Deciduoendometritis
Enviado por x_jmartinez9440 • 11 de Julio de 2015 • 2.186 Palabras (9 Páginas) • 3.578 Visitas
Introducción
Después del alumbramiento, la mujer queda expuesta a sufrir diversas complicaciones, como hemorragias, inversiones uterinas o infecciones puerperales.
Las infecciones puerperales son complicaciones obstétricas muy frecuentes. Pueden afectar tanto a tejidos blandos de la pelvis o tejidos más distantes. La importancia de este tipo de infecciones demanda un diagnóstico seguro, rápido y eficaz así como un tratamiento antibiótico y ocasionalmente, tratamiento quirúrgico.
A menudo muchas mujeres desarrollan sus síntomas iniciales de endometritis puerperal tras el alta hospitalaria, solicitando la asistencia en el servicio de urgencias.
La deciduoendometritis, es considerada como una de las principales causas de infección puerperal, con porcentajes de presentación del 5 al 85% de todas las resoluciones obstétricas en el mundo.
Existen diversas bacterias aisladas para la etiopatogenia de esta infección.
Infecciones puerperales
Se sospecha que la paciente tiene infección puerperal si su temperatura alcanza 38 ºC o más durante dos días sucesivos tras las primeras 24 horas posparto, y siempre que no haya otras causas aparentes. Las infecciones posparto suelen afectar al aparato genital, y aparecen sobre todo en el útero y la vagina, aunque también pueden producirse infecciones vesicales y renales, mastitis, etc. Los síntomas más habituales son, además de la fiebre, sensibilidad del útero, palidez, cefalea, escalofríos, taquicardia, loquios malolientes y malestar general.
Entre las infecciones posparto más comunes están:
Endometritis: o inflamación del endometrio (membrana mucosa que cubre el interior del útero), es más frecuente en las mujeres a las que se les ha practicado una cesárea. La paciente tiene el útero dolorido e hinchado, fiebre, fatiga y taquicardia.
Pielonefritis: se produce como consecuencia de una infección renal. Se presenta con malestar general, fiebre alta, dolor lumbar (en uno o ambos riñones) y, en ocasiones, micción dolorosa.
Cistitis: infección e inflamación de la vejiga a causa de bacterias, principalmente la Escherichia coli. Sus síntomas habituales incluyen necesidad frecuente de orinar, asociada a sensación de quemazón, y expulsión de pequeñas cantidades de orina en cada micción.
Mastitis: es una infección de las mamas que suele aparecer dos o tres semanas después del parto, aunque también puede presentarse durante la primera semana. Se manifiesta con hinchazón, dolor y enrojecimiento del pecho, fiebre y malestar. Se trata generalmente con antibióticos y no es necesario suspender la lactancia, ya que la succión del bebé resulta más eficaz y menos dolorosa para vaciar los senos que un sacaleches.
Tromboflebitis: es la inflamación de una vena a consecuencia de una trombosis (afección en la que se forma un coágulo en el interior de una vena, bloqueando el flujo sanguíneo). Existe un riesgo elevado de trombosis tras el parto, debido a que durante el mismo la coagulación de la sangre es superior a lo normal para evitar el exceso de hemorragia. Puede tratarse de una tromboflebitis superficial (que afecta a venas superficiales), o de una trombosis venosa profunda (del sistema venoso profundo, desde los pies hasta la región ileofemoral). Cursa con aumento de la temperatura, hinchazón y dolor en la zona afectada y, en ocasiones, enrojecimiento.
Infección de heridas quirúrgicas: en ocasiones se infectan las zonas donde se han practicado incisiones quirúrgicas, como el perineo (episiotomía) y el abdomen (cesárea). En caso de infección aparecen dolor, enrojecimiento y secreciones de pus y otros fluidos en torno a la herida, edema y equimosis.
Deciduoendometritis
La endometritis se refiere a la infección del endometrio o decidua, con potencial extensión al miometrio y al tejido parameterial.
Su frecuencia se sitúa alrededor de 1-3% de los partos por vía vaginal hasta un 85% de las cesáreas de alto riesgo. Dentro de los factores de riesgo, se encuentra la cesárea como el más importante incrementando entre un 5-10% la incidencia de infecciones postparto con respecto a los partos eutócicos. Otros factores de riesgo a considerar son: la presencia de corioamnionitis intraparto, fiebre intraparto, tiempo de membranas rotas mayor de 6 horas, numerosos tactos vaginales durante el periodo de dilatación, presencia de gérmenes patógenos de gran virulencia y el uso de catéteres de monitorización interna fetal y presión intrauterina.
Etiopatogenia
En la mayoría de los casos, la infección es polimicrobiana ascendente, con bacterias aerobias y anaerobias de la flora vaginal normal, sin embargo existen varios factores que parecen proteger contra la infección franca de la vía genital: la acidez vaginal, el moco cervical espeso y las inmunoglobulinas maternas. Durante el trabajo de parto y sobre todo después de la ruptura de membranas, estos mecanismos se alteran, facilitándose la penetración de bacterias en la cavidad uterina y las contracciones contribuyen a diseminarlas. El hecho de que la enfermedad se exprese o no clínicamente depende de la presencia de factores predisponentes, duración de la contaminación uterina y tipo y número de bacterias inoculadas. La necrosis decidual y otros productos como los loquios, promueven la proliferación de bacterias anaerobias.
Bacterias más frecuentes encontradas en una deciduoendometritis
• AEROBIOS: Bacilos Gram negativos: E. Coli, Klebsiella sp, Proteus sp, Pseudomona aureginosa, Gardnerella vaginallis, Serratia sp,
• COCOS GRAM POSITIVOS: Streptococo grupo A y B, Pneumococo, Staphylococo aureus, Enterococo
• ANAEROBIOS: Clostridium perfringens, Fusobacterium sp, Bacteroides sp, Peptococcus, Peptostreptococcus
• OTROS: Mycoplasma hominis, Ureeoplasma ureoliticum, Chlamydia trachomatis.
Factores de riesgo
Tradicionalmente han sido considerados los siguientes:
Cesárea: Es el factor más importante tanto en frecuencia como en severidad; comparado con pacientes en quienes ha ocurrido parto vaginal, el riesgo se aumenta hasta treinta veces y según la población puede ocurrir hasta en el 51 % de los casos. El riesgo de bacteriemia, abscesos, evisceración y trombosis séptica pélvica también se aumenta.
Trabajo de parto prolongado y ruptura prematura de membranas (RPM): El trabajo de parto prolongado está relacionado con más tactos vaginales, distocia de presentación, mayor probabilidad de cesárea o instrumentación del parto. Numerosos estudios soportan la íntima relación entre la RPM y la infección puerperal, así como el riesgo aumentado cuando el parto ocurre por cesárea.
Estado socioeconómico: Muchos reportes indican que las pacientes de estratos socioeconómicos bajos
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