y dado que aquellos eran el resultado del desarrollo del código ideológico (previo a la crisis global) del sistema económico mundial, el neoliberalismo, el creodo por el que ha venido evolucionando dicho sistema es un creodo ideológico, el creodo neoliberal.
Mientras los citados mecanismos han cumplido correctamente su función, la evolución del sistema económico mundial ha estado guiada por el neoliberalismo. Sin embargo, cuando algunas perturbaciones no han podido ser neutralizadas por los mecanismos de autorregulación del sistema económico mundial, para evitar que dicho sistema entrase en una situación de profunda inestabilidad estructural, los agentes han ido adoptando decisiones que han generado pequeños cambios.
20 El termino “creodo” fue acuñado por Waddington (1957) a partir de las expresiones griegas “chre” (destino o necesidad) y “hodos” (camino). SISTEMA estructurales en el sistema para permitirle una mejor adaptación a la nueva situación; dichos cambios han garantizado una nuevas estabilidades estructurales en el sistema, que han sido igualmente coherentes con la organización capitalista del mismo y con el código ideológico neoliberal. Estos cambios los podemos denominar cambios estructurales menores para diferenciarlos de los cambios estructurales mayores, que serían el resultado de cambios del código ideológico.
“El código cultural [y, como parte de él, el código ideológico] (…) puede modificarse (…) bajo el efecto de ciertos sucesos (…) directamente surgidos de la experiencia fenoménica de la sociedad. Tales sucesos pueden tener su origen en modificaciones del ecosistema natural que repercuten sobre la práctica social, suscitan nuevas costumbres, nuevas reglas, y, muy probablemente, nuevas técnicas y nuevos mitos. También pueden tener su origen en contactos con sociedades vecinas, a través de los cuales una cultura puede integrar técnicas, productos de uso o de consumo, ideas, etc., procedentes de una cultura foránea. Por último, pueden surgir de la vida
misma de la sociedad, donde la desviación individual introduce nuevos patrones de conducta que llegan a extenderse hasta convertirse en costumbre o una nueva invención acaba siendo integrada en su capital cultural” (Morin, 1973 [2000]: 199-200).
Un cambio del código ideológico, o mutación ideológica, implica necesariamente un salto creódico, un cambio brusco de trayectoria evolutiva, el desplazamiento del sistema desde un creodo a otro. Y esto es así en la medida en que del desarrollo del nuevo código ideológico derivarán nuevas instituciones reguladoras y nuevas decisiones reguladoras, incluso nuevos agentes reguladores. Pero dicha mutación ideológica no se produce con facilidad, siendo más probable si el sistema económico mundial se aproxima a una catástrofe, o situación de inestabilidad extrema en el que existan puntos de bifurcación evolutiva, como sería el hecho de que el sistema se encontrase en medio de una crisis estructural; entendiendo por crisis: “un acrecentamiento del desorden y de la incertidumbre en el seno de un sistema (…) provocado por (…) el bloqueo de dispositivos organizadores, especialmente los de carácter regulador (…), determinando, por una parte, rígidas coacciones, y por otra, el desbloqueo de virtualidades hasta entonces inhibidas” (Morin, 1973 [2000]: 165).
No puede precisarse a priori si una crisis será, o no, estructural hasta que no se desarrolle en su plenitud. Sin embargo, bastaría con que una combinación de perturbaciones no pudiese ser neutralizada por los mecanismos de autorregulación del sistema debido a la existencia de una incompatibilidad, tanto del marco institucional como del referente ideológico de las decisiones de los agentes, con el reestablecimiento de la estabilidad estructural del sistema, para que dicha situación podamos considerarla como una crisis estructural.
En estos casos, los diferentes agentes, desbloqueando virtualidades inhibidas, se apresuraran a romper con las instituciones y a iniciar estrategias de supervivencia o a construir nuevos mecanismos de autorregulación del sistema económico mundial conforme a los valores ideológicos que considerasen más adecuados en ese momento; y dependiendo de qué agentes consiguieran que sus acciones condicionasen más las acciones de otros agentes, así serían el nuevo código ideológico, las nuevas instituciones y las nuevas decisiones de la mayoría de los agentes del sistema económico mundial, produciéndose entonces una mutación ideológica y un consiguiente salto creódico. Así pues, en cualquier momento, determinadas combinaciones de perturbaciones, procedentes del ecosistema mundial, de los sistemas económicos de su entorno o del propio interior del sistema económico mundial, podían gatillar Una tipología de las crisis por la que puede atravesar un sistema económico, y que incluiría las crisis estructurales, la encontramos en Boyer (1987 [1992]: 67-85). una mutación ideológica, salvaguardando siempre la organización capitalista que lo identifica, aunque alterando igualmente su estructura.
“En términos de política, aunque la existencia de desarrollos de tipo creódico implica que los pequeños ajustes marginales hacia pautas de desarrollo óptimas son generalmente ineficientes, sí queda abierta la posibilidad de una transición planeada desde una pauta creódica hasta otra.
En efecto, esta transición puede ser necesaria si la pauta creódica está cerca de una ‘catástrofe’” (Hodgson, 1993 [1995]: 362). Recapitulando, el sistema económico mundial podía sufrir en cualquier momento una crisis estructural, impredecible a priori, de la que, o bien debía surgir una mutación ideológica que le permitiese mantener su identidad capitalista22 y evolucionar por un nuevo creodo, o bien el sistema se desintegraría por la perdida de su identidad capitalista, dando lugar a un sistema económico mundial diferente o a un grupo de sistemas económicos territoriales igualmente diferentes.
Un buen ejemplo de
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